¿Lo recuerdas? (League of Legends/Jaytor) [Oneshot]

¿Lo recuerdas?

Viktor observó al piltillo con curiosidad, se notaba tenso, molesto, irritado.

- ¿Qué ocurre, Jayce?

- Guarda silencio, estoy concentrado.

Viktor hizo una mueca y se sentó a lado de su compañero. Era bien sabido que entre ellos dos había una fuerte rivalidad por viejas cuentas del pasado, pero lo que muy pocos sabían era que, a pesar de sus diferencias y errores, de vez en cuando se juntaban para hablar. Más que nada, se juntaban cuando querían ¿Recordar los viejos tiempos? Quizá no lo admitían, pero era verdad, se extrañaban el uno al otro, extrañaban ser jóvenes y tontos. La excusa de esta vez era comprobar algunas teorías que Viktor había hecho.

Así fue cómo Jayce logró quedarse en la "casa" de Viktor durante un tiempo, ya estaban a punto de cumplir los cuatro días de dormir, comer y ducharse bajo el mismo techo. Un hecho que les emocionaba, pero ninguno lo admitía y preferían esconderlo bajo el supuesto trabajo que realizaban juntos.

Pero no podían mentirse, realmente querían estar cerca uno del otro. Incluso extrañaban sus peleas por desacuerdos en la escuela, cuando se culpaban de estar equivocados uno al otro y al final terminaban almorzando juntos, escuchando sus ideas, y quizá haciendo alguna cosa más privada.

¿Cómo fue que llegaron a "odiarse" tanto?

- Terminé.

- ¿Qué estabas haciendo? - Cuestionó el heraldo.

- Comprobando si le sentaron bien las actualizaciones a esta belleza. - Dijo, palmeando su bien apreciado martillo fabricado por él mismo. - ... No quiero que se dañe de nuevo ¿Sabes? - Mencionó, y extrañamente, Viktor sonrió bajo la máscara. Sí, recordaba aquel momento.

Hace unos meses, Jayce quiso implementar un par de cosas a su martillo de Mercurio, pero lamentablemente el martillo terminó dañándose, y sin dudar, el piltillo fue en busca de la única persona en la que podía confiar para arreglar su preciada arma.

Viktor se sorprendió ciertamente, pero lo recibió gustoso.

Fue así como en cuestión de días, Jayce recuperó su martillo y eso alegró bastante al piltillo, pero tenía que admitir, lo que más le gustó de todo el proceso de reparación, fue pasar una semana entera junto al heraldo de metal.

Tenían gustos similares y sus pensamientos muchas veces eran idénticos, no era extraño que si divirtieran uno a lado del otro a pesar de todo... ¿o sí?

Era hilarante el cómo ambos terminaban riendo a carcajadas por bromas que sólo ellos entendían, lo disfrutaban bastante, pero la parte mala de todo eso era cuando llegaba el arrepentimiento, se arrepentían claramente de haber terminado con su larga... Relación.

Sin embargo, ninguno hablaba, ninguno admitía o daba señales de algo, todo se lo guardaban para ellos solos, el dolor, no querían compartirlo.

El zaunita pronto salió de sus pensamientos al escuchar la voz de Jayce, girándose hacia él, ladeó un poco la cabeza, no había entendido una sola palabra, era normal en él cuando se metía demasiado en su mente, era tan amplia, tan misteriosa y compleja... Quizá, hasta cierto punto, Viktor tampoco la entendía.

- ¿Me llamaste? - Cuestionó el zaunita claramente intrigado, lo cual hizo reír al héroe de Piltover, que pronto apoyó los codos en la mesa, observando a quién se suponía era su némesis.

- Sí, eso hice. Te preguntaba si querías ir a tomar algo, ha pasado ya unos meses desde que fuimos a por algunas bebidas juntos. - Alegó recordando las veces que iban a los bares de Zaun por algunos tragos, ¿quizá una mala costumbre de ambos? Además, se ponían a competir sobre quién resistía más, y siempre Viktor llevaba la delantera, podría tomarse una botella de Vodka o Ron entera y ni sentía el mareo. Pues era cierto que Viktor bebía demasiado alcohol, bueno, quizá no tanto cómo Gragas, tampoco es que fuera un alcohólico, pero en su época de depresión, se la pasaba ebrio la mayor parte del tiempo hasta que se dio cuenta que no valía la pena gastar su tiempo.
La ventaja de esa tontería, ahora podía beber tanto cómo quisiera y apenas llegar a marearse.