Cujo - Sterek

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Irse solo a casa fue raro, ya no tenia que preocuparse por encontrarse los zapatos llenos de babas, ni de pasear a Derek para que no le dejara ningún "regalito" en la alfombra del salón, ni pasar el aspirador por el sofá porque estaba todo lleno de pelos. Nop, no tendría que salir con un cordón de los zapatos atado a una mano mientras el estúpido cachorro lo mordisqueaba porque le dolían los dientes. En resumidas cuentas, esa noche, por fin, después de casi 23 días, dormiría tranquilo sin unas pequeñas patitas aplastandole la columna y esa respiración lobuna contra su oreja y ...y...¡¡Joder¡¡ Iba a aburrirse mucho.

Entro en la casa sin siquiera mirar si había alguien en la casa. ¿Para que? Sabia perfectamente que su padre le tocaba turno doble, así que tendría toooooda la casa para hacer.....Nada. No se pelearía con Derek por sentarse sobre su camiseta, ni por ...

-ARRGGGHHHH. ¡¡Deja de pensar en Derek¡¡- Grito llevándose las manos a la cabeza en un vano intento de apartar al Alpha de sus pensamientos. Algo que habría podido funcionar si nada mas entrar en la cocina no se hubiera encontrado de bruces con un Patricio de juguete que hacia pareja con el de Bob, Esponja que el mismo le había comprado a Derek hacia ya casi un mes. El corazón se le cayo a los pies cuando leyó la nota:

-Para que Derek tenga otro amigo con quien jugar.

Ay, Dios. ¿Como iba a decirle a su padre que Derek había Digievolucionado a un lobo de metro ochenta e igual de grande que un ropero empotrado.

Nop, sin duda no era algo fácil de explicar.

Tendría que mentirle y decirle que lo había atropellado un coche o una familia lo había adoptado o algo parecido. Se sintió la peor persona del mundo por tener que volver a mentirle a su padre pero era lo mejor. Aunque eso no significaba que ese sentimiento lo abandonara. Le acompaño hasta la ducha donde el agua tibia le relajo los músculos y consiguió que la culpabilidad mermara un poco. Algo que terminaría por diluirse en cuanto se acostara un rato y pudiera disfrutar por fin de su propia cama.

Asintió mentalmente mientras se dirigía a su cuarto con la toalla envolviéndole la cintura. Hoy por fin podría quedarse en pelota picada en su cuarto, sin ningún perro pervertido que le mirara y, si quería, se masturbaría como el adolescente hormonado que era.

Si, sin duda ese era un buen plan. Una pena que hiper hormonada mente cambiara de opinión a mitad del pasillo haciéndole recordar el momento en el que Derek volvió a ser humano.

¿Por que había vuelto? ¿ Tal vez el golpe en la cabeza de la bruja sirvió de algo? ¿O fue la amenaza de los cazadores?.

Esos pensamientos consiguieron frustrarlo de tal forma que comenzó a morderse el labio al ver que no tenia ninguna respuesta para las docenas de preguntas que se abultaban en su mente.
Entro en su cuarto contabilizando las preguntas sin respuesta con una mano mientras que con la otra se agarraba la toalla. Tenia que haber una respuesta. Que el recordara no hizo nada extraño esa mañana. Solo se vistió y se dirigió hacia la estación de autobús. Se aplasto el cerebro en un vano intento de recordar algo sin dejar de mordisquearse los labios. Maldijo por lo bajo, hacia mas de dos años que no lo hacia -el morderse el labio inferior- era un tic que creyó superado pero como siempre, desde que conoció a los lobos, se equivoco.

-Stilessssss.

La voz oscura de Derek le dio un susto tan grande que soltó un grito de lo mas femenino a la vez que salto hacia atrás llevándose las manos al pecho.

-Joder...¡¡Derek¡¡ ¿¿Que quieres, provocarme un ataque al corazón??- Bramo cerrando con fuerza las manos sobre su toalla que amenazo sutilmente con caerse.

El Alpha no dijo nada, solo lo miro ladeando la cabeza, con la misma expresión que algunos perros miran a sus amos cuando no les entienden. Fue un gesto raro en Hale, un gesto que hizo que su mente empezara a trabajar a mil por hora y que, sin saber porque, llegara a la conclusión de que el asunto no había acabado.