Cassie Cazadora De Vampiros

⭐Pruebas psicologicas⭐

   Las chicas entraron en la sala de la psicologa, estaban en momento de espera. Las llamaban por el orden de inscripcion, como estaban comenzando Cassie supuso que ella y Mary estaban cerca porque se inscribieron de las primeras y juntas.
—¿De que crees que traten?—le pregunto Mary.
—Ni idea, ya sabes que es prohibido rebelar como son las pruebas a cualquiera que no las haya dado, seria trampa. Pero mi tio me comento que eran duras y algunas traumaticas.
  Ambas siguieron atormentandose en cosas malas sobre las pruebas psicologicas y sobre como las traumaria. Hasta que un chico llamado Nike salio de las pruebas .
  Estaba sudando y los ojos oscurecidos y enormes, como los de un Anime, temblaba, todos formaron un circulo alrededor de el haciendole preguntas, las chicas se quedaron arrinconadas observandose atontadas.
—Creo que es peor de lo que pensamos—dijo Cassie.
—Mucho peor—confirmo Mary.
  El chico salio acompañado de una de las enfermeras vestida de un celeste pastel.
—Siguiente—dijo otra enfermera apareciendo—venga...Marissa Ganllojaw—llamaron.
  Mary se puso de nervios e incluso comenzo a temblar, hiso un intento de arrancar.
—Calma Mary, tu puedes, eres fuerte y...decidida, sea lo que sea que te hagan, recuerda que solo es una ilusion.
—Cassie....no quiero.
—Marissa si no vas nunca en la vida te lo perdonaremos ni yo ni Owen.
  Marissa asintio levemente, en ese estado tenia el mismo aspecto que cuando fue encontrada junto a su hermano en la calle.
   La enfermera se llevo a Marissa.

   La sala era de paredes de madera pintadas de blanco, tenia dos sillones a los que selaraba una mesa, tambien habia una silla parecida a la de los dentistas y una repisa llena de cosas.
—¿Marissa Ganllojaw?—pregunto un caballero que estaba revisando unos expedientes.
   Mary asintio.
—Perfecto, sientese en el sillon—ordeno y Mary se sento en uno de los sillones.
  El caballero se sento en el sillon de enfrente.
—Digame señor Kendall, lo primero que haremos sera unas preguntas...
—¿Y lo segundo?—interrumpio Mary.
  El señor Kendall esbozo una sonrisa.
—Eso lo sabremos despues.
  —Pues comience con su trabajo.
  El señor Kendall saco un frasco de pastillas de un color blanco.
—Ten, tienes que tragarla.
  Mary levanto las cejas observando la pastilla con desconfianza.
—Es para que no mientas—explico el señor Kendall.
—Yo no miento nunca—le aseguro Mary un tanto irritada.
—¿Y como se que no me esta mintiendo ahora?
  Mary se apoyo en sus codos inclinandose asi hacia adelante, desafiando al señor Kendall.
—¿Y como se yo si esa pastilla es para que no mienta?—pregunto.
   El doctor Kendall se limito a tragarse la pastilla, hiso una mueca que Mary no supo si fue de asco o de dolor.
—¿Ya lo ves?, la pastilla no hace mal, solo es para que no mientas.
—¿Cuanto dura?
—Veinte minutos.
  Mary asintio pensativa.
—Bien...tomare la famosa pastilla.
   El señor Kendall sonrio de medio lado y saco un frasco totalmente transparente lleno de pastillas negras.
—Eh, que esa no es la pastilla—le protesto Mary.
—Espera, paciencia—le pidio el señor Kendall.
   Cuando el señor Kendall tomo una pastilla esta se volvio blanca.
—¿Porque hace eso?
—Porque cambia de color segun tu estado de animo.
—¿Y porque con usted es blanca?
—Porque en estos momentos no siento nada.
   Mary observo la pastilla, penso en una emocion y cogio la pastilla blanca.
  La pastilla se volvio de un color azul, azul oscuro.
—Tristeza, estas triste—observo el señor Kendall.
  Mary recordo el beso, cuan feliz se habia sentida, hasta que...
—Si, estoy triste, ¿y?
—Perfecto, tomate la pastilla ya.
   Mary no dudo ni un segundo y se introdujo la pastilla.
   Hiso una mueca de dolor, la pastilla dejaba ardiendo por donde pasaba, su lengua, su pancreas, su garganta. Todo.
  Cerro los ojos. Los abrio de golpe al sentir una gran necesidad de contar absolutamente todos sus secretos y los de Cassie y Owen.
  Controlate, tu tienes el dominio de tu cuerpo se dijo mentalmente.
—Bien, ahora, ¿Quienes fueron tus padres?—le pregunto el señor Kendall.
—Kaila Faima y Gaspar Ganllojaw—contesto sin pensarlo siquiera, no sintio la punzada de dolor que siempre sintio al hablar de sus padres, sintio como si solo hubiera exalado el aire que habia inalado.
  El señor Kendall lo anoto en una libreta.
—Su historia.
   Mary no le pregunto a que se referia, solo lo entendio perfectamente.
—Mis padres murieron cuando yo tenia tres años y mi hermano cuatro. Se nos acabo el poco dinero que teniamos y...y con mi hermano quedamos en la calle ya que no podiamos seguir arrendando la casa. Owen trabajaba en un supermercado y yo trabajaba pintando. Un dia dormiamos en la calle cuando un vampiro se nos aparecio, crei que moririamos pero...un chico de la edad de Owen (diez años) aparecio de la nada y le clavo una estaca, nos impresionamos y...el nos trajo aqui, entrenamos lo necesario.
—¿Quien era el chico que los salvo?
   Mary recordo cada detalle, su cabello y ropa mojados por la lluvia, sus ojos observandola con curiosidad y en como les ayudo y explico todo sobre la vida de cazadores de vampiros.
—Logan Wilsson—contesto.
—Ahora, ¿Que sientes por los vampiros?
   A Mary se le paso por la cabeza la muerte de sus padres, esos vampiros bebiendo la sangre de ellos y odio fue lo que reino en su corazon.
—Los odio, son unos monstruos hijos de Lucifer, merecen que su raza se extinga y tarde o temprano lo hara.
   El señor Kendall esbozo una gran y maliciosa sonrisa.
—Perfecto, ya han pasado tus veinte minutos.
   Mary volvio a la realidad.
—¿Que?, ¿Tan pronto?
—Se que te han parecido veinte segundos, es un efecto de la pastilla.
—Entonces...¿segunda etapa?
—Muy lista.
   El señor Kendall se levanto del sillon y le indico la silla que se parecia a la de un dentista.
—Sientate.
  Mary se levanto con aires de desconfianza y se recosto en la silla.
El señor Kuendall le coloco unos circulos conectados a una maquina, ambos circulos fueron en sus sienes.
—¿Para que son?
—Te haran ver imagenes, situaciones y en ese aparato—señalo una pantalla—se mostrara lo que ves y como enfrentas la situacion, quizas no salgas cuerda de esto, pero el resultado dependera de como enfrentes todo.
    Mary asintio y se le paso por la cabeza la imagen de Nike saliendo de esa habitacion, quiza ella saliera igual, o peor.
  Antes de que pudiera arrepentirse un dolor se le vino al cerebro, como cuando te comes algo muy helado y se te congela el cerebro.
  Cerro las maños en un puño.
—Calma, si no te relajas mas dolera, cierra los ojos y dejate llevar.
   Recordo lo que le dijo Logan cuando le enseñaba a combatir a mano «cierra los ojos y dejate llevar por la ira hacia los vampiros»,  su imagen magicamente la relajo.

  Una imagen aparecio ante ella, lluvia, tierra mojada, a una distancia estaban Owen y Cassie y...un vampiro a punto de morderles.
  Corrio hacia ellos con una estaca en la mano. Corrio por la tierra mojada sin importarle sus botas sucias ni nada.
—!OWEN¡ !CASSIE¡—les grito.
  El vampiro los mordio. Mary se detuvo y los observo, observo al vampiro mientras les enterraba los colmillos.
  Sus amigos cayeron con l9s ojos neutros. Mary se tiro al suelo a llorar.
—Descansa y suerte en encontrar vuestro camino al reino de los cielos, hermanos mios—despidio a sus amigos muertos.
  Mary se levanto del suelo, estaca en mano.
—Eh tu, vampiro inservible chupa sangre—le grito, el vampiro se dio vuelta, no tenia rostro—te has cogido a los equivocados maldito hijo de Lucifer.
   Corrio hacia el. Le dio una patada en sus pies y el vampiro sin rostro cayo al suelo. Le dio golpes en la cara, el estomago y en todo su cuerpo. Cogio la estaca y la alzo.
—Shh...calma, soy yo—escucho.
  Bajo la mirada y donde antes no habia rostro estaba...
—Logan...—suspiro.
—Siempre te he amado Mary—le dijo.
   Comenzo a recordar, «te calificaremos segun como reacciones» «nunca seras una guerrera, no sirves para eso»
—Tu...eres una alucinacion, Logan nunca me ha amado y es hora de que lo empiece a aceptar—dijo y le clavo la estaca en el corazon.
   Todo comenzo a girar como si un tornado consumiera el mundo.
  Mary vio el rostro de un Logan muerto y se tiro al suelo, junto a el.
  El mundo siguio dando vueltas y en menos de un segundo Mary estaba denuevo en la sala, respirando agitadamente y con una expresion de terror en sus ojos.
—No me esperaba eso—le dijo el señor Kendall.
   Mary recorrio la sala con la mirada, preguntandose si eso aun era un sueño o la misma cruel y despiadada realidad.