Fue su mente quien empezo a enloquecer a Kyungsoo.No el haber estado en su cuarto por tres días seguidos. Ni los continuos intentos de su Madre por sacarlo de ahi. No fue la falta de comida o el hecho de que no habia tomado un baño desde que se entero de lo que ahora seria su destino. Nada de eso. Habia apagado su telefono, no queria saber nada de nadie. Su madre siempre le dejaba la comida fuera de la puerta los tres tiempos, pero el solo se limitaba a tomar el agua que esta le dejaba junto a los alimentos. No habia permitido que nadie ingrsara a su habitación. No le importaba nada.
Su aislamiento era total. Ya habian pasado tres días. La falta de sueño tambien era un problema, dormia de manera irregular y solo se levantaba a la puerta para tomar agua.
Solo. En su habitacion bajo las sabanas de su cama, con tiempo ilimitado de pensar en lo que actualmente se habia convertido: en un Lariux, ese despreciable destino que habia sido puesto ante el por una simple marca en su brazo.
Sus pensamientos tenebrosos lo habian llevado a cuestionarse si, despues de todo, podia quitsrse esa marca de la piel, cuando su Madre le dijo el significado de la marca creyo que lo decia bromenando, pero no duro mucho hasta que empezo el ardor en esta, fue cuando analizo todo y sin muchos ánimos concluyo que la situación era real, esto enserio le estaba sucediendo y no era broma.
Y por debajo de esas maquinaciones yacia la preocupación por los otros portadores. ¿Que le sucederia cuando los encontrara? ¿En donde se encontraban en esos momentos? ¿Ellos estarian de acuerdo en matarse entre si? Despues de todo, niguno de ellos habia elegido esto por voluntad ¿o si?
La confusión y preocupacion se deslizaban en su interior. Y en el transcurso de esos tres días fue brotando una ira de tal intensidad que Kyungsoo se encontró varias veces golpeando la pared o la cama hasta lograr desahogar todo lo que sentia y calmarse dentro de si.
El destino le había hecho esto. Le había arrebatado su vida normal a el y por ende a su familia, ya que esta se veria afectada por cualquier situación que el llegara a estar.
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¡Kyungsoo!
Fue un grito. Un repiqueteo insistente en su cabeza. Sintió la primera oleada de miedo, pero parecía formar parte del sueño. Lo único que podía hacer era seguir durmiendo. El estaba en su habitacion, no habia de que preocuparse.
Sí, tenía que ser un sueño. Estaba en su casa, su madre y su hermano estaban seguros aqui dentro, no habia de que preocuparse.
Mas ruidos se filtraron en su con conciencia. Golpes. Vidrios que se hacian pedasos. Gritos. Más bien era el eco de esos gritos, muy distantes, apagados.
Repentinamente, algo logro atravesar el sueño. Las cosas no estaban bien. ¡su madre lo habia llamado de una forma desesperada! Lucho contra la tranquilidad que tenia en su cama, se quito esa carga pesada que lo arrastraba hacia abajo.
¡Despierate!, se gritó a sí mismo. ¡Ahora mismo!
Finalmente, el mundo real hizo su entrada victoriosa y desvaneció la oscuridad. Inundado por el terror Kyungsoo abrio los ojos, se incorporó de golpe en la cama, deslizandose hasta apoyar los pies, y dio un salto. Miro a su alrededor y salio de su habitación lo mas rapido que pudo.
Era un total desastre.
Los jarrones del pasillo estaban en el suelo en pedazos, las paredes tenian un color rojo oscuro extraño y escaleras abajo podia observar un extraño humo subir en direccion a su cuarto. Unos sonidos espantosos de gritos provenian de la planta baja. No dudo ni dos veces y se dirigió escaleras abajo para ver lo que sucedia. Vio a su madre con la cara palida apuntando hacia la puerta. Key, su hermano, estaba posicionado justo frente a ella en posición de defensa.