Siempre contigo [Hunhan]

24 y 28

El pequeño cachorro ladró a la puerta en cuanto escuchó unas llaves en el exterior, era una escena que se repetía día con día desde que había llegado a aquella casa. Un joven de veinticuatro años entró finalmente con un bebé en brazos.

-Vamos, Vivi, déjame llevar a este dormilón a su cuna- le dijo Sehun al cachorro.

Se dirigió hasta la cuna portátil para colocar al pequeño allí y cubrirlo con una cobija antes de ir a la cocina a preparar un biberón y de paso beber una botella de agua entera, pues el trayecto hasta casa no había sido el más fácil. Estaba a punto de terminar la universidad y todo se volvía complicado, sumando el hecho de cuidar de un bebé. Iba camino a ver al niño que apenas había despertado cuando la puerta se abrió.

-Oh, ¿a quién tenemos aquí?- preguntó Luhan con una voz chillona mientras estiraba los brazos y cargaba al bebé- Pero si es mi pequeño príncipe, ¿cómo te portaste hoy? No te vi en todo el día. Hola, amor- agregó mientras daba un pequeño beso en los labios a Sehun.

-Me siento desplazado por Taeyong- se quejó con un puchero fingido- Ahora sólo le hablas bonito a él.

-Oh, vamos Sehun. ¿Cómo podrías resistirte a esta hermosura?- se volteó hacia el pequeño- ¿Verdad que también quieres a papi Sehun? ¿Cuidó bien de ti? Papi Luhan te quiere mucho, mucho.

-Exacto, por eso papi Luhan va a cambiar tu pañal- sonrió con malicia- Yo debo ir a arreglar su maleta, la hermana de Jongin llegará en cualquier momento.

Luhan suspiró resignado. Las últimas semanas hacían el papel de niñeras con el hijo de la hermana del mejor amigo de Sehun, ya que ella buscaba una desesperadamente y el chico de ojos de ciervo se ofreció en primera fila, ya que sólo trabajaba por las tardes en casa, la vida de escritor tenía sus ventajas.

-Vaya, parece que ese papel te queda bien- dijo Sehun mientras observaba cómo su novio sostenía a Taeyong- Deberíamos de tener uno algún día.

-¿Planeas embarazarme?- preguntó coquetamente el mayor.

-Créeme que si fuera posible ya lo hubiera hecho- lo abrazó por detrás teniendo cuidado con el bebé- Pero podríamos adoptar después de graduarme.

-¿Hablas en serio?- cuestionó incrédulo.

-¿Por qué no?- rio- Después de todo, alguien casi llega a sus treinta, te volverás un anciano después de eso.

-Muy gracioso- le gruñó- Dicen que los treinta son los mejores años.

-¿Ah sí?

Iban a darse un beso cuando el timbre sonó, obligándolos a ir a abrir la puerta. Jungah, la hermana de Jongin entró buscando a su preciado tesoro y agradeciendo a la pareja por cuidar de él. Se despidió después de ponerse de acuerdo con los horarios del día siguiente y se fue con Taeyong en brazos, quien agitaba feliz las manos.

-Supongo que no quieres tomar conmigo un baño de burbujas- dijo Luhan con un tono suave.

-Prepararé todo enseguida- respondió el otro mientras corría al baño, pero regresó segundos después- Me olvidé de algo.

-¿Qu...- sus palabras fueron calladas por el beso que recibió.

-Te amo, Hannie.

-Te amo, Hunnie.

Aún querían dejar pasar un tiempo antes de atreverse a tener una familia, pues no hacía más de tres meses que habían regresado a Seúl y apenas estaban acomodándose. Las cosas se daban a su tiempo, no sabían qué pasaría al día siguiente, pero podían asegurar dos cosas, amarse y estar al lado del otro para siempre.

*

Hola! Les debo una enorme disculpa por no actualizar a tiempo, pero la verdad se me pasó por completo :(

Hemos llegado al final de esta historia, espero que les haya gustado y muchas gracias por darle su apoyo, los amo!