Capítulo 1

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Diario de Jhon. Junio 20 de 1698

Hoy es el día más importante de mi vida, desde que empecé a navegar con mi padre Andrew Walmart, un reconocido esclavista del sur de Inglaterra, hoy tendré mi propio navío, pero primero os voy a contar como es que empecé a conocer el trabajo de mi padre.

Era una calurosa mañana de verano, yo tenía apenas quince años y decidí esconderme de polizón en la cabina de mi padre, supongo que era muy ingenuo al pensar que él no descubriría que estaba infiltrado en su barco, el Jackblack, sin lugar a dudas un gran barco, una bodega tan grande que podía transportar más de 100 negros y muchas más mercancías, tenía una gran tripulación.

Mi padre subió a su tripulación al barco, revisó por última vez que todo estuviera bien y soltó amarras, sorprendente no entro a la cabina, pensé que eso sería lo primero que haría una vez soltara amarras, pero no, podía escuchar como le decía a un almirante que fijará el curso hacia a África, la verdad es que yo pensaba que iría a vender mercancías.

Habían pasado unas cuantas horas y mi padre no daba señales en entrar a la cabina así que decí salir del armario donde estaba escondido y hechar un ojo en los documentos de mi padre, así que me acerque a su escritorio y le eché una mirada a su registro de viaje y descubrí que teníamos rumbo hacia Mombasa justo en ese momento entra mi padre y lo primero que dice es: "hijo mía que demonios haces aquí"
Pa... Padre quería saber a que te dedicadas realmente. No tuve más opción que decirle la verdad.
Hijo mío, desde que tienes uso de razón sabes a que me dedico, soy mercader, por desgracia ya estas muy lejos de casa así que supongo que tendrás que acompañarme en este viaje.

Cunado dijo ese "por desgracia" supe que nunca supe toda la verdad sobre mi padre, mi imaginación me decía que podía ser cualquier cosa.

Con ese por desgracia, supe que mi padre nunca me contó la verdad sobre su trabajo, pero ya no importaba pronto lo iba a saber de primera mano.

La verdad pensé que estar en un barco durante semanas sería muy aburrido, pero siempre había algo para hacer, mi parte favorita era estar en el cofa, subía todos los días al medio día y esperaba un día gritar: ¡tierra, tierra a la vista! Por fin llegamos a tierra, atracamos al fin en el puerto de Mombasa, la curiosidad por explorar toda la ciudad me carcomida, pero eran las ganas de saber de que se trataba el negocio de mi padre así que lo acompañe al mercado.

Padre ¿qué vamos a negociar? Le pregunté

Negros, hijo. Me respondió con su tono serio

¿Eres esclavista? Pregunté con sorpresa

Sí hijo mío. Dijo en tono despreocupado

No quise hacer más preguntas sólo deseaba saber más sobre este negocio.

Así que nos dirigimos al mercado, era un mercado grandioso, llegaban productos de todas partes del mundo, especias de la India, telas de china, azúcar y tabaco de las indias orientales, entramos a la taberna de la plaza central, prostitutas y cerveza por montones, no era un lugar para alguien como yo, pero no me molestaba. Estuvimos en ese bar durante al menos tres horas, hasta que por fin llego Anahi, la esclavista más joven que yo hubiera visto jamás, tenía cara de tener al menos 18 o 19 años, por su particular forma de hablar supe que no era inglesa, la forma como llegó a ser la esclavista más joven del mundo es difícil de explicar en una sola palabra, así que mejor lo dejaré para otro momento.

Anahi tenía consigo 10 esclavos para la venta, empezó la subasta alguien dijo 100 coronas por este, otros decían 50 libras por este, hasta que mi padre dijo: te doy 300 libras por todos, Anahi no se lo pensó dos veces y aceptó, la subasta de esclavos había terminado tan rápido como inicio y mi padre fue el claro vencedor, supongo que la experiencia es un punto a favor.

Volvimos al barco después de completar nuestras compras mi padre puso a todos los tripulantes de su nave a trabajar y a cargar las mercancías. Muy bien panda de borrachos hay trabajo para hacer, necesito todo cargado, partimos al amanecer, gritaba mi padre a su tripulación. Ni bien comenzó mi padre a gritarles a todos y se pusieron a trabajar, de la nada llegó su primer oficial Alejandro era un inglés nacido en España, tenía unos 25 años, llegó a ser oficial por azares de la vida y la verdad es que era el mejor, comenzaron a discutir y Alejandro le decía a mi padre, no puedes seguir gritandoles así Andrew un día se cansarán y se armaran un motín, eh escuchado a varios tripulantes hablar de lo cabeza dura que puedes llegar a ser, te doy un consejo como amigo Andrew, trata un poco mejor a tu tripulación, mi padre le contestó muy bien Alejandro cambiaremos a algunas cosas en esta nave por el bien de todos, pero antes necesito que investigues esos rastros de motín y traigas a los responsables ante mi, dijo mi padre con todo agitado.
Si señor, eso haré, respondió Alejandro y se marchó a cumplir su tarea.

Mi padre se acercó a mi y me dijo con tono muy serio.

Hijo esta parte del viaje está plagada de peligros tanto por parte de los propios tripulantes de este barco, como de las criaturas y piratas del mar, si quieres seguir conmigo este viaje necesitaré que tengas los ojos bien abiertos y estés atento a todo lo que sucede a tu alrededor.

S... Si señor, lo haré muy bien, puedes confiar en mi padre, le respondí un poco nervioso.

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⏰ Última actualización: Feb 14, 2017 ⏰

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