Capitulo seis: ¿Sabes qué día es hoy?

93 3 0
                                    

LILI:

-Lili, despierta.-era la voz de Ema- Ya es lunes, tienes que despertarte.

Agarró una almohada y comenzó a golpearme la cara. Gruñí, y me revolví en las sabanas. Ella siguió golpeándome, pero traté de seguir durmiendo.

-Des-pier-ta.

Se subió a la cama y saltó sobre mí. Grité, y la corrí a un lado, fulminándola con la mirada, haciendo que caiga al piso.

-Tu hermana se va de viaje, ¿y así es como la tratas?

-No ves a tu hermana por una semana, ¿y aun así la obligas a ir a la escuela?-dije con voz dramática.

Hizo una mueca, y lanzó mi uniforme a mi cara.

-Vístete.

***

-¡Adiós mamá!-grité.-Adiós, Ema.

El autobús estaba esperándome en la entrada. Subí y el conductor me saludó. Odiaba tomar el autobús, solo los de primer año iban, o algún que otro más grande. Era vergonzoso. Mi casa quedaba a unas cuadras, era viajar en esto, o despertarme más temprano e ir caminando. Preferí lo primero.

-Hola, Blacke. Siéntate conmigo.

Era un chico de segundo año. Lo había visto algunas veces, por su llamativo afro, pero ni siquiera sabía su nombre.

-Y tú… ¿Quién eres?

-Soy Alf.- dijo mientras se corría al asiento de la ventana, y daba pequeños golpecitos en el otro, para que me sentara.

Me quedé parada.

-¿Alf? ¿Cómo la serie?

Rodó los ojos.

-Me llamo Alfredo… Sé que quieres hablar, pero mejor siéntate, preciosa.- me miró de arriba abajo, con sus antejos cuadrados de montura negra.

-Soy mayor que tú.-dije, mirándolo fijo.

Me miró confundido.

-¿Qué no estás en séptimo?

Rodé los ojos, con un gruñido. Me senté detrás de él.

-Tengo dieciséis.-le dije.

-Oh, dieciséis años, y aun viajas en autobús para ir a la escuela.

-¿Tienes algún problema?- lo miré con desprecio.

-Tranquila, tranquila, solo bromeaba.- dijo, levantando las manos a sus costados.-Yo tengo diecisiete.

Lo mire asombrada, levantando las cejas.

-¿Qué no eres de segundo?

-No, soy de cuarto. Mayor que tú.-creí que era de segundo, parecía más pequeño, por la altura. Claro, era más alto que yo, soy demasiado pequeñita. Teníamos algo en común.- Igual, llámame.-dijo, con voz lenta y baja, haciendo con la mano un teléfono falso, y giñando un ojo.

Puse los ojos en blanco, y me cambie de asiento, al de atrás de todo.

Por dios.

***

-Liliana Blacke, tu prueba.-anunció el profesor McCuven.

Me levanté lentamente. La agarré, pero no vi la nota.

-Mírala por mi.- le di la prueba a Emily, y me recosté en el banco.

Espero unos segundos y dijo:

Amores y castigosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora