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— ¡Iseul! — Gritó Jungkook, corriendo detrás de ella.

Sin embargo, Iseul no se detenía. Ella solo corría por los pasillos, y al llegar a las escaleras, también las bajó corriendo.

Luego de haber salido al campus, Jungkook comenzó a acelerar el paso y logró alcanzarla. La detuvo tomando su brazo y jalándola hacia él.

— ¡Déjame! — Grito Iseul, y comenzó a golpearlo en el pecho. — ¡Déjame, déjame, déjame, déjame! — Los golpes habían comenzado con un poco de fuerza, pero a medida que seguía golpeándolo, los mismos iban bajando su fuerza hasta que casi no los sentía.

La voz de la niña también bajó de intensidad, siendo que había comenzado como un grito y ahora era un susurro.

— Tranquila, Iseul. Todo estará bien... — Jungkook abrazó a Iseul, pero ella lo empujó.

— ¡No! — Gritó nuevamente. — ¡No, Jungmi, nada estará bien! —Iseul no había dejado de llorar.

— Sí, lo estará. Yo misma me encargaré de ello. — Jungkook intentó volver a abrazarla, pero Iseul volvió a alejarlo

— ¡No Jungmi! ¡No entiendes! Ella nunca me dejará en paz. — Comenzó a retroceder. — Ella me había prometido que pararía, pero no lo hizo. No me dejará nunca.

— ¿Cómo pudiste creerle una promesa a esa idiota, Iseul? Cariño, ella nunca parará a menos que la obliguemos a que lo haga. — Jungkook avanzaba a medida que ella se alejaba.

— No... ella realmente se iba a detener. Estoy segura... — Iseul miro hacia el suelo, pero luego volvió su vista hacia Jungkook con rabia. — ¡Es culpa tuya! ¡Ella me ha vuelto a molestar culpa tuya! — Iseul empujó a Jungkook y luego volvió a retroceder.

— ¿Culpa mía? — Jungkook se quedó estático en el lugar, frunciendo el ceño y sin comprender. — ¿De qué esas hablado?

— Si tú tan solo... si tan solo hubieses aceptado las burlas... si no te hubieses defendido... — Iseul parecía hablar más para ella misma que para Jungkook. — ¡Si te hubieses dejado pisotear, no me hubiese vuelto a molestar! ¡Ese era el trato!

— ¡¿De qué mierda estás hablando, Iseul?! — Jungkook comenzaba a perder la paciencia.

— ¡Ella había prometido dejar de molestarme si le daba algo con qué divertirse! — Iseul volvió a retroceder. — ¡Entonces se lo di! ¡Pero tú te defendiste!

Entonces, Jungkook comprendió todo.

— Iseul... — Incrédulo, y rogando estar equivocado, continuó: — ¿Tú le has dicho a Danbi que me gustaba Jimin?

Iseul tardó en responder, pero finalmente lo hizo.

— Sí, he sido yo. — Murmuró.

— ¿Qué? — Preguntó, pese a haber escuchado perfectamente sus palabras.

Jungkook se sentía traicionado, más que nada porque él también había comenzado a confiar en Iseul en un punto.

— ¡Que he sido yo! ¡Yo se lo dije, así dejaba de molestarme! — Jungkook rió irónico. — Me estaban molestando. Eran las tres, Danbi, Yoora y Sunhi.

— Oh, cállate. — Ordenó Jungkook, con una sonrisa sarcástica.

— Estaban empujándome y obligándome a comer. Yo quería que se detengan, pero ellas seguían molestándome diciéndome que una gorda debía comer siempre. — Iseul temblaba mientras contaba su relato.

— He dicho que te calles. — El semblante de Jungkook se volvió serio.

— Les dije que se detuvieran y... y Danbi me dijo que se detendría sólo si le daba algo más con qué divertirse. Entonces yo...

Gender Bender「ᴠᴋᴏᴏᴋ」Donde viven las historias. Descúbrelo ahora