No sólo existen las madres adolescentes.
Inicio - 05/02/2017♥
Final - 11/04/2017♥
Dedicación por comentario en cada capítulo♥
Portada hecha por Isa_my_live_reading♡
Emma está cumpliendo dos meses de edad, es más curiosa en cuanto a su entorno y las personas que le rodean. Creí que con ello comenzaría a dormir un poco mas por las noches pero no, solo se vuelve un poco más gruñona.
Extrañaba un poco esa preciosa carita de bebé recién nacido pero a cambio solo guardaba en mi mente y la memoria externa de mi teléfono las hermosas facciones que su rostro comenzaba a tomar, tendría una mandíbula ligeramente cuadrada como la mía y su nariz sería exactamente igual a la de Anna, sus ojos en este momento contaban con un hermoso color grisáceo que tarde o temprano se volvería castaño.
La experiencia que estaba viviendo era única a pesar de tener que lidiar con regularidad con las miradas reprobatorias de las personas a mi alrededor y los sustos que puede recibir un chiquillo sin experiencia como yo.
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16/11/2015
—¡Mamá! ¡Mamá, algo ha ocurrido con Emma! ¡Mamá!.—Sé que me mataría por despertarla a las dos con cincuenta y dos de la madrugada pero realmente estaba asustado. La pinza que Emma tenía en su estómago se había zafado de su barriga y sangraba un poco, creo que la he cagado.
—Espero tengas una buena razón para haberme despertado.—Ella miró la barriga de mi hija y me miró con ternura. ¿Porque diablos actúa así en una situación como esta?.—Oh hijo, se ha caído su ombligo.
—¡No, mamá! ¿Que diablos hice? Llama a su doctor.
—No, hijo. Es completamente normal, hasta puedes conservarlo. Yo tengo el tuyo guardado en uno de mis cajones.
—Sustos que dan gusto.—Susurré para mí mismo mientras seguía con el trabajo de cambiar el apestoso pañal de mi hija.
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—¿Emma se ha dormido?.—Me eché en el sofá y cerré los ojos por un momento antes de mirar como mamá se dedicaba a tejer una cobija para Emma, últimamente su vida se resumía a tejer cualquier cosa que se le ocurriese cuando no estaba trabajando.
—Sí. Estoy cansado, mamá.
—Lo estás haciendo genial. Emma es muy afortunada por tener un buen papá.
—A veces siento que no lo hago bien. Siento que ella merece otra vida.
—Emma no podría estar en mejores brazos que los tuyos. Me alegra muchísimo que no hayas huido de la situación y enfrentaras las consecuencias.
Mis padres no estaban juntos desde que tengo memoria, y según las versiones que he escuchado pude llegar a la conclusión de que mi padre solo era un chico que no quería responsabilidades y se desentendió de todo, justo como Anna lo hizo.
Pensando en ello solo pude pensar ¿Emma necesita una figura materna en su vida? Claro que lo necesitaba, tenía miedo de criarla como chico y terminar haciendo que saliera con chicas. Tal vez, dentro de unos meses, deba comenzar a buscar una buena mamá para mi hija.
09/01/2016
—Estoy nervioso.
—¿Porque?
—Nunca había tenida una cita con una menor de edad.
—No seas un idiota.—Reí ante el comentario de James.—Tiene dos meses y no estás teniendo una cita con ella. Solo nos haces el favor de llevarnos a su pediatra, le toca una vacuna.
—Después me acompañarás a comer mariscos, ¿Cierto?
—Sí pero no tengo con quien dejar a Emma. ¿No te molesta si nos acompaña?
—Aprendí a vivir con ello desde que la llevaste a clases la primera vez.
La cita de Emma con el doctor duró más de lo que esperaba y eso solo causó su malhumor. James se desesperó un poco por los constantes quejidos y lloriqueo de mi hija mientras yo solo deseaba haberme puesto un puto condón la noche en la que ella fue concebida.
—Calma a tu hija, hermano. Nos van a echar de éste lugar.
—¿Crees que no lo intento? Nunca había estado tan insoportable.—Comenzaba a sentirme presionado, comenzaba a sentir una grave ansiedad y ganas de dejarla en su cochecito y simplemente alejarme pero no podía hacerlo. Era mi hija, además era ilegal.—Vamos, Emma. Solo cálmate.
Salí del establecimiento haciendo malabares con mi hija en un brazo mientras intentaba maniobrar con mi mano izquierda el estorboso cochecito que parecía pesar lo doble de su peso habitual. No sabía lo que hacía y no me percaté de eso hasta que escuché una queja y como alguien caía. Cuando levanté la mirada, solo pude notar a una chica pelirroja sentada frente al cochecito mientras me miraba algo molesta.
—Tienes que mirar por donde vas, amigo.
—Lo siento.—Las constantes quejas de esa chica, el llanto de Emma y el llamado de James fue suficiente. Solo dejé a la niña en brazos de mi amigo y me alejé. Sé que lo que hacía estaba mal pero ya no podía con la situación.
Solo me alejé cinco minutos, solo necesité cinco minutos para volver a poner todo en perspectiva y darme cuenta que estaba actuando como un idiota irresponsable.
Volví a aquel lugar y noté la mirada algo nerviosa de James sobre mí mientras que aquella chica a la que había atropellado me miraba con algo de culpabilidad. Tomé a Emma en brazos y la abracé contra mi pecho, me sentía jodidamente culpable por lo que hice.
—Lo siento mucho, cielo. No volverá a pasar.—Miré a la chica algo avergonzado y hablé.—Lo siento. No sabía por donde iba.
—No hay cuidado. Creo que nos veremos después.
No pude admirar por mucho tiempo su rostro, pero solo sé que era muy linda. Aunque, bueno, ella es joven y no creo que quiera involucrarse con un chico con una responsabilidad tan grande como la mía.
Lamento mucho lo que hice hoy, Emma. Nunca más volveré a dejarte de esa manera.
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