V : << Café express >>

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Dijo que estaba esperándome, que debía salir en cosa de 15 minutos. No me dijo el motivo de su prontitud, tampoco era alguien que tenía derecho a preguntarle de su vida privada, al fin y el cabo solo teníamos a nuestros amigos que nos unían.

Me sentí helada, corriendo esta extraña sensación por todo mi cuerpo, cada centímetro se congelaba y mis piernas no querían dar más pasos, también mi cabeza estaba analizando y creando nuevas conclusiones de lo que sucedería al conocer a James, conocer su forma de actuar y pensar. Pero existían claramente dos posibilidades, primeramente seria que se podría dar el inicio a una nueva amistad o que fuéramos enemigos por el resto de nuestras vidas, pero ocurrió lo siguiente...

Luego de dar varios pasos por la ciudad, de ir con incertidumbre y timidez, empuje la gran puerta que me daba la bienvenida al Café "La Francesa", con una infraestructura amplia, con un gran candelabro al centro, diferentes mesas a su alrededor, las cuales tenían flores de vivos y resplandecientes colores. Había mucha gente, me sería difícil identificar a James entre la multitud, considerando que mi estatura y el poco tacón de mis zapatos no ayudan de nada. Mirando de un lado a otro, solo observaba personas consumiendo las especialidades y delicias que servían, pero mis ojos se detuvieron al observar señas desde la mesa n°20 que estaba prácticamente al fondo del gran local, debiendo cruzar por muchas mesas y tratar de no fastidiar a ningún garzón. Mis pies avanzaban rápidamente entre el descontrol de individuos con sus bandejas de acero que entraban y salían de una puerta. Cuando estaba a punto de llegar, decidí por alzar mí mirada y nuevamente sus ojos y su hermosa sonrisa se daban cuenta de mi presencia, por su parte, él me regaló una leve sonrisa, diciendo:

-- ¡Ow Kat, ya era hora!, realmente no dimensionaba tu llegada, pero una parte de mí estaba confiando en que te tendría sentada en frente. - dijo, finalizando con una sutil sonrisa dibujada en su angelical rostro.

Se mantuvo un silencio, instancia en que llego el garzón para tomar nuestra orden, indicando que platillos o refrescos tenían disponibles. Espere que James dijera lo que desearía comer, pero cuando toco mi turno, él dijo:

--¿Tomaras té verde helado o no? -dijo, mirándome y mi respuesta fue afirmativa con la cabeza.

El garzón me consulto si quería pedir algo para comer o simplemente tomaría té, de alguna forma le hice entender que no necesitaba nada más que eso. Fue entonces que se marchó y me quede muda, no sabía si decir algo podría jugarme a favor o en contra, si mirarlo sería incomodo, pero sus labios pronunciaron:

--¿Te sientes bien o sueles ser así? ¿Kat?-dijo con una rara expresión en su rostro.

Levante la mirada, debía mentirle y decirle que no me sentía del todo bien o decirle que realmente no actuó de la mejor forma frente a chicos, menos si son amigos de mis amigos y mucho menos si son guapos. Me dije a mis adentros, - háblale ahora o quedaremos como idiotas, después llegara riéndose de esto con los chicos-. Con esto, le dije:

--¡Lo siento, perdóname!, es que no sabía cómo decir que tienes un moco en la nariz, toma.- le dije riendo y entregándole un pañuelo.

Era mentira sobre la supuesta mucosidad que estaba en su nariz, pero fue la primera forma divertida para comenzar una charla, considerando que el olor a café, la calidez del ambiente y el ingreso-salida de la gente, era agobiante. James estaba de todos los colores del arcoíris, aunque suene exagerado, pero de un momento paso su piel morena a pigmentación pálida, tomando color sus pómulos. Me miro y también comenzó a reír, entonces yo reía más fuerte y él se paró de su asiento, diciendo:

--Mientras esperas nuestra orden, iré al baño y chequeare que tan andan las cosas con mi nariz-dijo liberando una pequeña carcajada.

--Está bien, tomate tu tiempo-dije sonriendo

Apenas James se dirigió al baño que estaba a unos pasos de nosotros, chequee mi celular para ver si Derek, Hannah o Joseph me habían dejado algún mensaje, una llamada o algo por el estilo, ya que mi celular estaba en modo silencio con el objetivo de no interrumpir mi casi "cita" con James, porque desde mi perspectiva esta podía ser como una cita, obviamente no una de novios, sino de dos conocidos completamente desconocidos, sonaba raro...pero así lo era.

Justamente tenía en mi bandeja de entrada un mensaje, lo abrí y era Derek, su mensaje a simple vista era breve, quizás solo quería saludar o contarme algo:

Derek: -- "Kat, ¿Cómo has estado?, espero que a la noche te conectes y conversemos. Esta semana fue muy larga para mí. Saludos y buen día: D". -

Tenía tiempo para responderle, James se estaba demorando, llevaba más de 5 minutos y eso sí que era raro en un chico. Le escribí y si soy sincera, esperaba también poder hablar con él, lo echaba mucho de menos y quizás debía confiar lentamente en su amistad, creyendo que el contar mis problemas a personas externas a mi día a día, podrían tener una solución más eficaz. Divisé a James con su blanca sonrisa, cruzando unas mesas que estaban próximas a nosotros, ni si quiera había llegado nuestra orden como para decirle: -"Wou, mira que asombroso se ve, creo que deberíamos probarlo"-o alguna ridiculez por el estilo, para mantener la buena onda, que ya se había expandido entre ambos. Rápidamente, tecleé y le dije a Derek:

Kat: --"Me parece perfecto que hablemos a la noche, tendré más tiempo, ahora me encuentro ocupada con tanto quehacer y he tenido dificultades dentro de mi círculo de amigos, en una de esas te cuento y me das opciones de que podría hacer. También te deseo un buen día, cuídate". -

Enviando el mensaje, siento el ruido de la silla contra el suelo y la presencia de James nuevamente en la mesa n°20. Guardo mi celular disimuladamente y con un simple chasquido emitido por él, llega el garzón que nos había atendido, por un momento pensé que mi cita actuaria de la forma más incorrecta y grosera de la vida, pero dijo:

--¿Necesitan ayuda allá a dentro?-dijo sonriéndole y mirándome de reojo

--Disculpe Señor, la demanda de hoy ha sido altísima y tenemos poco personal, pero si su pregunta se debe a que su orden aun no llega, enseguida se la traigo. -dijo nervioso con su bandeja y libreta en mano.

Mire a James, él miraba la mesa y al garzón que apresuradamente se dirigía a buscar mi té y el bocadillo que había ordenado. De repente, él giro su mirada hacia a mí para continuar nuestra conversación y sin darme cuenta me dijo:

--Tus mejillas...que tierna luces así, ¿Tienes calor?-dijo, tocando mi mejilla derecha, mientras sonreía nuevamente. No dejaba de sonreír y no sabía si era una forma de agradarme o es que siempre era así con todos.

--¿Qué tienen?-dije asustada, poniendo mi mano sobre la suya para tocar mi mejilla

--Está ardiendo, deberías desabrigarte un poco, el ambiente esta temperado y eso quizás provoque que tengas tus mejillas carmesíes. -dijo fijando su mirada en mis ojos, por lo cual pude sentir el cálido color de sus ojos.

En medio de este tierno, romántico pero perturbador momento, llega por fin el garzón, con mi refresco y el bocadillo de James. Posiciono nuestra orden de acuerdo a lo que cada uno deseaba y la suave mano de mi compañero se contrajo para tomar un utensilio y provocar de su bocadillo, que no sabía con exactitud de que era. Mientras tanto, aproveche...





CONTINUARA

{A cada uno de los lectores, les agradezco su apoyo, solo pido que comenten que les parecen los capítulos 💜✨. Besos sabor vainilla a todos}

CATFISH: la distancia siempre trae problemas©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora