Hola Roma

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El avión aterrizó. Había sido un vuelo tranquilo, sin turbulencias. Al bajar del avion la azafata nos despidió alegremente. Aún estaba un poco triste por haber tenido que viajar pero estaba mejor. Mi padre comprobó que estábamos todos. Cuando salimos del aeropuerto, fuimos en taxi a casa de mis abuelos, que nos recibieron con un abrazo.

-¡Ciao Juan! ¡Come siete cresciuti!
-Hola abuela. Lo siento, no te entiendo.
-Dice que cómo habeis crecido- me tradujo mi padre.
-Gracias.
- ¿Nos vamos a quedar aquí?
-No, iremos al hotel Benvenuto.
Cuando acabamos de saludar a la abuela volvimos al taxi y fuimos al hotel Benvenuto. Dejamos las maletas y volvimos con los abuelos porque hacía mucho que no los veía. Pensaba que Roma sería un sitio muy diferente pero ahora que lo veo es más parecido a Alicante de lo que me imaginaba.

El globo terráqueoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora