Saqué uno de los audífonos de mi oído derecho y comencé a acercarme a los chicos. Se los veía realmente emocionados al jugar, el voley era algo que nos apasionaba a los cuatro, pero creo que Alex preferiría lacrosse.
- ¡Dylan!- gritó Bruno al verme aproximándome.- Amigo, estás aquí.
- Por supuesto que sí, jamás perdería un momento con mis mejores amigos.- Repliqué con la sonrisa más sincera que pude esbozar en mucho tiempo.
- Ya se puso sensible, el muchachito poeta- atacó el, algunas veces, burlón de Alex.
- Por lo menos yo no me pongo intolerantemente pegajoso con la chica que me gusta.- Me defendí.- Oh, lo lamento, olvidé rotundamente que tu amada chica no te presta atención.- reí maliciosamente mientras levantaba las cejas.
-¡Ohhhhh! Lo mataste, sensei. Alabado seas.- dijo fuertemente Louis, y al mismo tiempo elevaba sus manos y cabeza repentinamente al cielo, como si quisiera tocarlo.
- ¿Jugamos o qué?- Pruguntó Alex rodando los ojos, en definitiva se lo notaba molesto. Siempre ocurría eso, se enojaba y a los segundos lo había tomado bien. Las burlas entre mejores amigos son pruebas de afecto.
- Oh por Dios, no evadas el golpe, dolió igual.- Se rió Bruno.- Pero en serio, dejen su batalla de corazones por ahí, y empecemos a jugar. Hemos venido a divertirnos, no a hacer una pelea de amores fracasados.
- ¡Hey!- Es lo único ingenioso que le ocurrió decir al deportista. Arrugó su nariz y rascó su nuca. Realmente ese fue el bombazo más incómodo y cómico que haya escuchado en el día
- Ya, está bien, no pierdan los estribos. ¿Qué les parece si jugamos a los pases de volleyball?- propuse rápidamente.
Los chicos se miraron entre sí con miradas pícaras y poco a poco comezaron a asentir
- ¡De acuerdo!- Gritaron con entusiamos al unísono.La pelota rebotaba por todos lados, caía sobre las hojas secas, que nos dejaba la estación del año en la que nos encontrabamos, haciendo que cada una de ellas crujiera. Supongo que estábamos tan pero tan exhaustos y adoloridos que decidimos sentarnos bajo un árbol por un rato. Me ofrecí a llevar a Louis, pero él insistió en que sólo podía. Toda la vida ha sido así, carente de pedir ayuda, nunca quiso darle pena a nadie, lo hacía todo él sin nada de ninguna persona. Demasiado testarudo, cree que puede manejarse por sí mismo, pero sabemos que a veces tiene sus ataques de ansiedad o estrés, por todo lo que le ha pasado a lo largo del tiempo en el que ha vivido.
-¿Saben? Extraño demasiado eso.- Dijo Louis, señalando con el dedo índice a un grupo de niños revolcándose en el suelo y arrojando hojas por doquier para que el viento se las llevara consigo. Mi amigo tenía una sonrisa en su rostro, pero puedo jurar que vi que casi rompía en llanto. Nada más una pequeña lágrima se deslizaba por su mejilla izquierda, se la limpió de un simple y audaz movimiento con la manga de su buzo verde oscuro.- Hay tantas cosas que quiero volver a hacer. Quiero volver a jugar lacrosse, nadar, saltar en los charcos de lodo con mamá y papá... Quiero volver a ver a mi mamá y mi papá.- Y empezó a llorar desconsoladamente.
Efectivamente, la madre de Louis no pudo soportar que su persona especial se haya ido por siempre, y sin ella. Se suicidó para poder volver con su amor.
El pelinegro se encontraba con sus manos cubriendo su cara, gimoteando en silencio. Dios, no quiero ver a mi amigo así, debemos animarlo.Les pegué un cadazo a Bruno y Alex, que miraban con ojos de tristeza a nuestro amigo. Presentía que, al menos, uno de ellos había traído algún parlante para poner música y distraernos un rato. Sabíamos a perfección que la película favorita de Louis era Lemonade Mouth, y que amaba todas las canciones que aparecían allí, eran sus preferidas, ¿Y qué mejor manera de alegrarlo que escucharlas y cantarlas? Era una de nuestras mejores formas de ayudarlo y hacerle saber que siempre, sin importar qué, estaremos con él.
Bruno sacó del bolsillo delantero de su mochila verde cobalto y marrón barniz, un parlante negro del tamaño de un vasito. Conecté mi MP3 al parlante y empezó a sonar "Somebody"Somebody, somebody
Somebody else, somebodySomehow, some day, someway, somebody
...- Yo ya tengo a alguien.- dijo Louis repentinamente.- Son tres personas que son los mejores amigos del mundo, y pueden hacerte olvidar todos tus estúpidos problemas aunque sea, por unos minutos. Chicos, ustedes son realmente increíbles.
- ¿Para qué están los mejores amigos, Lou?- Contestó con una gran sonrisa Alex
- Dónde sea y cuándo sea, vamos a estar para ti, apoyándote y ayudándote en todo lo que necesites.- Bruno le apretó la mano.
- Somos cuatro contra el mundo. Determinémonos. Hagamos del mundo nuestra pista de baile, somos dueños de nuestros sueños, ¿Por qué no cumplirlos? Si estamos juntos somos invencibles. Tenemos un gran destino y oportunidades por descubrir.- Agregué como si fuese algo demasiado importante como para no comentarlo
-... ¿Y así quieres que deje de llamarte "el muchacho poeta"?- bromeó el capitán del equipo de lacrosse. No tardaron en hacerse presente las carcajadas estruendosas de los tres chicos
- Oh, cierra la boca, Al.- También me habían contagiado la alegría, así que empecé a reírme junto con ellos.
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Nuestra Lucha
Teen FictionUna decisión puede cambiar toda tu vida, y el amor juega un roll importante en esta ocasión. ¿Qué harías tú por él? Muchas personas caminarían sobre brasas al fuego vivo, otras cruzarían el Océano Pacífico nadando. El amor nos ciega, hacemos cualqui...