Capitulo 28

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Narra Lauren

Después de 5 horas en el auto lo mejor que me podía suceder era verla ahí, de pie junto al gran portón que tenia como entrada su casa, tardé segundos en detener el auto frente a ella, pero realmente pareció una eternidad, había pasado una semana desde que había confesado lo que sentía a la que ahora es mi novia y moría por verla, por poder estar junto a ella, besándola, abrazándola y llenándola de detalles, sentía la necesidad de hacerle saber que tan profundamente le amo, bajé la ventana de mi nuevo auto pues sabía que ella no lo reconocería, y al notar como esta bajaba volteo el rostro, imagine que ella estaba pensando que era algún tipo presumido que se había detenido a intentar ligar o algo por el estilo, y ver su reacción me encanto, estaba tan ajena a mi, que fue hasta que hablé que ella aún con incredulidad volteo de nuevo su rostro y confirmó que se trataba de su novia

L: ¿Esperas a alguien hermosa?. Pregunté intentando sonar sería y cambiar un poco mi voz, lo que fue en vano, ella volteo de inmediato al reconocer mi voz, con una sonrisa en su rostro que podría jurar es la más hermosa que he visto a lo largo de mi vida, sonreí pues ella es mi felicidad

C: Espero a mi novia, pero dado el caso que no aparece podría perderme contigo unas horas. Su voz salió sexy y seductora, pero en sus facciones no se reflejaba nada de eso, solo reflejaba ternura y amor, en mi rostro una sonrisa sínica apareció

L: Pues si esta dispuesta podría darle la mejor aventura de su vida, créame no se arrepentirá. Abrí la puerta y baje del auto viéndola sonreír aún, rodee mi auto y quedé frente a ella, nuestras miradas parecían imanes tan fuertes que no se podían despegar la una de la otra, nos encontrábamos después de una semana de mensajes cursis, y distancias largas, al fin volví a sentirme en casa, estaba siendo rodeada por sus brazos y la más cálida sensación invadió mi cuerpo

C: Hola hermosa. Habló alejándose un poco sin romper el abrazo, sus brazos en mi cuello y los míos en su cintura eran el lugar seguro de ambas, me contuve de besarla, Dios sabe las ganas que tengo de hacerlo pero realmente no me quiero exponer, y mucho menos a ella

L: Te vez simplemente perfecta. Dejé un suave beso en su mejilla, de inmediato se sonrojó, verla tan expuesta me hacia quererla aún más si eso es posible

C: Me muero por besarte. Susurro en mi oído, cada segundo que estoy a su lado me entero que nunca será suficiente lo que haga por demostrarle cuanto amor creó en mi

L: Vamos Camz, yo también muero por hacerlo. Abrí la puerta del copiloto y esperé a que subiera para cerrar, rodee el auto y subí cerrando así las ventanas y poniendo en marchar el auto, pocos minutos después y en una zona no muy transitada detuve el auto de nuevo

C: ¿Por qué te detienes Lern?. Su mano acaricio lentamente mi rostro, la tomé y dejé un beso en esta, acercándome lentamente hasta quedar a centímetros de sus labios

L: No quiero esperar más para besarte. Mis labios rozaron levemente los suyos, dejando una sensación de necesitar más que ese pequeño pero significativo contacto, su mano subió a mi nuca y dejando leves caricias habló

C: Entonces no lo hagas.

Con su mano termino de acortar la milimétrica distancia que existía entre nuestros labios, dando inicio a un beso lleno de amor, nuestros ojos se cerraron ante el contacto, nuestras lenguas se encontraron, dando forma a un beso más apasionado, que no lograba hacernos perder la razón, no por el momento

Narra Camila

Esto en verdad esta pasando, después de una semana sin Lauren al fin había vuelto y no solo eso, ahora estábamos en su auto besándonos, sentir todo esto no puede ser normal, cada sensación es un nuevo universo por descubrir, sus manos cálidas en mis mejillas, sus abrazos, sus besos, Dios sus besos son los mejores, ella toma el control y mi mundo se pone de cabeza, cuando mi mente me traiciona e intento apresurar las cosas ella se encarga de hacerme volver a un ritmo lento, pacifico, casi desesperante, es un beso tan lento que al dejar escapar el aire contenido de mis pulmones se mezcla con el suyo, y cuando tomo aire de nuevo me llevo con él un poco de ella, después de unos instantes que parecieron eternos termino nuestro beso, dejando su frente contra la mía, respirando lentamente, ambas sosteníamos la respiración casi inexistente. Siempre escuche decir que los mejores besos son los que te dejan con la respiración agitada, pero para mi en este momento eso era totalmente falso, no necesitaba sentir una revolución en mi, necesitaba sentirme tranquila, y eso es lo que Lauren logra darme

Almas gemelasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora