Esperando

Retrospección

Yuri dio un par de pasos hacia atrás y se vio a si mismo en el reflejo de uno de los espejos del hall, no podía ser un omega, no. Toda su vida pensó que sería un alfa, por todos los cielos y es mas, todos lo creían así, su actitud lo demostraba.

Pero eso no era lo peor, lo que le parecía algo horrible era que su alfa destinado era Viktor, el traidor de Viktor.

Le escocieron los ojos nuevamente pero no se permitiría llorar, era lo suficientemente fuerte como para actuar con naturalidad, o eso creía.

JJ se había dado cuenta de lo que le pasaba por las feromonas que al parecer no dejaban de salir disparadas de su cuerpo y eso suponía que el resto de las personas también lo habían notado.

Se burlarían de él por aquel descuido pero él no tenia la culpa ¿Cómo iba a saber que le sucedería eso y justamente a minutos de una competencia?

Se despabiló cuando recordó la competencia y haciendo uso de todo su autocontrol se alejó del grupo para salir en busca de alguien que le pudiera ayudar.

– ¡Mila!

Corrió hacia la chica que se encontraba charlando con las demás competidoras femeninas y ésta de inmediato notó lo que pasaba ¡Todo el puto mundo lo notaba! Pero ella sin que siquiera se lo pidiera, lo tomó de su mano y lo llevó hacia su habitación en aquel hotel para darle lo que necesitaba en ese instante, una caja de supresores, si una caja completa. Nunca mas la llamaría bruja.

Se fue al baño con ellas y de inmediato se tomó una de las pastillas mientras que se miraba en el espejo. Su ceño estaba fruncido y sus ojos se notaban un poco mas brillantes que de costumbre. Largó el agua y se mojó las manos para luego pasarlas por su cara y su cuello bajo la nuca, había sudado mucho en un par de minutos y necesitaba estar limpio y cómodo, sobre todo porque se le hacía tarde.

Salió de la habitación junto a Mila y a pesar de tener miles de preguntas, no le hizo ninguna y Mila, respetuosa, no dijo nada.

Ya de vuelta en el hall vio de reojo solo para encontrarse con un Viktor afligido y un Yuuri que solo miraba hacia un costado con una sonrisa mas falsa que el supuesto matrimonio que ese par iba a tener.

Eso le hizo suspirar pesado y negar con la cabeza un par de veces.

¿No había dicho ya que él no creía nada de esa pareja? ¿Que sabía que no duraría? ¿Que era una relación de ego e idolatría?

¿Pero si lo sabía, por qué le dolía?

Porque si, le dolía verlos así, ver a Viktor opacado por sus demonios y por una nueva promesa sin cumplir. La promesa por la que lo había abandonado, la promesa de estar con Yuuri por siempre.

No quería verlo de esa forma, no quería que Viktor estuviera mal e incluso, si pudiera cambiar de alguna manera y hacer que Yuuri fuera el omega de Viktor, lo haría. Era su Ágape, su amor incondicional.

¿Sería de hecho, que sintiera todo esto porque era su omega? No sabía como explicarse las cosas, dado que meses antes los quería muertos a ambos... Y ahora estaba triste, dolido, porque a su cuerpo se le había ocurrido jugarle una mala pasada que duraría toda la vida. Ese era su karma, por desearle el mal al otro par.

– ¡Yuri!

Justo cuando caminaba hacia la salida que daba a la pista, Viktor lo llamó con urgencia. No quería verlo pero sentía que le tiraba con cables invisibles, que su cuerpo se tensaba solo de escucharlo y que sus pies se giraban para poder quedar de frente a él.

Unas cuantas horas antes no habría sido de esa forma, porque habría creído, obviamente, que era a Yuuri a quien llamaba.

– Viktor, no, no ahora, estoy a pocos minutos de salir, si quieres hablar tendrá que ser después...