Los Evans y un extraño niño

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  Era un dia como todos los otros en la casa de los Evans. El señor Evans se habia levantado temprano ,como todos los días para ir a trabajar, con el dulce beso de su esposa. La señora Evans era una mujer alta, con unos ojos que irradiaban calidez y amor, con el pelo de un color marrón claro corto hasta los hombros. El señor Evans era tambien alto pero ,a diferencia de su esposa, sus ojos ,verdes, tenian un poco de severidad.
  Los Evans tenian dos hijas: Petunia(la mayor) y Lily (la menor).
  Petunia el año anterior habia empezado la secundaria. Era muy buena en sus estudios pero tenía un mal genio que no a muchos agradaba. Tenia la cara alargada, con el pelo del mismo color que su madre.
  Lily era una niña pelirroja con muchas pecas en sus mejillas coloradas, dulce y amable. Lily no era igual a las otras chicas de su edad, ella podia hacer que las cosas cambiaran de lugar, que desaparecieran, o que a las personas que la molestaban o la hacian enojar le pasarán cosas malas. Una vez a unos chicos que intentaban molestarla hizo que les apareciara mágicamente unas orejas de gato. Y es que Lily no era normal, en absoluto, ella era una bruja. Pero no se enteraria hasta luego de unas horas.
  Luego de despedirse de su padre, Lily y Petunia fueron a jugar a la plaza que estaba cerca de su casa. Al llegar, se dirigieron hasta un pequeño prado de margaritas. Lily, instintivamente, tomo una margarita y sin saber por que penso como seria si las flores pudieran elevarse.
  Luego de unos segundos la margarita empezo a desprenderse de su mano para posarse justo al frente de los ojos de Petunia.
  Se quedaron atónitas.
  Pasaron unos segundos y Petunia comenzó a gritar:

-¡Eres un monstruo Lily!.

Lily se largo a correr seguida de los gritos de su hermana.

-¡Ven acá, le diré a mamá!.

  Llegaron hasta debajo de un sauce con un gran hueco en el que, cómodamente, podían entrar tres personas.

-¡Ven acá Lily!¡Eres un monstruo!¡Se lo diré a mamá!

  Lily no sabía que decir, por un lado estaba enojada de que su hermana la llamara monstruo y, por el otro, se sentia triste de que su hermana pensará eso de ella.

  Luego de unos segundos Petunia miro horrorizada sobre el hombro de su hermana, pues habia aparecido ,de la nada, un niño.

  Tenia un porte recto, su cara pálida reflejaba sus mejillas igual de rosadas que las de Lily. Tenia un cabello grasoso y negro que le llegaba hasta el final de la cara.

  Petunia se fue corriendo muerta de miedo dejando a Lily sola con aquel extraño niño.

-Hola, mi nombre es Severus, Severus Snape- dijo el niño.
-Lily, Lily Evans-dijo con una mezcla de terror e intriga.

-Te he estado vigilando, y vi que haces cosas que tu hermana no.

  Lily quedo de piedra.¿Como ese extraño niño la estaba espiando y ella no se dio cuenta?

-Vigilar a las personas no es correcto-dijo al cabo de unos segundos.

-Yo se lo que tu eres- dijo Severus- ,tu eres una bruja.

¿¡Cómo!? ¿¡Una bruja!? Bastante había tenido con su hermana llamándola monstruo, ¿¡y ahora este extraño le decía bruja!?

-Decirle bruja a una niña es de mala educación- dijo Lily enojada.

-Es que es lo que eres- dijo Severus con tranquilidad- , no eres diferente a mi. Yo soy un mago.

¿¡Un mago!? Jaja, ¿enserio ese muchacho pensaba que era tonta?
No existía tal cosa... Bueno, no en el mundo real, porque en los cuentos si. Pero solo en los cuentos.

-¿¡Me tomas por tonta!?.

-Nada de eso- dijo un poco ofendido por el tono de la voz de Lily

-Entonces demuestralo- dijo desafiante.

Severus alzo otra margarita, murmuro unas palabras casi incomprensibles y la margarita comenzó a elevarse, igual que como lo había hecho Lily.

Desde ese dia Lily y Severus fueron inseparables.

Cada tarde, Lily iba hasta el sauce a esperar a su amigo, para que le contara mas de esas maravillosas historias sobre un lugar llamado Hogwarts...

Accio siguiente capitulo...



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