⭐La pesadilla⭐

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    La pequeña niña se esforzo durante dias, semanas, meses, años para logar su objetivo. Ser la mejor y matar a todo numero posible de vampiros.
   Paso años encerrada en la academia cazavampiros. Lo que no pudo lograr fue no querer a nadie, quizo a varias personas, y para sus suerte, todas viven.
  Su tio Carter resulto ser el segundo al mando en la academia, luego de Raul, un tipo viejo, pero el mas sabio Cazavampiro que Cassie habia conocido. Cassie no era la unica en la academia que buscaba venganza, pero si la mas esforzada.
  Paso dias y noches entrenando, hubo veces en las que no dormia por semanas por estar entrenando y estudiando.
   La chica con mas odio hacia los vampiros en su corazon.

   Una estrella de cinco puntas con velas encendidas, un centro, ella metida en el centro, rodeada por vampiros, su arco en su espalda y en su cintura cientos de estacas y cuchillos. Lista para luchar.
  Una voz. Calida. Dulce. Misteriosa. Peligrosa. Conocida.
—Cassie, Cassie no tienes que hacer esto, no me haran daño—le dijo la voz, se notaba herida, pero segura.
  Cassie no obedecio, tomo sus armas y las tiro fuera de la estrella.
   Uno de los vampiros sonrio mostrando cada uno de sus colmillos.
Nooo—grito Cassie levantandose y cogiendo el cuchillo de su mesa de noche.
  Miro a su alrededor sin soltar el cuchillo. Nada. Solo la oscuridad de la noche y la tenue luz de la luna llena.
    Su compañera de cuarto, Marisse dormia profundamente, su cabello cafe y morado amarrado en una coleta.
   Cassie dio un suspiro, estaba sudando, la misma pesadilla, los mismos personajes. Y aun asi la pesadilla seguia asustandola.
—Maldicion—dijo para si—todo esta bien, Cassie, todo esta bien, no temas, eres una cazadora de vampiros, no te pueden hacer daño, no tengas miedo, el miedo es la mayor debilidad—se susurro cerrando y apretando los ojos.
  Su estomago comenzo a rugirle, recordo que habia vomitado todo lo que habia comido ese dia.
   Cogio su cuchillo y se dispuso a salir del cuarto.
—¿Cassie?—escucho a Marisse.
—Sh...solo voy por algo de comida, calma, sh...—susurro a su amiga.
—Comida....sh....comi—se volvio a dormir, rendida.
   Se noto que Marisse andaba cansada, quizas de tanto entrenamiento, quizas de otra cosa.
  Salio de su cuarto y cerro silrnciosamente la puerta.
   Sus pies descalzos comenzaron a recorrer los pasillos adornados por antorchas.
   Bajo las escaleras de piedra y volvio a los pasillos, abrio una de las dos puertas y entro en la cocina.
   La recorrio con sus ojos verdes llegando a la despensa, ahi es donde su tio Carter guardaba sus deliciosas galletas, se mordio el labio inferior.
  Fue a la despensa y la abrio, recorrio con sus manos cada uno de los frascos hasta que llego al frasco negro.
   «Carter Parker. Segundo al mando. No tocar mis galletas»
  Rio al recordar que su tio coloco eso cuando ella, Marisse y Owen se comieron todas su galletas, era como una clase de amenaza que no causaba miedo.
   Abrio el frasco y saco una galleta cubierta de chocolate, luego una de mantequilla, otra cubierta con crema, y asi hasta casi acabar con el frasco.
  Un escalofrio le recorrio la espina dorsal cuando deposito el frasco en su respectivo lugar.
  Se dio la vuelta para solo ver la cocina en un total orden.
—Eh...¿quien anda ahi?—saco su cuchillo.
   No es normal ver vampiros en la academia ya que esta totalmente protegida con cruces, agua bendita, ajo, estacas, de todo lo que pueda asustar al mal, aparte de la bendicion de un Amgel anonimo.
—¿Cassie?—su tio Carter aparecio en la cocina.
   Cassie bajo el cuchillo.
—Tio Carter, lo siento, me has dado un susto enorme.
—Esa era la idea, te has comido mis galletas.
—¿De que hablas?, si solo he venido a por una fruta—mintio a la perfeccion.
—No mientas pequeña, te he visto comer y saborear cada una de mis dulces y deliciosas galletitas—Carter la apunto con un dedo amenazador
  Cassie se sonrojo y dio una radiante y timida sonrisa.
—¿Lo siento?—apenas pronuncio.
—Calma, al menos ahora se quien es la pequeña escurridiza que anda por ahi desafiando advertencias y comiendose mis galletitas.
—Al menos ahora lo sabes—le confirmo Cassie.
—Y bien, ¿que haces despierta a estas horas?—Carter tomo una silla y se sento, su rostro quedando apoyado en el respaldo de la silla.
—Solo me he desvelado y me ha dado hambre, nada mas.
—Hmm...—Carter asintio levemente con la cabeza, sabiendo que Cassie le ocultaba algo, pero si Cassie no se lo ha querido contar, prefirio dejarlo asi—¿Te parece si te vas a la cama y duermes?, mañana sera un largo dia,  recuerda que son las pruebas para averiguar quienes estan listos para ir a la ciudad y ser guerreros.
    Cassie lo habia olvidado, pero sabia que estaba lista, que seria elegida, que mataria a todo vampiro que se le crusace en el camino, y quizas hasta encontraba al asesino de sus padres.
—Bueno supongo que tendre que irme y...dormir, a no ser que...
—Ni pienses en entrenar toda la noche Cassie—se adelanto su tio.
—Pero, si nunca amanezco cansada.
—Lo se, Cassie, pero no son solo pruebas fisicas, tambien hay psicologicas y las fisicas claramente no seran nada duras oara ti....pero y, ¿y las psicologicas Cassie?
—Podre superarlas, tio, se que puedo y..y..ire a la ciudad y matare vampiros como nunca ha hecho nadie. Tambien sere guerrera, la mejor.
—Tu entusiasmo es admirable Cassidie—escucharon la voz del viejo Raul, Cassie supo que era el no solo por la aspereza de su voz, tambien fue porque Raul es el unico que osa llamarla Cassidie.
  Ambos dieron velta y vieron al cuarentero de cabello negro canoso( mas blanco que negro), ojos azules oscuros y piel morena con pocas arrugas.
—Señor—saludo Cassie con una pequeña reverencia.
     Era costumbre que los que aun eran iniciados tenian que saludar con reverencia al superior de todos, aunque los cazavampiros guerreros carecian de esa obligacion.
—Oh deja ya esa estupidez de la reverencia—gruño el lider haciendo un gesto con la morena mano, restandole la importancia a la reverencia—estoy seguro que una vez hayamos elegido a la otra generacion de cazavampiros guerreros, tu encabezaras la lista.
   Carter le dio una sonrisa y Cassie le imito.
—Muchas gracias, Raul—dijo ella con amabilidad—si me disculpan, tengo que retirarme hacia mis aposentos a...descansar.
   Cassie dio una ultima reverencia y se marcho.

