Poesía de un imbecil

Cama Almada

Niño joven
Niño hombre

No te dejan dormir
Los ruidos que toman té
Tus dedos fríos están al igual que tu confianza
Los adiós a los demás muy pocos serán
Bocas del diablo
Dormirán

¡No!
El mar trago tóxico tomó
El metal lo obligó
Nadie nos salvará de el cielo, Dios
Amigos 'despedidos' suerte ¡Ja!

¡Mentiras vividas!
¡Ignorancia vigente!
...
Viejo, no prepares el lugar
Sabes que no vendrán
Tu gorrito fiestero
Los espera sonriente

Minutos y minutos corren
El sigue sentando en su mesa grande

La torta y los globos lo acompañan
En su solitaria espera
La vela se apago
El postre para los invitados se derritió

Suspira y mira la mesa vacía con tristeza, sus ojos al borde del llanto
Yo un mesero, lo veía mientras la cena servía

Sentía pena por el

Toma una copa y una cuchara
Se levanta de su silla con un poco de dificultad
Tose y hace ruido con las dos.

"Disculpen, es que hoy es mi cumpleaños y como pudieron apreciar, mi familia no ésta.
Por favor... Alegren mi noche melancólica con su juventud alegre"

Todo el restaurante unió sus mesas alrededor de él
El lugar brillaba por las luces y las sonrisas, todos estaban de ánimo, bailaban y cantaban.

La abuela se fue por la puerta trasera

Comían todos de la pequeña torta que había en su mesa

Lloraba de la felicidad y reía de amor ajeno
...
Queda todo en oscuridad, sumergido de silencio
El hombre brillo
Camino a la entrada y se despidió

Olvido su gorro fiestero
Corriendo trato de alcanzarlo pero la puerta principal se cerro
Salgo afuera, miro alrededor
Y me di cuenta de algo...
Que lo perdí y nunca me despedí

"Adiós viejo"