Así es la vida, ¿no? Sin elecciones ni soluciones, una simple acción, un simple respirar y exhalar las 24 horas al día. Pero siempre nos complicamos y nunca valoramos ese simple echo de existir. Como dice el famoso refrán, “Vivir no es sólo existir, sino existir y crear, saber gozar y sufrir y no dormir sin soñar. Descansar, es empezar a morir”
Yo simplemente supe que no se puede dar marchas atrás, que todo lo vivido, vivido esta, que sin duda es como un camino de sentido único y final desconocido. A veces pasarnos años sin vivir, muertos en un interior, y de pronto toda nuestra vida se concentra en un solo instante. Ese mismo instante en donde mueres, mueres de verdad.
Capítulo Nº 1. ¿Es real o un delirio?
Se preguntaran ¿Cómo es que morí? ¿O, Cómo fue el momento en que deje de existir? Para mi, el solo recordarlo hace que mi mente explote, dolor y una opresión en mi pecho. Ese recuerdo se vuelve borroso, al menos al ver el impacto con el camión de carga que conducía en sentido contrario, chocando bruscamente y lanzándome al vacio del mar. No fue una muerte clandestina, pero tampoco fue dolorosa. Simplemente cerré mis ojos y una niebla me inundo, quede tendida en la arena con el sol tocando mi piel.
El estar muerta te hace sentir vacía, como si tu alma se fugara sin previo aviso, dejándote tan sola como nunca. ¿Que siento al saber que morí y no puedo regresar a vivir? Miedo, porque estar en el asecho, es como morir de a poco, aun si ya has muerto. Si, yo, Marie Keith Field, sin pulsaciones.
Ahora, después de cinco años en este mismo estando, ni siquiera el viento que surge cuando camino notan y eso me aterra. Me aterra demasiado el saber que por siempre caminare, a la simple nada.
Cuando desperté en la playa, creí que estaba viva, que un milagro había surgido, que había salido ilesa. Me supervice si tenia alguna herida, pero no, no habia nada, ni un solo rasguño, mis manos se posaron en mi cabello aun segua con ese tono dorado de costumbre, me refleje en el agua, anque mi mirada se veia apagada y cansada, mis ojos aun mostraban ese color normalmente azul.
Me dirigí en busca de ayuda y encontré a un hombre cincuentón en su barco de pesca gritándoles a otros una orden. Corrí hacia el hombre y le grite, el hombre ni siquiera me noto, como si mi presencia no estuviera, y era exactamente eso, era solo una insignificante alma. Tome las riendas y me dirigí hacia la calle principal del pueblo. Al pasar por la gente ni siquiera se limitaban a mirarme, pero no me dio importancia, al menos porque aun no sabía en que estaba metida. Llame a unas ancianas, pero estas simplemente siguieron con su charla matutina, el mundo me ignoraba. Tome mis manos y las dirigí a mi cabeza, masajeándome la cien, pensando desesperada y esquivando la posibilidad de que ya no existía.
Después de meditar y aceptar, pensé como podre continuar mi camino si aun sigo en este mundo, no es cierto, ¿que cuando mueres vas al cielo, o simplemente vas hacia esa luz? Porque yo no veo ninguna luz ni un milagro que pueda ayudarme. Y ahora retomando mi “vida actual” sentada en este banco de plaza oxidado y viejo viendo que la gente no nota mi presencia. Sentí como alguien se sentaba a mi lado.
–Odio la nieve, es absurdo y aburrido, no crees?
Estaba hablando conmigo, mire por todos lados, pero sus ojos se dirigían a los míos. ¿Cómo era posible que alguien pudiera verme? Imposible, tal vez deliraba, más de lo normal.
–Oye, ¿eres muda o que? – Movió su cabello y se acerco más a mí. Tal vez no eran delirios, era real, alguien captaba mi presencia, era mi boleto hacia la libertan, el podría ayudarme.
Frase del capitulo:
El Pasado es solo una historia que solo nos contamos a nosotros mismos, solo eso.
N/A:
HOLAA! Espero que les halla gustado el primer capitulo, aunque es corto u.u espero que les guste tanto como a mi! No olviden comentar y votar, esto me ayudaría muchisisimo! Esto es un proyecto, si les gusta la continuo y si no. Pues… no. :D Les dejo una foto de quien es para mi Keith!...
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En busca del último milagro. Louis Tomlinson (Proyecto)
Novela JuvenilKeith es una adolecente-fantasma con los pies en la tierra —por no decir que quedo varada en la tierra por no cumplir una de sus promesas—. Cansada de rondar como un espectro invisible decide buscar ayuda en alguien, alguien que pueda verla y es ahí...