   Carter estaba tomandose su te que se habia preparado cuando Cassie se marcho.
—Carter, he estudiado profundamente  sobre la antiguedad de nuestra sociedad y....he descubierto algo—Raul hacia gestos con las manos mientras hablaba, una costumbre.
—Dime de que trata luego, Raul.
—He descubierto que...a James Barloww, el...angel que le encomendo la tarea le dijo de algo, una profecia.
—Genial, ahora...la profecia trata sobre...
   Raul saco un libro antiguo y desgastado, Carter lo reconocio, el diario de el famoso James Barloww.
  Raul lo abrio en una pagina marcada.
—El angel, cuyo nombre no me ha dicho, me aviso de una chica, dijo que exactamente quinientos años despues de el momento en el que se me aparecio, habria una chica, una cazadora de vampiros, seria poderosa y la mejor en el linaje de cazadores de vampiros, pero...en ella habra una falla, esa falla podra acabar con el mundo de las sombras o con el mundo de la luz, su nombre sera...—Raul dejo de traducir el idioma Hebreo del diario.
—¿Cual sera su nombe?—pregunto Carter, curiosamente eso le intereso.
  Raul cerro el diario y nego con la cabeza.
—Nunca llego a escribirlo o contarlo, el mismo Lucifer le asesino.
—Si, se la historia de su muerte. Un secreto que Lucifer queria en secreto por todos los tiempos, supongo que es ese de la chica.
—Exacto, ahora la cosa seria el porque, ¿porque lo queria en secreto?, ¿En que podria afectar a su mundo lleno de fuego?
   Sin embargo, Carter tenia otra pregunta en su cabeza, que decidio guardarse.
  ¿Porque el angel crearia la probable destruccion de la sociedad que el mismo creó?

Cassie Cazadora De VampirosWhere stories live. Discover now