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Deberia dejarlo.

Cada segundo que pasa se me hace más lento y más imposible de tragar.

Lunes.

Entre sábanas revueltas por mil vueltas que he dado buscando una salida.

Un sueño.
Una razón.
Necesito dormir.

Solo las sábanas sienten mi dolor.
Menos yo.
Quiero sentir algo.

Soledad, insomnio, soledad, insomnio...

Un cigarro tras otro en la ventana mirando la luna como un espejismo de mi.

Te engaña con su luz y su belleza.
Crees ver que esta llena.
Cuando en realidad de lo que está llena es de cicatrices.
Vacía.

Esperano la noche para salir.

No hay ni una estrella, se han quedado enredadas en mi pelo.

Me doy asco.

Pero pronto se marchará y yo con ella en esa ducha de las 07:00.

Me maquillaré, me desenredaré las estrellas de mi pelo y tocará poner esa sonrisa de 'no estoy'

Ausente, dando pasos en falso hacia la cocina por una cerveza.

Siempre con una venda en los ojos para no ver el mundo real, ya tengo suficiente con el mío.

Está en plena destrucción.

Siento como todo explota dentro de mi.

Sin poder hacer nada.

Gritar sin ser escuchada.

Gritar en mi cabeza la revolución.

Querer ser libre.

Siendo presa de la pena que se adueña de mi corazon estrujandolo mientras caen gotas de sangre resonando en un silencio.

Si me abro en canal solo saldría tinta de unos cutres versos escritos en servilletas de bar.

*Silencio*
*Se oye el sonido de todos los huesos de mi cuerpo crujir*

Pero...

no quiero ser salvada.


Morir leyendo poesía Donde viven las historias. Descúbrelo ahora