Catorce (maratón 2/3 Dominic)

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-Daniela -la miré con odio.

Me miró y se acercó a mí rápidamente.

-No me llames, ¡nunca! más así, estúpida pendeja -me pegó otra cachetada. Pero esta vez no me quedé callada y se la devolví con más fuerza.

-No me vuelves a tocar, vieja culiá -le grité y sentí llorar al Daniel.

-¡Eres una estúpida! -gritó y me empujó -, ¡nunca debí haberte robado! Inútil, ¡¿SABES CUÁNTO DAÑO LE HICE AL PAPÁ DE ESE CABRITO?! -nunca me había gritado así. Me agarró y me abrazó.

-Suéltame por favor -le supliqué -, no diré nada, déjame tranquila -no tenía fuerzas para nada. Recordé todo. Volví hacerlo.

Tenía 5 años, gritaba que no me alejaran de mi papá, lloraba y unos hombres lo tenían agarrado. Mi papá, el papá del Fabián. Ella había hecho todo eso por venganza. Todo lo hizo por amor. Estaba enamorada. Mi papá no lo hacía, él la odiaba. Él estaba con la mamá del Fabián. Y eso a ella le dolía. Me hizo daño a mí y a mi papá, al Fabián y a su mamá.

-Perdón Dominic, nunca debí hacerle eso, él nunca me va a perdonar -lloró.

-Ni él, ni nadie, maldita perra -la empujé y subí a encerrarme en la pieza del Daniel. El Fabián salía todas las tardes, no sabía a qué. Lo único que sabía es que ella aprovechaba eso para pegarme y recordarme todo.

-Daniel...nos tenemos que ir, lindo, perdón pero no te dejaré con ella. Lo siento mucho, no puedo -saqué un bolso y eché ropa suficiente para unos días. Al menos para encontrar algo.

-¡Abre la puerta! -gritó golpeándola.

-¡No, me voy, NOS vamos! -grité y agarré al Daniel.

-Lo siento pero llamaré al Fabián...-él se va a enterar, y tú y yo nos hundiremos, las dos, juntas -golpeó más y más fuerte. Tenía miedo de que rompiera la puerta así que abrí.

-Basta, mamá -traté de calmarla, sabía como. Ella estaba loca.

-¿Me perdonas, hijita? -sonrió y me abrazó.

-Sí mamá, dejaré al Fabián y voy a quedarme acá, lo haré -sonreí y le tomé la cara.

-¿Lo harás? ¿por mí? -lloró y me dió un beso en la frente -, te amo bebé.

-Yo igual, mamá -la hice entrar a la pieza y tomé al Daniel. La calmé y empecé a decirle que todo estaría bien mientras salía caminando hacia atrás lentamente. Cuando ya estaba afuera cerré la puerta con llave.

-Lo siento, pero voy donde mi papá -suspiré y ella se puso a llorar.

-¡No me dejes! ¡No puedes ir con él, no te aceptará, no te ama, ya ni se acuerda de tí! -gritó.

Bajé rápido y tomé su celular.

Saqué el mío de mi bolsillo y llamé al Fabián.

-¿Aló? -se escuchaba gente, estaba en el mall.

-Me voy. -dije firme.

-¡¿Qué?! -gritó y se alejó de donde estaba para que me escucha mejor.

-Me voy, tengo que verte, tengo que decirte la verdad -traté de no llorar y tomé un taxi rápido.

-¿A dónde vas? -se calmó, sentía como si él fuese a llorar.

-Te veo en el aeropuerto -me mordí un labio para evitar llorar.

-Voy para allá -cortó.

-Al aeropuerto por favor -saqué plata para pagarle.

**

-¿Qué? Entonces...

-No. No somos hermanos, Fabián -lo calmé, se le caían las lágrimas.

-Entonces, ¿cómo? -me tomó las manos.

-Tu no eres hijo de mi papá...-suspiré -, Mi "mamá" me robó. Tu mamá estuvo con mi papá, pero ash -me enredé y el sonrió.

-Mi papá no estaba seguro de ser tu "papá" por eso le pidió un examen de ADN a tu mamá. Daniela los alteró y salió positivo. El Seba no es tu papá -lo miré.

-Y el Daniel...¿es mi hijo? -me miró triste.

-Daniel...es mi "hermano". Al igual que el bebé de que está en Santiago y está cuidando mi papá. Pablo. El hueón que estaba en en mi casa y supuestamente es mi "primo" se metió con mi ella.

-¿Por qué no me dijiste eso antes? ¿por qué no me dijiste que tu mamá te pegaba? Yo te hubiese cuidado, Domi, yo te amaba, y lo siento, pero...-titubeó -, no estoy enamorado de tí -se mordió el labio y se le caían las lágrimas. Al igual que a mí.

-Estás enamorado de la María José -me reí -, se te nota. Como la mirabas cuando tomaba al Marcelo, cuando hablaba...-suspiré y le sonreí -, lamentablemente no puedo decir lo mismo. Porque te sigo amando como el primer día que te vi. Con el pelo desordenado, cuando te molestaban por usar el pantalón corto -me reí y el igual se reía.

-Tú fuiste la única hueona que no se burló de mí, fuiste mi primer amor.

-OH HUEÓN HAY UNA CANCIÓN PARA ESO -me reí y la busqué rápido por el yutu.

-MI PRIMER TUUUUUUUUU

-MI PRIMER AMOOOOR -me siguió y yo me sonreí. No podía obligarlo a que se quedara conmigo.

-Tienes que irte donde ella, Fabián -le tomé la mano -, tienes que ir con la Cote, anda a buscarla -me reí.

Él se secó las lágrimas y nos abrazamos. Nos abrazamos muy fuerte. Quería un último beso de él. Se iría con otra mujer.

-Dame un último beso, por favor -le supliqué.

Me tomó de la cintura y me dió un beso con lengua lento, ¡¿POR QUÉ NO PODÍA DEJAR DE AMARLO?!

-Te amo -le sonreí.

-Gracias -me dió un beso en la frente y se fue. Para siempre. Con ella. Con la María José.

Me senté y miré al Daniel.

-Te llevaré donde tu papá, él tiene que saber que también eres de él -llamé al Pablo. Se había venido ayer de Santiago. Nos quedamos de juntar en el metro.

**

-Gracias...-me abrazó. Él no era malo, pero tampoco era un pan de Dios. Él sabía que el Marcelo era su hijo y no lo quiso. Decía que no podía hacerse cargo. Y lo entiendo, sus papás murieron. Él estaba solo.

-Cuidalo, por favor -me despedí de él y volví al aeropuerto.

Me iba a Argentina, con mi papá.






















No soy ná pelao.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora