7- La jaula, POV Daemon

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Estar sentado en clase es el último lugar donde querría estar en un día normal, pero me estaba matando estar allí. Quería estar en casa con Dee. Aunque poco podía hacer por ella. Las palabras no ayudan contra el dolor, pero odiaba no poder estar allí por ella. Y también quería estar con Kat. Sí, estaba en el mismo edificio que yo, pero no era lo mismo. Quería estar cerca de ella.

No tenía ni idea de qué forma estaba dibujando el profesor en la pizarra. La única cosa que veía era lo hermosa que se había visto Kat en mi cama, lo maravilloso que había sido sentirla y saborearla. Aún podía sentirla incluso sin proponérmelo. Era de locos. Asombroso.

Estirando las piernas, aún no podía creer cómo me había detenido.

¿Hice lo correcto? Tío, iba a necesitar un sujetador deportivo pronto.

Pero pararme en aquél momento pareció lo correcto. Habíamos pasado por un montón de cosas. Honestamente, no quería que nuestra primera vez se viera enturbiada por el dolor y la ira. Puede que no nos hubiéramos sentido así en el momento y puede que sí, pero no quería arriesgarme.

Cuando la clase terminó, salí al pasillo y saqué el móvil de mi bolsillo. Fruncí el ceño a la vez que andaba esquivando a mis compañeros. Me había llegado un mensaje de Kat unos cuarenta minutos antes. Molesto por no haberlo visto antes, lo abrí.

Mamá ha tenido un accidente. Voy hacia el hospital.

Me paré en seco, y mi estómago se revolvió. ¿Dónde había trabajado la madre de Kat la noche anterior? Busqué la respuesta en mi cerebro. Winchester. Las carreteras aún eran muy resbaladizas en algunas áreas y estaban cubiertas de nieve en otras. Caminando por el transitado pasillo, llamé rápidamente a Kat.

Sonó y sonó. Pero no hubo respuesta.

La dejé un mensaje, luchando contra el impulso de salir corriendo del instituto y encontrar a Kat. EL problema es que no sabía a qué hospital ella había ido. Podría ser cualquiera desde aquí hasta Winchester. Tenía que esperar hasta que ella me respondiera.

La paciencia era una virtud en la que yo no creía.

Antes de entrar en mi siguiente clase, llamé a Dee. Estaba como era de esperar. Mal. Aguantar la clase de historia fue una verdadera prueba de control. Cuando se aceró la hora del almuerzo y aún no había recibido respuesta de Kat después de intentar llamarla de nuevo y escribirla otro mensaje, me di cuenta de que no podía permanecer más tiempo en el instituto.

Mientras me encaminaba hacia la salida, volví a intentarlo. Ella seguía sin responder y un sentimiento de intranquilidad nació dentro de mí, como una piscina de ácido. La línea telefónica fallaba en muchos sitios en el pueblo y en el camino hacia Virginia, pero ella ya debería haber llegado a Winchester y Kat...ya me habría devuelto las llamadas, especialmente después de todo lo que había pasado.

Me pasé por casa de los Thompson antes de ir a casa. La pena se aferraba a las paredes como un molde. Pasando tiempo con ellos, me encontré perdido en lo que se refería a lo que podría hacer o decir. Un extraño momento en mi vida, pero la muerte era un vacío que no podía entender. Estás aquí un momento y al siguiente te has ido. La muerte era así de rápida. Habrá un funeral privado en la comunidad. El cuerpo de Adam será incinerado, como manda la tradición, y luego no habrá nada.

No había ya nada excepto los recuerdos.

Centrado en esos recuerdos, empecé a andar hacia la casa vacía, donde anduve de un lago para otro como un lunático. Pasaron varias horas sin noticias de Kat, y empecé a sentirme desesperado. ¿Y si la madre de Kat había muerto y ella estaba tan desconsolada que no podía llamarme? ¿Y si había tenido un accidente de camino al hospital? Su coche aún estaba en el camino de entrada de su casa, por lo que supuse que el Sr Michaels la había llevado.

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