Un ruido me despierta a media noche. Miro a mi alrededor, no hay absolutamente, la ventana golpea al marco de esta por el viento. Me destapo y me levanto. Todo el cuerpo me pesa, debe de ser por el sueño. Cierro la ventana y me doy la vuelto. Hay una extraña sombra escondida entre la oscuridad de mi habitación, parpadeo y desaparece. "Debe de ser el sueño", pienso.
Me vuelvo a tumbar en la cama, me tapo y me acurruco. Cierro mis ojos, no consigo dormirme pero tengo esa sensación de estar a punto de dormirme.
Mírame.
Escucho decir, abro los ojos al instante y me siento en la cama.
Mírame.
Respiro profundamente, miro a mi izquierda, miro a mi derecha, tampoco. Ha de ser mi hermano y sus pesadillas.
Mírame.
Rápidamente me acerco a la lámpara y la enciendo. Miro a mi alrededor y no hay nada.
Mírame.
Noto como una mano suave acaricia mi hombro, me doy la vuelta con miedo.
Mírame.
No hay nada, "¿por qué siento esto?", no hay nada en mi habitación. Me vuelvo a tumbar, pero esta vez noto algo extraño recorrer todo mi cuerpo. Me giro de nuevo, la sombra sigue estando en la puerta, me incorporo de un golpe, esta vez no se va.
Mírame.
La extraña sombra recorre toda la pared, la figura de niña pequeña sigue estando ahí, de la pared empiezan a salir manos que se acercan a mi. Llenan de sangre, dejo escapar un grito.
Todo está negro, abro los ojos, estoy en mi habitación, como antes, como al principio, pero esta vez la ventana no está siendo golpeada por el viento. Suelto un suspiro de alivio. "Ha sido una pesadilla", pienso. Me doy la vuelta para acomodarme. No puedo moverme, estoy estático, no puedo mover nada, ni siquiera la boca para gritar.
Mírame.
La sombra vuelve a aparecer pero esa sombra se va poco a poco, esta vez es una niña con un camisón verde y los pelos largos tapando su cara. Se me nubla la vista, parpadeo, la cara pálida y sin expresión de la niña aparece delante de mi. Abre la boca como si fuera a gritar, logro ver todos sus dientes afilados y su boca profunda.
Mírame.
Oigo oír.