Su hermano estaba tendido en el suelo como un muñeco roto, inmovil.
Kyungsoo se quedo quieto durante unos segundos. ¿y si su hermano no reaccionaba? ¿O ese Kai lo habia . . . Matado? ¿Y si . . .?Despues de un momento, reaccionó de golpe. Su hermano necesitaba ayuda urgente.
—¡Key! -gritó—. ¡Mamá llama a emergencias!
Corrio hacia Key y se arrodilló a su lado.
—Hey, hermano, respondeme, ¿te encuentas bien?— le pregunto. Aunque sabia que su hermano no le proporcionaria respuesta ya que estaba inconsciente. Pudo notar los moretes y y heridas en su rostro debido a los golpes que habia recibido por los amigos de Kai.
—Te juro que me las pagaran — la ira que sentia en esos momentos era más intensa que el sol mismo. Lo que le habian hecho a su hermano no tenia perdon. Kyungsoo los haria pagar.
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Kyungsoo sabia muy bien que tenia que irse de su hogar. Si el continuaba viviendo ahi, los Lariux podrian volver. Lo unico que mas queria en el mundo era proteger a su familia.
Pero la pregunta que se hacia a si mismo era ¿a donde debia ir?
No podria ir a casa de sus amigos u otros familires, ya que seria lo mismo. Poner en riesgo la vida de personas que el queria a costa de la suya. Definitivamente eso no era lo que Kyungsoo queria.Estaba decidido. Huiria de ahi, no sabia exactamente a que lugar, pero lo haria.
La ciudad de Seul estaba mas que arruinada. Exactamente no era una ciudad donde alguien quisiera vivir, la delincuencia de la zona era cada vez mas. Sin trabajos. Sin recursos. Sin seguridad. Prácticamente era un lugar aborrecido por la misma sociedad, pero era su ciudad, Kyungsoo habia crecido en Seul desde su nacimiento, asi que la conocia como la palma de su mano.
Fue en la noche, dos dias después de los hechos que Kyungsoo dejo su hogar atrás. Todos sus buenos y malos recuerdos de su hogar. La sonrisa de su madre, y la sobre protección de su hermano. Su padre los abandono cuando Key apenas tenia 3 años de edad y Kyungsoo no habia nacido, siempre se pregunto cuales habran sido las razones de su padre, pero eso era lo de menos ahora, se aseguro de dejar una nota en su habitacion, su madre la encontraria y le romperia el corazon, pero era por su bien. Kyungsoo hacia esto porque los amaba.
Comenzó su nueva vida de pie, en medio de la fria ciudad y del aire contaminado.
No podia entender como esas personas habian logrado encontrarlo. Su cerebro funcionaba perfectamente, tratando de evaluar cada detalle y cual era el proposito de esas personas.
Toda la información que tenía invadió su mente: los portadores eran 12, recordaba cada detalle de ese tal kai, pero no lograba recordar a sus dos acompañantes.
Ahi estaba Kyungsoo. Caminando en medio la fria noche de Seul. Empezo a sentirse algo inquieto, como que si alguien lo observara. Esa sensación que alguien esta ahi, pero no puedes verlo.Era logico para el, como no sentirse intimidado en una ciudad llena de delincuencia a las 12 de la noche, pero eso no lo detubo.
Camino. Camino y camino sin rumbo hasta que dio en una gasolineria, ya que tenia un poco de hambre decidio acercarse para comprar algo de comer. El lugar se veia solo. Sin clientes. Una luz opaca era lo unico que iluminaba el tetrico lugar. Kyngsoo empezo a inquierarse, ese ambiente no le gustaba.
Rapidamente entro al lugar, fue directo a la zona de bebidas. Tomo una soda, luego al lugar de comida y tomo una bolsa de papas fritas. Se dirigio a la caja. Pago y salio de ahi casi corriendo, algo estaba mal, el podia sentirlo. De un momento a otro su marca empezo a arder. Kyungsoo sabia que significaba eso, y tenia que salir de alli lo mas rápido posible.