Cassie Cazadora De Vampiros

⭐Mary⭐

  Cassie desperto con un gran dolor en su pecho, justo por encima del lugar donde se encontraba su corazon.
    Observo y solo vio la cicatriz con forma de estrella de cinco puntas,  tal cual como la de sus sueñ....no, no son sueños, son pesadillas, son lo unico que le atormenta mas que la muerte.
—Eh, tia, levantate ya—gruño su compañera de cuarto con su acento aleman amenazando en la finalisacion de cada palabra.
  Cassie pudo ver que esta traia su equipo de guerra puesto: unos jeans desgastados(pero resistentes), una camisa de tirantes color roja  ajustada a su figura curvilinea, botines negros con plataforma y lo que algunos le agregaban al uniforme, una campera negra. Tambien se habia atado su cabello cafe y azul  en una trenza larga hasta la cintura.
—Calma que ya voy, adelantate al desayuno.
    Cassie dio media vuelta para salir de la cama y escucho el ruido de la puerta cerrarse.
—Tu puedes Cassie, este es tu dia, estas entrenada, quiza seas la mejor en este instituto de asesinos y....eres la que desea mas que nadie en este mundo, matar vampiros sin piedad.
   Se abrio paso en las mantas blancas y fue a su closet.
   Saco su uniforme de combate, igual al de todas las chicas, solo que ain tantas curvas y mas pequeño y delgado.
  Se fue al baño a asearse y salio envuelta en una toalla blanca.
   Se metio en su uniforme de combate y se coloco su campera.        Amarro su cabello en una coleta alta con una liga.
  Tomo sus armas y las metio en su cinturon de armas, que quedo lleno de dagas, cuchillos, y una espada.
  Luego cogio sus flechas y tambien las metio en su cinturon de armas y luego fue por su arco.
—Tu puedes.
  Salio de la habitacion y vio que el pasillo estaba lleno de gente que iba y venia.
  Mie tras avanzaba al comedor vio que algunas le daban sonrisas alentadoras y otras le susurraban que seguro encabezaria la lista de guerreros.
  La verdad es que, a pesar de todas sus motivaciones y predicciones, solo hay una que me importa y que no he escuchado: Johann
  Johann es sobrino de Raul, es increiblemente agil con la espada y es hermoso. Su cabello rubio tiene un corte militar, sus ojos son de un cafe casi negro y su piel es de un blanco encendido, como del color que tiene la luz de un angel.
—Hey, pequeña—escuche una voz conocida, es como la de un adulto mezclado con la de un niño.
  Giro sobre mis talones.
—Hola, gigante—saludo a Owen.
  Owen es mi amigo desde que tengo memoria, el y yo viviamos haciendo las travesuras que a el se le ocurrian, es hermano de Mary. Tiene rizos negros y ojos cafes, su piel es una clase de mezcla entre blanca y morena, tambien es un chico que mide casi los dosmetros, mientras que yo apenas alcanzo mi metro sesenta.
—¿Preparada?—me dice, Owen va a entrar a los guerrers este año, porque estoy segura de que va a entrar.
—Si, nervios fuera desde siempre—comenzamos a avanzar juntos.
—Me gusta esa actitud de guerrera novata—bromeo.
  Le di un leve empujon en el costado, se lo hubiera dado en el hombro pero creo que no alcanzo.
—Y...¿como esta Mary?
—Bien, creo...—me interrumpi al ver a Mary correr hacia nosotros como si un clan entero de vampiros le persiguiera.
  Pretendia pasar de largo pero Owen la atajo antes de que lo hiciera.
—Mary...hey, ¿que te ocurre?—escuche que Owen le pregunto.
  Di media vuelta y vi a Owen sujetando a Mary que esta arañandole para que lo suelte.
—Mary—la reprendio Cassie  y caminó unos pasos hacia ellos.
—Dejadme ir, no puedo, no puedo, nunca lograre entrar a los guerreros, solo hare estupideces y sere la peor, pasare verguenza—dijo Mary, su trenza esta a punto de desarmarse y algunas lagrimas le corrieron el rimel.
—¿Que bobadas dices Mary?, si tu eres genial como guerrera, y es obvio que conseguiras un lugar en la lista de guerreros—le susurro Cassie abrazandola.
  Y entonces Cassie recordo quienes son los que siempre dicen que Mary nunca lograra ser guerrera, que es una buena para nada, que para lo unico que sirve es para andar con chicos recordo quienes son los hermanos que cinsiguen bajarle el autoestima a Mary.
—Oh no me digas que Heissel y Logan an hecho de las suyas nuevamente—dijo Owen que al parecer me ha leido el pensamiento.
—Lo siento, les he creido, porque Logan...—rompio en llanto y corrio.
  Con Owen nos echamos una mirada preocupada, sabemos exactamente que hacer, pero ahora la cosa, es que fue lo que hiso Logan.
—Ven con Mary, yo tengo algunas cosas que hablar con ese estupido de Logan Fort—le digo a Owen.
  Sin dejarle tiempo para responder empiezo a caminar a grandes zancadas buscando a Logan.
  Owen se limito a observarla hasta el momento en que ella tomo una curva y no se vio, su cabello negro daba saltos en el aire al tiempo que ella se marchaba decidida.