Aunque no todo es malo, obviamente, porque siempre habrá alguien que me hará sentir vivo, y quiero agradecer a todas esas personas que de verdad me conocen y saben cuando estoy bien o no. Saben que dicen mis ojos y cuando estoy al borde de querer dejarlo todo atrás, de dejar esta vida... Pero sobre todo aquellos que están ahí en cada momento, que te pueden alegrar en los momentos más oscuros y solitarios.
Pero...por muchas cosas buenas que haya, todo se repite. Los malos momentos, las cagadas, los días en los que todo está perdido.
En ocasiones pienso que simplemente me merezco todo esto,que por algo será así. Que yo hice daño en su día y ahora es el turno de sufrir por mi parte. Y tal vez es verdad, y haya descubierto el misterio de la vida o podría ser que solo soy un pequeño niño paranoico con ansias de que su rutina cambie a mejor.
Aunque si lo pienso en profundidad, no esta tan mal, es simplemente una rutina, pero no mala solo...molesta. Los cortes ahora son un simple vicio, y el llorar me ayuda a desahogarme, igual que escribir. No es tan malo, al fin y al cabo.
