Homeless [M-preg, Omegaverse]

1. ¿Quién?

Ceri se preparo para el encuentro, Reild no le quizo dar mucha ventaja y se le aventó encima. Ambos cayeron al suelo, rodando y lanzandose puñetazos, llegando incluso a las mordidas. Cuando dejaron de moverse Ceri estaba sobre Reild, gruñendole.

"Vaya, si que has crecido" hablo Reild.

Ceri se limito a gruñirle más, indicandole a Reild que era el momento de enseñar el cuello o ser desgarrado por esos colmillos.

Reild asi lo hizo, cuando Ceri ya no se sintio  más amenazado, rodo para bajarse de Reid.

"Chico, eres una bestia"  Lo cuañ era gracioso ya que ambos sabian que era verdad. Eran hombres lobo, más bestia que eso no se podia ser.

"Lograste cabrearme desde el momento en que quisite ponerme a prueba, te lo mereces Reid"  contestó Ceri.

"Oye, un beta tiene sus obligaciones" exclamó un divertido Reid.

Agh, tipico de Reid y de su padre, siempre midiendo su fuerza como futuro alfa de la manada, despues de todos estos años, aún cuando lo supieron desde que nacio, seguian probandolo. Andriya lo habia dejado mas que en claro, Ceri era el alfa más fuerte que habia nacido en doscientos años. ¿Y su padre todavia creia que era divertido y necesario el probarlo?
Ceri estaba harto.

Se encaminó hacia su cabaña ignorando a Reid por completo. Cuando llegó lo primero que hizo fue dirigirse a la cocina.
Su madre estaba alli, ya preparando el almuerzo.

"Nesecito energias" exclamó Ceri.

"Cuando no hijo" dijo su madre riendose de su bebe, que ya no era un bebe a todas luces, incluso tenia barba, pero para ella siempre seria su bebe, uno muy peludo.

"Alimentame, ¿si?" Dijo Ceri casi haciendo un puchero, a la unica persona a la que le enseñaba alguna "vulnerabilidad" era a su madre.

Su madre le respondio colocando un gran plato en la mesa, habiendo obre este varios cortes de carne, verduras al vapor y pasta con crema. Todo en porciones enormes.

Ceri menciono un gracias rapido antes de sentarse a aborazarse. Todo estaba delicioso, lo cual era algo un poco obvio ya que lo habia cocinado su madre. Esta tan concentrado en su comida que casi no escucho cuando su madre hablo nuevamente.

"Y, ¿te sientes listo para hoy en la noche?" Pregunto curiosa.

Ceri trago un pedazo de carne antes de responder

"Por supuesto que si, lo he esperado por mucho tiempo" aclarando las dudas de su madre.

"Por supuesto que lo estas" contesto Savi, mirando los imponentes hombros de su hijo, asi como sus abultados musculos que estiraban su ropa, diria que se parecia a su padre, pero seria una mentira, lo único que tenian en común eran sus ojos color miel y el cabello rebelde.

Ceri terminó de comer en un santiamen, saliendo de la cocina no sin antes decir un gracias a su madre. Entro a su cuarto cerrando la puerta tras el. Observo todo a su alrededor, despues de este dia, su padre se retiraria como alfa, y tomaria un ligar como consejero de la manada, donde se encontraban betas de su edad. Dejando a Ceri como máxima autoridad de la manada, seguida unicamente por el cabecilla del consejo, osease su padre.

Su cuarto dejaria de ser suyo, ahora tendria una cabaña solo para él y su proxima pareja y descendencia. Las cuales aun no tenia.
Mirando por la ventana observo el atardecer, ya iba siendo hora de que se preparara.

Salio de su cuarto, bajo las escaleras encontrandose con su padre.

"Estoy orgulloso de ti Ceri" Kastir de acerco a el y lo estrujo con fuerza, aun conservaba su fuerza de alfa.

"No decepcionare a la manada padre" fue la respuesta de Ceri.

"Por supuesto que no hijo, tú naciste para esto, seras un excelente alfa, lo sé." Contesto soltandolo, y viendolo con emoción en sus pupilas. Su semblante mostraba una enorme sonrisa.

"Hay que irnos ya" sentenció el aun alfa.

Ceri no espero más y salio por la puerta trasera. Inmefiatamente saliendo se despojo de toda su ropa, quedando desnudo, cosa que era natural para la manada, podria decirse que era como su segunda piel, pero en realidad era la primera.
Se coloco en cuatro patas y espero al cambio.

Sus huesos crujieron y se reacomodaron, le broto un pelaje espeso y grueso de color negro. Su boca se alargo conviritendose en un hocico. Ahora estaba en su forma de lobo.

Sin esperar, salio encarrerado hacia los arboles, la manada entera vivia rodeada por el bosque, asi sus lobos podian salir a correr sin inconvenientes.

iba a gran velocidad, esquivando arboles y raices crecidas. Se sentia libre y poderoso. Cuando llevaba ya un buen tramo, comenzo a aullar a todo pulmón, sin detenerse, iba feliz y autoritario, marcando su territorio al mismo tiempo que su reinado.

Él mandaba aqui, él mandaba ahora.

Sus aullidos hacian eco, rebotaban como locos con cualquier cosa y regresaban a sus orejas, Ceri estaba frenético. Amando la sensación.

Ya llevaba más de una hora corriendo cuando detecto algo, un olor. Inmediatamente paró en seco. Olfateo el aire, su hocico mirando al cielo.

Era un olot extraño, cada manada tenia un olor característico, si fuera alguien de su manada lo sabria, en cambio este olor nuevo no encajaba con ninguna manada que hubiera conocido, sabia que venia de un lobo, esto lo desconcertaba aun más.

Dejando a un lado su carrera aulladora, se empeño en seguir el rastro del lobo nuevo.

El camino cada vez se hacia mas enrevesado, haciendole un poco díficil seguirlo, como si el lobo supiera como hacer que sus huellas y olor pasaran desapercibidos. Lástima, eso no funcionaria con un alfa como él.

Por un momento llegó a pensar que nunca lo encontraria, eso fue hasta que el olor se espesó, indicandole averision. Alguien no lo queria cerca. Pero eso no lo detuvo, siguio el rastro de olor hasta que llego a un tronco hueco bastante espacioso, ni siquiera habia comenzado a acercarse cuando un gruñido llego hasta él. 

Un lobo blanco salia del árbol.

¿un lobo blanco? Jámas habia visto un pelaje asi en nadie de la manada, ni de otras manadas. ¿Que estaba pasando y quién era él?

***Ceri es el de la foto.***