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 10/11/2015

Emma llegó a casa dos días después de su nacimiento y estaba algo asustado al respecto. Todo estaba listo para su llegada o era lo que quería creer. Tenía un pequeño moisés a un lado de mi cama al igual que un cambiador para bebé repleto de ropa tejida y conjuntos completos en colores amarillos y blancos. 

—Toma bien su cabeza, Shawn. Ella sigue siendo muy frágil.—Mamá me advirtió abriendo la puerta del auto para que pudiese bajar de él. Observé con cuidado el pequeño rostro de mi hija y la acobijé para poder salir. Hacía un frío de lo peor afuera y lo que menos quería en este momento era que pescara un resfriado siendo tan pequeña.

—La dejaré dormir.

—Déjala sobre tu cama, le cambiarás el pañal y limpiarás su ombligo en un rato.

—Pero no sé hacerlo.

—Tienes que aprender. Cuando vivan solos nadie va a ayudarte.—Suspiré y dejé a la niña en medio de la cama pero casi de inmediato mamá la levantó.—No, cielo. Si dejas a Emma de esta manera puede rodar y caer. Las almohadas que ha traído tu tía Mariah son para eso, debes colocarlas en medio de la cama y dejar al bebé entre ellas.

No sé absolutamente nada de bebés, ¿Cómo criaré a Emma sin que ella muera en el intento?

  11/11/2015

Sí, Emma sobrevivió la primera noche a mi cuidado aunque al hacerlo aprendí dos puntos muy importantes. 

Número uno, nunca calientes la mamila de un bebé en el horno microondas.

Número dos, si ella llora trata de no llorar a la par solo se pondrá ansiosa y no se callará hasta el amanecer.

—¿Tienes una idea de como seguirás con tus clases y tu trabajo teniendo a Emma?.—Bajé un poco la mirada para observar como mi hija dormía succionando con pereza su chupete.

—Pensar es lo último que hago desde que Emma llegó.

—¿Has hablado con Anna? Ella es la madre y...

—No quiere ser parte de su vida y no voy a obligarla. Prefiero que Emma sea feliz teniendo solo a uno de sus padres.

—¿En que momento creciste tanto, cielo?.

—¿No puedes cuidarla por las mañanas?

—Solo por las tardes. Quedamos en que tú te harías completamente responsable por ella. Tendrás que llevarla contigo o conseguir a alguien que cuide de ella.

.

—¿Has traído a una bebé a clases?.—Mi rubio amigo miró algo de confusión la rara cangurera rosa que me hacia ver como si tuviese una enorme barriga.

—¿De que bebé me hablas?.—Claro que no pude hacerme el tonto por mucho tiempo ya que Emma se quejó ruidosamente.—Solo no digas nada, por ahora. 

—¿Es la hija de Anna? Amigo, deberías dejar a esa pequeña con su mamá y...

—Emma no tiene una. Anna decidió que no quería saber nada de ella desde el inicio y no me interesa. 

—Bueno, al menos un bebé atrae a más chicas que un perrito. Te veo en álgebra.—James tocó con cuidado la mejilla de mi hija antes de partir directo a sus clases mientras yo me vi obligado a tener una visita a la oficina del decano.

—Necesito una buena explicación para poder pasar por alto el hecho de que hayas traído a tu hija a la institución.—Dijo sin siquiera dejarme desearle los buenos días. Aquí vamos.

   24/12/2015

Veinticuatro de diciembre, a estas alturas Emma contaba con seis semanas de vida y era la niña más quejumbrosa que pudiese existir pero no importaba, la amaba más que a la vida misma. Me encontré con Anna un par de veces en los pasillos de la escuela, pero ésta al verme con el cochecito de Emma se daba la vuelta ignorando la situación por completo. De igual manera nadie le quitaría el titulo de adolescente embarazada durante un tiempo.

James tuvo razón en cuanto al asunto de chicas y bebés se trataba, al menos el sesenta por ciento de las chicas del instituto han tenido a Emma en sus brazos y han tratado de tener una cita conmigo aunque fuese en el almuerzo. No me interesaba en lo absoluto, mi vida era lo suficientemente difícil ahora siendo padre adolescente como para complicarme la existencia con una chica. O al menos eso esperaba.

Llegaron las vacaciones de invierno y con ello las festividades navideñas, la mayoría de mi familia solo había escuchado sobre mi situación pero nadie había tenido la oportunidad de conocer a Emma en persona por lo que esta noche me tenia algo ansioso.

—No te preocupes, Shawn. Si dicen algo podemos irnos.

—Solo quiero que la acepten, digo no creo que puedan molestarla solo tiene seis semanas.

—Tienes razón.

—Le he comprado un obsequio.

—Es muy pequeña para recibir uno.

—Sé que le gustará.

Tal vez tenía un trabajo mediocre pero me era suficiente para cubrir las necesidades de mi hija y si tenia los recursos necesarios la consentiría tanto como me fuera posible. Mi familia recibió a Emma con halagos y besos por toda su cara que terminaron por fastidiarla, la mayoría de las personas presentes la recibieron con cariño aunque las malas miradas y los murmuros no se hicieron esperar mucho tiempo. Emma pasó por muchísimos pares de brazos antes de volver a los míos y quedarse completamente dormida cuando se sintió segura.

—¿Es difícil?

—¿Qué?

—Tener diecisiete con una hija.

—Algún día pasaría, tal vez fue muy pronto pero puedo manejarlo.—O eso creo.

—¡Es hora de abrir los regalos!.—Gritó uno de mis primos más pequeños mientras corría directamente al árbol de navidad.

Saqué del bolso de Emma una pequeña cajita dorada y la dejé debajo de los regalos, ella estaba algo pequeña para entender lo que pasaba pero no importaba. Era algo que conservaría y valoraría por años.

—Esto es para ti.— John extendió la pequeña cajita dorada hacia Emma, quien solo supe estirar sus manos y frotar su cara con pereza. Tomé la caja y comencé a abrirla con cuidado hasta sacar por completo aquella cadena de oro blanco con su nombre grabado en una pequeña pieza en forma de corazón. 

Mientras estés a mi lado, voy a consentirte tanto como me sea posible, Emma.

Mientras estés a mi lado, voy a consentirte tanto como me sea posible, Emma

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Dedicado a

Nina1227
-MelonftGrier
ForeverAlone_0000
HappyHomeofRoses
SHAWNIEKING

Teen Daddy. {Shawn Mendes Fan Fiction}*Donde viven las historias. Descúbrelo ahora