El inicio del falso adiós

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-Sé que no puedes olvidar el hecho de no poder recordar a ese chico, pero... necesitas dejarlo ir, para que yo pueda estar un poco más tranquilo. Para que los dos lo estemos. - Y sí, probablemente lo mejor era dejarlo ir. Jinyoung lo había pensado alguna vez, pero seguía aferrado a esa idea. Quería saber quién era él y porqué no lograba recordarlo de todo, porqué le costaba tanto.

En los pasados días no hacía más que pensar en un chico, el cual no tenía rostro, pero no eran recuerdos nítidos. Eran vagas memorias que no hacían más que atormentarle. Trataba de esforzarse, sin importar el millar de veces que el doctor le había dicho que de hacerlo se causaría más daño del original. Pero, sí, había llegado al límite. Era hora de rendirse. Aquellos vagos recuerdos de alguien, que al final de cuentas no parecía tener identidad o forma de conocerla, le causaban estragos. Había decidido llegar hasta ahí. Trataría de no pensar más en eso. De ser posible, hasta bloquear ese recuerdo de lo inmemorable, ese vacío. ¿Y por qué no? Quizá recibir esa ayuda profesional que Mark tanto le ofreció, para lograr una mejor estabilidad emocional.

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Después de tanto tiempo en el que Mark intentó, arduamente, Jinyoung decidió tomarle la palabra y visitar a un especialista. Un viernes por la mañana, luego de la rutina y un relajante baño, atendió la cita con el psicólogo que había acordado con una semana de anticipación vía telefónica. Cargó su bolso consigo. Mark dijo que no podía acompañarlo, que después entendería las razones, así que llevó un libro para leer mientras aguardaba en la sala de espera pues, como le explicaron anteriormente, en algunas ocasiones las citas se extendían de casos a casos.

Antes de cambiar de la 259 a la página 260 una grave voz masculina vociferó su nombre. Era su turno. Cerró aquel pesado libro de 533 páginas, no sin antes poner el separador en su lugar, y lo guardo en el bolso de falsa piel que llevaba colgando del hombro. Mordió su labio con nerviosismo, ya que desde siempre le habían dado miedo los consultorios médicos, especialmente los especializados en la comprensión de la mente humana. Caminó con diminutos pasos hacia el interior de la habitación, agarrando el bolso con ambos manos, aferrándolo a su cuerpo. -Toma asiento- indicó la voz que anteriormente lo llamó por su nombre.

Esa cita médica dio paso a una larga conversación. Miedos, temores, recuerdos, subconsciente, inconsciente. Todo salió a flote. Jinyoung se dio cuenta que eso era lo que había necesitado desde el inicio, que siempre se negó, pero ahora estaba sintiendo que realmente tenía oportunidad de volver a vivir. Esa fue la primera de un sinfín de citas. Recibió un tratamiento medicado pues, aparentemente, su problema necesitaba de la medicación de algunos antidepresivos, somníferos y muchas cosas más. Él lograba notar la mejoría, aunque comenzaba a sentir la ausencia de su adorado novio.

Desde el momento en que comenzaron las citas con el psiquiatra, Mark dejó de verlo.
Mark fue desapareciendo poco a poco, junto a sus problemas, junto a sus memorias.

"... necesitas dejarlo ir, para que yo pueda estar un poco más tranquilo. Para que los dos lo estemos."

Agnosia [MarkJin/마크진]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora