CAPÍTULO 3

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Maikel en multimedia

Estoy en frente al espejo grande de mi habitación pensando que ponerme. No me considero una chica gordita, pero tampoco delgada, simplemente media.

He decidido que me pondré el vestido azul que me compré.

Es de un color azul celeste, de mangas largas de encaje, escote recto con el tronco también de encaje pero con tela para no transparentar y baja en una falda lisa de volante que llega un poco más arriba de las rodillas. Me pongo unos tacones de plataforma negros y decido arreglarme un poco mi melena castaña.

Entro al baño y enchufo la plancha, mientras espero a que caliente me maquillo un poco, no me echo base, no tengo la piel muy mal y no quiero empezar a estropearla a estas alturas, me hago la raya de arriba en los ojos y me echo un poco de rimel. Me desenredo el pelo y me hago unos tirabuzones con la plancha. Una vez acabo me paso el cepillo otra vez para que se abran un poco y no queden tan marcados (no me gustan tan exagerados).

Una vez lista preparo mi bolso de mano negro; meto mi móvil, 10€ por si pasa cualquier cosa, mis llaves y mi DNI.

Cojo mi móvil y le mando un Whatsapp a Nuria avisándole de que ya salgo.

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Ya son las 21:00 estoy llegando a la plaza y me vibra el móvil en el bolso. Mensajes.

-Alai, mi madre me encasquetó a mi primo, ¿te molesta si viene con nosotras?

-No pasa nada tranquila, ya llegué a la plaza, te estoy esperando.

-Si perdona, ya voy.

Guardo el móvil de nuevo en el bolso y espero a Nuria sentada en un banco de la plaza.


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-¡Gordiiiii!- me dice la loca de mi mejor amiga chillando mientras se acerca hacia mi corriendo.

-¡Locaaa!

De repente se le tuerce un pie con los tacones y se pone a correr de nuevo como si nada mientras yo estallo en carcajadas.

-No te rías de mi, mala persona- me dice abrazándome.

Siento una carcajada entrar por mis oídos, y no es de Nuria, pero si es conocida. Miro hacia atrás de Nuria y...

-No me jodas- digo de repente.

-Hombre "gatita", parece que vamos a pasar la noche juntos, quien fuera a decirlo-me dice arrogante el inútil que acabó con mi paciencia esta mañana.

¿Os acordáis cuando dije que sí a que viniera este gorila? Vale, pues soy retrasada.

Al final la noche mala va a ser para mi...

-"Gatita"-me dice burlón con su asquerosa cara de creído. -¿Qué pasa, te comió la lengua el gato? JAJAJA

¡MALDITO!¡LO ODIO!

-Mira gorila asqueroso, más vale que me dejes disfrutar la noche porque si no me aseguraré de arrancarte tu tercera pierna.

-¡Alai!-me dice mi amiga haciéndose la sorprendida.

-Yo solo aviso...-le digo.

-Pero que carácter por favor, que mal educada- dice él buscándome las cosquillas.

-Prefiero tener este carácter- digo mientras me acerco- a ser un egocéntrico asqueroso como tú, porque llegará un día en que te quedes muy solo por creído nene, no eres el centro del universo-digo empujándole con mi dedo índice en su pecho.

Él se ríe a carcajadas mientras que Nuria no deja de mirarnos anonadada por la situación.


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¡Dos veces!, ¡van dos malditas veces! Que este imbécil me tira el hueso de las aceitunas que a el listillo de Maikel se le ocurrió añadir como parte del "banquete". Me acerco a él seductoramente con mi copa en la mano y acerco mi boca a su oído.

-La venganza es dulce- le digo susurrando mientras me alejo rápido fijándome en su cara de duda y le vuelco el líquido de mi copa en su cabeza.

Toda la gente alrededor mira. Mucho se ríen y él, no hace más que mirarme con cara de...

-Te vas a enterar-me dice rápido cogiéndome a saco de patatas y corriendo hacia la salida.



Hemos llegado a la calle, desierta, fría. Comienzo a temblar mientras sigo chillándole que me baje y dándole puñetazos en la espalda con la intención de conseguir que me baje, pero parece que hacen más efecto en mis manos que en su espalda...

-¡Bájame! ¡Bájame ya! ¡Gorila!-digo a gritos cesando los golpes- Bájame por favor, me estoy mareando-digo rendida.

-¿Qué dijiste, perdona? No te escuché muy bien.-dice burlón.

-Que me bajes.

-Ah, bueno-me ignora.

-¡Que me bajes por favor! ¿Mejor?- digo enfadándome.

-Si gatita-dice bajándome despacio.

-Deja de llamarme así-le digo un poco molesta.

-¿Por qué? ¿Te molesta?-dice extrañado.

-Sí, no me gusta, así que no lo digas más, por favor...

-Vale gatita.

-¿Me estás vacilando?-digo mirándole fijamente a los ojos.

-No hagas eso-dice de repente muy serio y con voz grave.

-¿El qué ? -digo un poco asustada, le ha cambiado por completo la expresión.

Él cierra los ojos y respira profundamente.

-Nada gatita, sube-me dice volviendo a la normalidad.

-Eres raro, ¿a dónde?

-Al coche que tienes detrás-dice mientras aprieta el botón de unas llaves de un BMW. La familia de Nuria al igual que la mía también tiene mucho dinero, nuestros padres no se pueden quejar de trabajo.

Miro a mi alrededor y no tengo ni una sola pizca de idea de donde estamos así que decido subirme. Arranca y el coche empieza a hacer su camino.

-¿A dónde vamos?-pregunto interesada.

¿De qué me conoces?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora