Wild Love {With Taylor Lautner}

Capítulo tres

-¿No es muy temprano para que estés aquí hermanita? –Dijo Jake mirándome fijamente con sus ojos, ahora, rojos.

-¿No se supone que debes decirme algo cuando llego tarde? –Me crucé de brazos.

-Touché –Dijo Jack, yo elevé mis cejas hacia Jake refregándole mi victoria.

-Gracias por tu ayuda hermano –Le dijo enfadado Jake a Jack.

-Como sea…-Dije sacándome mi chaqueta –Tú tienes los ojos rojos Jake, yo también quiero ¿Sabes? –Le dije sin nombrar a la palabra que nos volvía locos.

-Animal, afuera –Dijo sentándose al lado de su gemelo para empezar a jugar a sus jueguitos.

Junté mis manos dando pequeños saltitos por la emoción, hoy comería un animal. Me encaminé hacia la puerta trasera de la cabaña y ahí lo vi, estaba tirado en el suelo; mis colmillos pinchaban mi labio inferior pidiendo por morderlo y sacarle toda la sangre que le quedaba.

{…}

-JACK…JAKE –grité entrando a la casa.

-¿Qué pasa? –Me respondieron ambos hipnotizados por ese juego.

-Llévense el animal que está allí afuera –Dije limpiando la sangre que aún quedaba en mi rostro.

-Llévalo tú hermanita –Dijo Jake.

-Por favor Faith, estamos por ganar todo el juego –Rogó el otro gemelo con más amabilidad.

Resignada y bufando salí al patio trasero de nuestra cabaña para llevar al pequeño animal al corazón del bosque, ya saben para darle de comer a los otros. Lo cargué en mi hombro y corrí hacia el corazón del bosque, llegué rápido y lo dejé en el suelo.

-Aquí está su festín…-susurré

-Gracias –Respondió una voz, esa voz.

-Hola lobito –Lo miré y me crucé de brazos.

A pesar de la oscuridad en el bosque, la luna nos alumbraba. Sólo podía ver una parte de la cara de Jacob, lo cual hacía que tenga un aire tenebroso.

-Hola, hija de Dren –Dijo.

-Me llamo Faith –Dije rodando los ojos, ¿Acaso tiene que recordarme que soy la hija de Dren?

-Hay, creo que vas muy rápido linda –Dijo con voz un poco afeminada.

-Lo dice el que le dice su nombre a la chica en su primer encuentro –Dije con una sonrisa en mi cara.

-Veo que lo que dicen de los vampiros es verdad…-Dijo saliendo un poco de la oscuridad y así logré ver más su cara.

-¿Qué dicen de nosotros? –Fruncí el ceño.

-Dicen que son lo peor de lo peor –Solté una carcajada.

-¿Qué, acaso tienes nueve años? –Reí más fuerte- “Lo peor de lo peor” –Cité e imité su voz, a lo que él gruño.

-No me hagas enojar cariño –Dijo gruñendo y con una cara de muy pocos amigos –Y será mejor que te vayas antes de que tu papi venga a rescatarte.

-¿Por qué? –Pregunté frunciendo el ceño.

-Porque estás en mi territorio –Sonrió de lado.

Mierda, mierda, mierda. Otra vez no. Miré a Jacob atemorizada por los aullidos que acababan de resonar en el oscuro y calmado bosque. Unas sombras se pararon a los costados de Jacob, creo…creo que toda la manada estaba aquí. Los miré con mucho miedo y ellos solo hicieron un círculo alrededor de mi cuerpo atemorizado.

-Tenías razón Jacob –Dijo un chico tocando mi pelo.

-¿Esta es la hija de Dren? –Dijo una chica mirándome con asco, Jacob asintió- Me esperaba algo  más… ¿Wow, quizás?

-Es perfecta –Otro chico habló y me acarició la mejilla –Llevémosla –Sonrió de costado- Así aprenderá a no meterse en nuestro territorio –Se acercó, debo decirlo, muy cerca de mí.

Oh santa madre, ¿En qué me metí? Esto no será bueno, la culpa la tienen mis hermanos. Aunque quizás a ellos también les harían lo mismo.

-¿Qué? –Dijo Jacob con el ceño fruncido.

Pero ya era demasiado tarde, ya estaba sobre el hombro de un integrante de la manada, dirigiéndose seguramente para el hogar de los lobos. Al ver que nos adentrábamos más al bosque empecé a pegarle en el pecho al muchacho que me sostenía, y a gritar pidiendo ayuda, pero lo único que conseguí fue una bofetada de parte de la única chica allí.