Homeless [M-preg, Omegaverse]

4. Desespero

Ceri aun no lo soltaba, ahora estaban frente a una cama matrimonial. No lo negaria, se le antojaba una buena siesta despues de la pelea que tuvo con Ceri y todo lo que pasó despues.

Sin esfuerzo alguno Fuyu saco su  mano del agarre del alfa.

"Buenas noches blackie" hablo fuyu, burlandose de nuevo. Le encantaba molestar a Ceri, aunque, al final el tambien lo molestaba.

Sin esperar respuesta se metió a la cama, acomodo las cobijas, arropandose bien y cerro los ojos. Despues de unos segundos en los qie escucho algunos movimientos por parte del alfa, este tambien entro en la cama acostandose en la otra esquina, la cama siendo tan grande que se nesecitaba que aluguno de los dos rodara para que se tocaran. Cosa que Fuyu no queria ni intentar.

Aún le escocia la mordida en su hombro, por alguna razón le picaba mas cuando Ceri se le acercaba. Sacó su mano de las cobijas y la tocó, estaba rugosa y con costra, al dia siguiente no seria más que una cicatriz, una muy horrenda.

Cerro los ojos y fingio dormir. Espero dos horas mas o menos, no queria arriesgarse a que Ceri no estuviera dormido. Por supuesto que Fuyu no planeaba ser parte de la manada, ni mucho menos quedarse, él tenia otras cosas que hacer, unas que curiosamente no incluian hacerse amigo de un alfa pulguiento y su manada.

Con lentitud se destapó. Y espero unos minutos, luego saco una pierna, tiempo despues un brazo. Tardo una media hora en salir completamente de  la cama. Por suerte, la puerta se encontraba abierta.

No se lo penso dos veces y camino hacia fuera, al parecer la cabaña era nueva, porque la madera del piso no hizo ni un intento por rechinar. Todo iba perfecto. Llego a salvo a las escaleras. Despues de este punto todo fue un poco mas rápido. Pero aún no iba a la velocidad normal. Ceri era un alfa, despues de todo y sabia que sus sentidos eran si no iguales, mayores a los de él.

Se sintio aliviado cuando logro salir al patio. El aire era fresco y olia de maravilla. Suspiro.

"Adios blackie" susurro antes de sacarse la camisa y amarrarsela al cuello, quiza era la camisa de Ceri, pero era ropa al fin y al cabo; y las veces que Fuyu tuvo acceso a ropa real eran contadas. La guardaria por el momento.

Cambió a su lobo y salio corriendo de alli. Dejando la cabaña en el silencio.

Ceri habia notado cada movimiento de Fuyu, sabia que en este momento el estaba corriendo lejos de alli. Obviamente era algo que él haria. Y Ceri lo habia estado esperando, jugar a las atrapadas le encantaba, sobre todo a su lobo.

Quiso reirse cuando recordo todas las molestias por las que Fuyu pasó para salir de su casa. Era demasiado gracioso.  Espero unos diez minutos más antes de salir a buscarlo. Le dio un margen de tiempo para que Fuyu tuviera ventaja, aunque al final eso no importaria. Ceri lo iba a encontrar.

Olfateo el aire, llenandose los pulmones de su aroma. Ahora lo notaba mas suave, ya que no estaba combinado con los olores del bosque, no mentiria, olia bastante bien. Salio fuera de su cabaña y se transformo. De todos modos ya estaba desnudo, asi le gustaba dormir.  Al igual que Fuyu algunos minutos antes, salió disparado, buscandolo.

Llevaba poco tiempo siguiendolo, lo primero que notó fue que Fuyu no seguia ese patron enrevesado que habia usado para despistar a todos de la ubicación de su nido. Esto seria fácil. 
Varios arboles tenian incrustado su aroma, Fuyu estaba tan desesperado que los habia rozado sin querer. El lobo de Ceri gruñió. Se sentia genial, amaba cada segundo de esta carrera, pero en especial, amaba la presa que ganaria.

Unos minutos más pasaron, cuando a lo lejos diviso algo blanco, rió, esa seria su perdición. Su pelaje era tan distinto de los matices de verde y cafe del bosque, que el perseguirlo era juego de niños. El lobo de Ceri aulló.

Ahora estaba a dos metros de Fuyu, solo nesecitaba unos segundos más para atraparlo. Sus orejas consiguieron atrapar otro sonido aparte del incesante golpeteo de  patas sobre la tierra; Fuyu le estaba gruñendo.
Su lobo sonrió, le gustaba esta parte del lobo blanco. La que lo retaba. Lo hacia sentirse intoxicado de poder cuando lo sometia. Cosa que haria, muy pronto.

Ahora estaban lado a lado, el tamaño gigante de Ceri no intimidó para nada a Fuyu, que se erizaba y fruncia toda la cara, queriendolo lejos. Lástima, Ceri estaba  disfrutando esto demasiado. Corrió hacia Fuyu, dandole en un costado, ambos dejaron de correr para rodar entre ramas caidas y arbustos. Ninguno daba el brazo a torcer, Fuyu gruñia e intentaba morderlo, lo consiguió un par de veces, pero fueron mordidas ta  rapidas que nisiquiera le pudo inglingir algun daño real.
En cambio Ceri rasguñaba, aunque queria someter a Fuyu, no queria lastimarlo de gravedad. Y si lo mordia, en eso terminaria.

Por fin, Ceri dio un zarpazo en ek pecho de Fuyu y se posicionó sobre este. No dejandolo escapar. Al parecer, Fuyu sintio la nesecidad de sobrevivir por sobre  ser un cabrón y enseño el cuello a Ceri. 

Este solo lo olfateo y lo mordio de nuevo, pero esta vez, sin sacar sangre. Luego lamio la herida que le habia inflinigido antes.
"Colmillitos, espero que no vuelvas a huir" le habló ceri por el enlace.
Ahora que Ceri lo habia mordido, Fuyu lo miraba a los ojos sin bajar la cabeza, ya se habia rendido despjes de todo.

"Solo lograste atraparme porque tú olor me dio arcadas y baje el ritmo" aún hablando por el enlace, la burla fue evidente.

"Tienes mi olor por todas partes, alguien decidio llevarse mi camisa, despues de todo"

"Planeaba usarla en mi hoguera dominical, a la cual estabas invitado, pero pensandolo mejor no" su mirada era penetrante y sus ojos aqua ni dejaban rastro de duda, el era alguien libre y no deseaba ser domado.

"Regesemos colmillitos, la manada espera" Ceri ni siquiera esperó a que Fuyu lo siguiera, lo tomó por la nuca como si fuera un cachorro y comenzo a andar hacia su cabaña.

**ceri es el de la foto, obviamente**