Segudo Capítulo

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Harry no podía creer la facilidad con la que le había confesado su sexualidad, seguía perplejo con la noticia no sabía que hacer si cerrar su boca, parpadear, o empezar a respirar. Louis no tuvo otra cosa que hacer más que reírse de él, pues su expresión facial era muy graciosa.

-Harry ¿estás bien?

-…

-Tierra llamando a Harry.

-Espera, estoy procesando la noticia, no lo puedo creer, ¿eres gay? 

-Ay, que sí Harry. ¿no me crees?

-No, bueno sí, no o sea es que no, oh Dios, es que esto es tan raro.

-¿raro?, ¿Por qué raro Harry?

-Porque aquella primera vez que te ví, no podía dejar de pensar en lo maravillosos que sería volver a verte, y la segunda vez que te ví no dejaba de imaginar la reducida posibilidad de que fueras Gay, como yo.

-Harry, --se sonrojo y no podía dejar de mirar esos hoyuelos que perfectamente se marcaban en la sonrisa de Harry—eso es tan hermoso, ¿sabes? Yo pensé lo mismo, y sabía que la única forma de acercarme a ti al menos era invitándote a salir, debo confesar que me hubiese sido más fácil pasar Cálculo que invitarte a salir, pero creo que después de eso, sacaré 10 en todos mis exámenes. –rió—

-¿Qué tienes en contra de las pobres matemáticas?, son hermosas y perfectas, así como tus ojos y todo tú.

-Harry –se sonrojo, un tono rojo que en su piel blanca sobresaltaba demasiado a decir verdad.—basta, me pones nervioso.

-Nervioso eres más lindo Lou.

-“¿Qué esta haciendo?, ¿Por qué lo hace?, ¿no entiende que me apena?, el es demasiado perfecto y esto es demasiado para mi” ¿quieres otra cosa?—Decidió cambiar la conversación, sus nervios estaban que lo mataban, en verdad se sentía muy atraído por Harry—

-No Lou, muchas gracias, mejor vayamos a caminar ¿te parece?

-Perfecto.

Después de pagar la cuenta, salieron, el centro de Doncaster por las noches se tornaba muy pintoresco y acogedor, a nadie le molestaba una caminata nocturna bajo las luces de los arboles adornados, las maquinas de chocolate caliente funcionando, la música de ambiente era algo que en verdad favorecía a aquella primera cita de los chicos, Harry por un lado se sentía feliz, pues hace mucho tiempo no salía con alguien, más que con Zayn; pero no era lo mismo. Louis se sentía nervioso, y eso era de extrañar, nadie NADIE lograba poner nervioso a Louis, más que su madre cuando sacaba malas notas en el colejio.

-Y dime Lou, ¿Cuántos años cumpliste?

-20 años, ¿Cómo sabes que acabo de cumplirlos?

-La primera vez que te vi, una amiga tuya te llevo a la pastelería, para darte un ‘presente por tu cumpleaños’. –habló como niño chiquito—

-Oh, es cierto sí, realmente esa noche no podía dejar de verte, aún cuando Ele me abrazó y me entregó el pastel. 

En la plaza Zayn y Liam morían de los nervios, pues los dos quierían escuchar lo que el otro iba decir, pero al mismo tiempo no querían, pues tenían miedo que no escucharan lo que sus oídos querían.

- Quiero besar…

- No puedo deci… ¡¿qué?! ¿¡que dijiste Liam Payne?!

- Nada –soltó rápidamente, se sentía mal al no escuchar aquello que quería escuchar pronunciar por los labios de Zayn—

- Espera no, no no no no, dijiste que me querías besar ¿no es así?

- No, yo yo no dije nadie nada, fue, fue la chica de atrás. “diablos Liam, ¿Cómo creíste que iba a reaccionar con esa estupidez?, ¿Por qué creíste que sería buena esta idea?”

Esos Ojos. (Larry, Ziam)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora