La noche es mi único amor

Capitulo 4: Un momento de felicidad

Capítulo 4: Un momento de felicidad

Me desperté gracias a una pequeña pesadilla, me acerque a la ventana y mire el infinito como mis ojos de enamorada, me molestaba no saber lo que está pensando y no es que lo piense a veces, es que es mi pensamiento. Me dirijo a la cocina por un vaso de naranja sin pulpa, al mirar el reloj veo que eran las 11.45 de la mañana era un poco tarde para mi clase de futbol americano. La naranja lo deje para después, me fui corriendo hacia mi entrenamiento... mientras que corría no me acordaba de mucho lo que paso a noche, ¿Pero que me pasaba? Me cuesta recordar solo me viene a la memoria el beso y la lluvia de estrellas. No era más que una molestia. Dentro de cinco minutos empezaría a jugar, me apure bastante... al llegar, la cancha estaba vacía. Ningún compañero estaba, solo se encontraba sin ninguna casualidad Leirbag, él nunca estuvo. Me acerque a él y le pregunte.

-¿Tu qué haces acá?... ¿Acaso eres nuevo?... Explícame que paso –Se lo dije mientras que lo veía con cara rara.

-Tranquila... no pasó nada grabe, solo es que no hay entrenamiento... ven acompáñame- Me agarro de la mano.

-¿Porque cuando me dices siempre "acompáñeme" hay un momento en que nos besamos o eso va a suceder?... Vamos dímelo acá –Le dije mientras le soltaba la mano.

Como no me lo dijo en el mismo lugar que estaba parada, él se fue otra vez a sentarse en la banca... creo que me estaba retando para que yo valla a su lujar, no caeré en sus juegos. Me ofendí, no quería hablarle por lo que me hizo, pero sabía que yo tenía la culpa... me retracte y me fui a su lado. Me senté a su lado, lo mire y le dije pregunte que pasaba porque quería que vaya a donde él quería ir. Me conto que solo quería llevarme a ver una película, pero él sabía que a mí me enamoraba los detalles no importaban si era una caja de chocolate o tal vez un ramo de flores, así que lo único que hizo fue darme un pequeño beso. Nos levantamos y me dijo.

-¿Vamos, me acompañas?...

Caminaba abrazada a él, de tan enamorados que estamos parecía que todo se pausaba alrededor la gente empezaba a mirarnos raro. No sabía a donde tenía que ir solo me llevaba a un lugar donde pronto lo conocería, nos paramos en una florería donde el me compro una flor blanca, me gusto bastante y me enamoraba por ese detalle mínimo... pero creo que solo ese no era mi regalo definitivo. Después de caminar varias cuadras el me compro un anillo y un collar me dejo elegirlo a mí ya que él no sabía si me iban a gustar. Se me hizo muy tierno esos detallitos que me fascinaban. El destino estaba escrito, los dos teníamos que juntarnos y todo sería un sueño de paz, de todas las mujeres del mundo yo me sentía la más feliz. Todos esos regalos que me compro eran una belleza, encontré al chico ideal o eso sentía yo, al salir de la tienda lo bese profundamente como toda una princesa creo que le quedo bien en claro que me encantaba esos regalos. Me conoció demasiado pronto pero no fue culpa suya, la flecha atravesó nuestros corazones y nos unió. Me dijo que iríamos a mi casa, que veríamos una película, practicaríamos béisbol u otro deporte... por un momento me pareció entretenida esas ideas, ya que estaba un poco cansada de estar en citas solo quería divertirme haciendo una actividad.

En mi casa nos pusimos a ver una película romántica, antes de poner la película habíamos preparados unas palomitas con un café caliente, nos arropamos juntados en el sillones viéndola sin apartar la cabeza de uno. Estoy tan loca por el que creo que lo pierdo, por eso estoy tan nerviosa como creo que no lo puedo enamorar. Solo estoy confundida como cualquiera lo estaría, me faltaba un poco más de cariño... es que sufro al pensar que puede olvidarse de mí. Las cosas no son claras o así es como la veo yo, detrás de cada beso se oculta algo... no es fácil descifrar pero si se puede explicar, un solo beso expresa lo que siente cada emoción al recibir una felicidad. Leirbag se fue a la cocina por unas galletitas que compro antes de venir, al venir otra vez al comedor él me dijo.

-Lynn... ¿Qué tal si mañana vienes a mi casa?... Dijo así conoces a mis padres, te aseguro que te caerán de lo mejor –Al terminar de hablar me abraza.

-¿Mañana?... ¿Pero es muy temprano para conocerlos? Pero si tú quieres...no tengo ningún problema –Se lo dije con voz dudosa.

-De acuerdo, mañana visitaremos a mis padres –Termino de hablar y medio un beso en la mejilla.

Me encontraba un poco nerviosa, para conocer a sus padres era muy temprano y creía que teníamos que hacer una espera de tiempo... no teníamos que apurarnos pero el insistía bastante y no le iba a negárselo. Esperaba caerles bien. Le pregunte qué tal son sus padres él me dijo que son los mejores, son amables, bondadosos, dulces, cariñosos y nada estrictos. Bueno, eso me aliviaría por toda la noche ya que podría desvelarme pensando en que hablar... me conto también que tenía una hermana mayor llamada Ayelén, ellos dos se consideraban hermanos aunque no sean de sangre ya que él y Ayelén son adoptados de una familia de dos papas. Se puso un poco triste la situación, él fue abandonado al nacer y cuando era un niño conoció a su hermana que ella estaba a punto de ser adoptada junto a él. Por la mitad de la película me levanto para agarrar el juego de naranja que la deje a la mañana. En la puerta de la cocina pude ver que Lincoln se acercó a mi novio, no sé lo que le pide pero creo que era para jugar en la PlayStation... Leirbag grita.

-¡Lynn, voy a jugar un rato con tu hermano, la película la dejamos para después!

-¡No hay problema... yo me iré a mi cuarto para elegir la ropa que usare mañana!...

En mi habitación quería elegir una vestimenta conveniente para dar una buena impresión a sus padres, sé que es mañana a la noche pero me encontraba muy nerviosa y quería ya tener la ropa elegida e no hacerlo a último momento. Elegí una remera manga larga azul, una bufanda circular tejida blanca, un gorro de lana de color azul, unos pantalones negros con zapatillas azules...es que me gustar usar ropa minimalista. Todo eso lo deje en una silla para no olvidarme, deje el anillo y el collar en la mesita de luz. Deje que los chicos se divirtieran un poco, ya que Leirbag podía estar cansado de ser un poco empalagoso. Igual resulta que yo también estoy cansada de ser melosa. Paso media hora y mi novio me ha llamado, el quiera ver la película ya que Lincoln se fue a leer un par de comic. Creo que mi hermano nos quiso dejar para que la feliz pareja no termine. En el comedor empezamos a ver la película de donde la dejamos, cuando el me mira siento que estoy en el cielo. Después que estuvo tres horas en mi casa llego la hora de la despedida un adiós que no significara para siempre sino un rato, antes de irse nos tomamos de la mano y nos dimos un beso, ninguno de los dos quiso separarse del otro... ese abrazo que nos dimos fue un gusto tan simple que expresaban un afecto inimaginable. ¿Qué pasaría mañana a la noche?

Continuara...

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