Cap 1: Estar Despierto

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"¿Esta no es mi casa? ¿o sí?", me decía a mí mismo mientras mis padres me mandaban a botar la basura. Todo parece diferente, mi casa esta difusa, las calles también, definitivamente, todo diferente. Caminaba en un callejón desconocido, con casas desconocidas, parecía eterno, caminaba y caminaba, hasta hubo un momento en que ya no tenía la bolsa de basura en mis manos. No entendía nada, pero, todo se calmó cuando llegué al final del callejón, como esperaba, conseguí la calle, pero enfrente de mi había una pequeña casa azul, una literal casa azul, desgastada por el tiempo, pero linda. En esa casa vi a unos cuatro niños en el techo, divirtiéndose como niños normales, yo empecé a sonreír, su diversión me causaba una rara alegría. Así pasaba el momento, cuando salió de la casa una señora, parecía la madre de los niños, me miró y preguntó mi nombre, yo me presenté, y así empezó la conversación.

Pasaron varias horas, no recuerdo de que estábamos hablando, solo sé que en un momento la señora queda encantada conmigo, se notaba que le caía muy bien. "Hija, vístete rápido o yo voy y te visto", gritaba la señora, ahí fue cuando mi vida cambio, la conocí. Llegó uniformada para ir al liceo, su color de camisa era el mismo de las que yo utilizo, ósea, puede estar en 1ero, 2do o 3er año como yo; en fin, no recuerdo su nombre, pero si recuerdo su cara, era preciosa, su piel era morena con un tono único, que no puedo describir, sus ojos eran claros, no verdes ni azules, sino como un color entre amarillo y café; definitivamente hermosa.

Cambio de escena, mismo lugar, conversación que no recuerdo, en fin, la señora me pregunto si yo podía acompañar a su hija a cierta calle para que la fuera a buscar su tía, su tía la iba a llevar al liceo. Esto era raro, ya que era de noche, no parecía hora de ir a clases, como decía, nada ahí tenía sentido. Yo no me negué, es difícil negarse cuando un adulto te pide un favor, en fin, le dije que sí, y ahí nos fuimos, ella y yo.

Los primeros minutos eran incómodos, no es fácil estar sólo con una linda chica, quería decir algo, no se me ocurría nada, hasta que me llegó una idea, PREGUNTAR, "Cada vez que no sé de qué hablar, utilizo las preguntas para conversar", es mi lema; le pregunté a ella: "Bueno, ¿En qué año Estudias?, supongo que en 2do o 3ero", ella me miró con rareza e ironía, me respondió de forma tosca: "Obvio que en 3ero", su respuesta me alegro, porque yo estudio en 3ero, aunque igual su respuesta me hizo mirarla raro, pero lo que hizo ella fue reírse, esa reacción me causo risa, y así anduvimos, riéndonos a carcajadas, hasta que se me ocurrió preguntarle: "¿dónde estudias?", ella me respondió: "Estudio en el Fernando Olivera", me quede callado en ese momento, no sé qué me paso. Llegamos al lugar de destino, yo no me había dado cuenta hasta que ella me dijo: "Aquí es", la miré fijamente antes de despedirme, fueron segundos incómodos, que fueron interrumpidos cuando ella dijo: "Chao", diciéndolo con los brazos abiertos para abrazarme y despedirse. Cuando estaba a punto de darle un abrazo, escuché un ruido incómodo producido por la boca de alguien, era de esos sonidos que te hacen cuando quieren llamar la atención e interrumpir al mismo tiempo, cuando volteé me di cuenta que era mi hermana, Raquel "Inoportuna" Huerta, me estaba buscando, supongo que mis padres se preocuparon cuando se dieron cuenta de que su hijo no había regresado después de 3 horas. Raquel me llamó para que nos fuéramos a la casa, yo no quería irme, pero lo tenía que hacer. Cuando llegué a casa, mis padres me amonestaron, pero no me preguntaron el por qué yo no había llegado.

Cambio de escena, estoy en la escuela, solo, lo cual es raro; ya que en el liceo no me gusta estar solo, en fin, veo todo diferente, es como si hubiera llegado el alcalde y hubiera cambiado todo. Estaba en el frente y la vi llegar a ella con uno de sus hermanos, no sé qué hacía allí, de todas maneras, yo estaba feliz gracias a su presencia, la Chica que me tiene loco. Me saludo, y empezamos a hablar, en ese momento recordé a una compañera de clases que me gusta, no la había visto, es como si ninguno de mis amigos estuviera ahí, ni siquiera los maestros, no entendía nada.

Cambio de escena, estaba sentado en una especie de muro junto a ella y le dije de forma pausada y con pena: "No sé qué dirás al respecto, pero, Yo soy Cristiano". Le dije eso porque no quería que ella me rechazara después que se enterara de lo que creo, por eso se lo dije antes, para no ilusionarme con ella. Esperaba una respuesta, ella me miró con rareza, pensé que iba a suceder lo peor, cuando ya iba a responder...

...Desperté.

Estaba en mi cuarto, era de madrugada, exactamente las 4:30 de la mañana, la alarma interfirió en mi sueño, no podía creer que todo esto era nada más y nada menos que un simple sueño. Viendo la realidad, quisiera que todo ese sueño fuera real, que soñar es como Estar Despierto.

La Chica de mis Sueños [Samuel Pirona]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora