Iba a estrangular a mi hermana.
No tenía ni idea que lo de "permanecer en casa" iba a ser tan difícil de conseguir cuando ella estuviera con Kat. Tan pronto como estaban juntas, el sentido común caía en picado desde la azotea de un edificio cercano.
Hoy no estaban en casa.
Las había estado observando desde la ventana del salón. Pasados quince minutos desde que llegamos del instituto, la puerta principal de la casa de Kat se abrió y, como esperaba, salieron, directas hacia el coche de Kat.
Los brazos de Dee estaban vacíos, pero Kat llevaba una pila de libros. Los puso con cuidado en el asiento trasero del coche. Me sorprendió que no les pusiera el cinturón de seguridad.
Kat se puso tras el volante y Dee se subió al asiento del copiloto. Mientras Kat sacaba el coche del camino de entrada, resistí el impulso de golpearme la cabeza con la ventana y me aparté del cristal. Salí fuera y troté por el porche, sumergiéndome en la tenue luminosidad del sol de la tarde. El coche de Kat desapareció de la vista. Crucé la calzada y empecé a correr una vez estuve entre los árboles.
Tomando mi verdadera forma, las seguí hasta la ciudad. Me sentía como un maldito acosador, e iba a culpar a mi hermana por ello. No tendría la necesidad de seguirlas si se hubieran quedado en un lugar hasta que el halo desapareciera. Hasta entonces, estaría literalmente a unos pocos pasos detrás de ellas. No permitiría que mi hermana acabase herida.
Y también mantendría... a Kat a salvo.
No podía decir que me sorprendiera cuando Kat aparcó en un lugar cerca de la biblioteca, no muy lejos de donde la atacaron.
Disminuyendo la velocidad, me mantuve a un edificio de distancia. Lo último que necesitaba era a Kat viéndome. Salieron del coche, y Kat abrió la puerta de atrás, cogiendo los libros. Pensando que Kat iba a devolverlos a la biblioteca, esperé hasta que entraron en el edificio antes de acercarme más.
¿Cómo podía leer tanto esta chica? Había un montón de pilas de libros por toda su casa; podría tener su propia biblioteca. ¿Y añadiendo todo eso a los libros que leíamos en el instituto?
Kat era una auténtica friki.
Por alguna razón, las comisuras de mis labios se alzaron en una sonrisa irónica mientras caminaba por un lado de la biblioteca. Desde mi posición aventajada podía verlas sin que me vieran.
Me apoyé sobre la pared de ladrillo. Tío, ahora sí que era un auténtico acosador. Sacudiendo la cabeza, saqué mi móvil. Las cosas que tenía que hacer para proteger a mi hermana. Cliqueando sobre una aplicación, abrí el Candy Crush.
El nivel 852 era un auténtico cabrón.
Unos quince minutos más tarde, escuché la risa ronca de Kat. El hecho de que reconociera su risa me molestaba. Cerrando la aplicación, deslicé mi móvil en el bolsillo y me dirigí hacia la esquina del edificio. Unos segundos más tarde las vi llegando a la acera.
Me puse rígido.
Dee miró alrededor, e incluso aunque no podía verme a través de la parte posterior de su cabeza, podía sentir que estaba cerca. Iba a tener que aguantar mucha mierda después, pero que estuviera por ahí con Kat cuando ésta parecía una maldita bombilla era peligroso.
Mi hermana se aclaró la garganta. "Entonces, ¿por qué has llevado todos esos libros a la biblioteca y los has puesto al azar en las estanterías?".
Pestañeé. ¿Cómo?.
Kat volvió a reírse y observó a Dee. Llevaba dos libros más, los debía de haber cogido ahora. De nuevo, ¿Cómo demonios podía leer tanto? Era como un superpoder.
Un superpoder friki.
"Es algo que mi padre y yo solíamos hacer antes...antes de que enfermara." Trasladó los libros a un solo brazo "Él creía en compartir los libros que más te gustaban, para que otras personas pudieran experimentarlos también. Es algo que seguí haciendo después de que muriese, pero no había tenido la oportunidad de hacerlo desde que me mudé aquí. Sé que es un poco cursi, pero... es una forma de honrarle. Al menos para mí."
"No es cursi. Para nada." Respondió Dee, sonriéndola.
Cruzaron la estrecha calle, y no pude escuchar lo que estuvieran diciéndose. No importaba que no pudieran, porque la estabaobservando y estaba pensando en... en Dawson.
En cómo seguía pasando al menos un día a la semana viendo cualquier cosa en la televisión que estuviera relacionado con fantasmas, porque era lo que solía hacer con Dawson. Sí, no era tan desinteresado como lo que Kat hacía, pero era lo mismo.
Estaba honrando la memoria de su padre.
Yo estaba honrando la de Dawson.
Y podía respetarlo. Nada de ello era cursi, porque eran esas cosas las que ayudaban a aligerar la pena de perder a alguien que formaba parte de tu vida.
Le di muchas vueltas a aquello en la cabeza mientras volvía a casa y después, en mitad de la noche, cuando no podía dormir y decidí salir a patrullar en vez de quedarme mirando al techo, pensé en lo raro que era.
Kat, una pequeña humana friki, y yo, un para nada pequeño humano friki, teníamos algo en común. No era un vínculo superficial como disfrutar con las mismas películas o programas. No. Esta era la clase de similitud que nadie, humano o Luxen quisiera compartir, pero nosotros lo hacíamos, a pesar de todas nuestras diferencias.
Y eso la hacía más... real para mí.
***
Si pueden dejen su voto y comentario, que ayudan mucho y me dan ánimos para seguir ❤️
También pueden seguirme, estoy escribiendo algunas novelas y probablemente suba más extras de libros, porque a mí me encantan, por lo tanto, no encuentro razón para no compartirlos con otros fans.Besos,
Agus.
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Extras oficiales de la saga Lux
Teen FictionEstos son pequeños relatos de la saga Lux. TODOS estan escritos por Jennifer L. Armentrout Eso quiere decir que son oficiales. En estos relatos vas a enontrar cosas como escenas eliminadas, POV Daemon, entrevistas, la boda de ellos, y... algo MUY e...