CAPÍTULO 1

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Ya me rallé.
¿De verdad soy tan estúpida de cada día tachar un número en el calendario? ¡Si no quiero empezar las clases!
¡Es horrible! Tan solo quedan tres días para meterme cual aguja en un pajar en la universidad, mi primer año, mi gran cambio, ese para el que me he estado preparando tanto tiempo.

Son las 12:00 y tengo la sensación de estar sola en casa. Salgo de mi habitación como un zombie y bajo las escaleras. Entro en la cocina y me preparo el desayuno, un tazón de leche y unas tortitas, como siempre.
En fin, si que estoy sola, como todas las mañanas.

Bueno, estaba sola hasta que un imbécil aporreó mi puerta. Cuando abro, me encuentro con un chico, puede que de mi edad, alto, delgado, fuerte, sí, bastante fuerte, de ojos verdes y pelo castaño claro. Que la verdad, no conozco de nada.

-¡EY! ¡DESPIERTA!

-¡NO ME CHILLES!

-Pues deja de babear mirándome bonita y dame el balón, que se me calló en tu patio.

-¿Se puede saber quien carajo eres? ¡Y yo no babeo por niñatos mal criados comos tú!

-A bueno... La niñita se levantó con el pie izquierdo, ¿qué pasó? ¿Te dejó tu novio? Jajajaja.

-Para tu información egocéntrico del demonio, no tengo novio porque todos me parecéis unos gilipollas, y dos bonito, como vuelvas a tirar tu balón a mi, MI patio, lo pincho, ¿te quedó claro?

-Que brava eres ga-ti-ta, ¿arañas?.- Me dice con tono burlón

-Aggg, márchate, ¡ya!.- Le lanzo el balón al fondo de la calle y cuando cierro la puerta escucho unas enormes y sonoras carcajadas provenientes del imbécil que me acaba de estropear el día, para variar.

Pero... ¿Quién era? Conozco a todo el barrio desde que era un bichito que jugaba a las Barbies, y puedo jurar que ese tío no es de aquí.

Después de acabar mi desayuno tras la interrupción de cierto personaje, decido ir a vestirme, pero recibo una llamada, es Nuria, mi mejor amiga, me llama para ir a dar una vuelta por el centro comercial.

Una vez estoy en mi habitación recuerdo que hace dos días me dejé mi chaqueta favorita en el parque de la ciudad y no he vuelto a encontrarla, maldito el ladrón...
Al final, opto por vestirme con unos pitillos negros rotos por la rodilla, una camiseta blanca con letras negras "NO BOYS, NO PROBLEMS" y mis Reebook blancas, como no una sudadera negra de cremallera.

Cojo mis llaves, mi móvil y cojo 50€ de mi "caja fuerte" y los meto en la funda del móvil.
(La llamo así porque es una simple caja de cartón guardada en el fondo de uno de los cajones de mi armario).

Voy al baño, me cepillo el pelo, me pongo rimel y me hecho colonia. Me miro al espejo y...

-¡Lista!

Salgo de casa, de camino a la parada del autobús voy fijándome en unos niños pequeños jugando, en el que supongo será el jardín de su casa. La verdad, hecho de menos a mi hermana, desde que se peleó con mamá no he vuelto a saber nada más de ella.

Estoy esperando en la parada del autobús. Creo que Nuria me matará, estoy llegando tarde otra vez, como de costumbre.

Cuando el autobús llega, pago y como siempre, me siento atrás del todo. Voy mirando por la ventana hasta que siento mi móvil vibrar, un mensaje de Nuria.

Nuria:  Ey, ya estoy en el centro comercial, te espero en la puerta principal, y no tardes...Que te conozco.

Yo: Yo acabo de subirme al autobús, ha llegado un poco tarde, en nada te veo.

Nuria: Maldito conductor, siempre llegando tarde...

Yo: Jajajaja

Me siento un poco mal por el pobre conductor, no es el mismo de siempre, no es el salido y pedófilo que había antes. Este es un chico de unos 30 años que tiene pinta de ser majo. En fin... Fui yo la que salió tarde de casa, tenía que desenredarme bien el pelo.

La última vez que no me aseguré de desenredarme bien el pelo fui con un enorme nudo en la parte de atrás, parecía una bola de pelo, ese día todo el instituto empezó a llamarme "la gata" o "gatita".

-Pero...Espera un momento...Aquel imbécil...¿¡De qué me conoce!?

Cuando me doy cuenta está todo el autobús mirándome, porque lo he dicho en alto, como no, yo siempre cagándola.

Mientras intento que se me quite la rojez de la cara, miro el móvil, no porque tenga mensajes, si no por pura disimulación, antes de que mi cara parezca completamente un tomate.

Pero volviendo al tema, ¿de qué me conocerá ese inútil?

¿De qué me conoces?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora