ENDLESS LOVE (GTOP)

LOVE 11

Inspirada en R.O.D <3 

***

Ya no podía seguir atrapado dentro de esas cuatro espaciosas, pero tormentosas paredes que se apropiaban del oxígeno que sus pulmones exigían. Si hace unas horas se sentía el hombre más afortunado del mundo entero, en estos precisos momentos era un pobre desgraciado digno de la pena de cualquier vagabundo. Había encontrado a la mujer que una vez amo mas no al hijo que abandonó. Con pasos torpes avanzó apoyándose de las paredes que lo rodeaban en busca de estabilidad, su mundo se movía tan frenéticamente que le causaba mareos y náuseas. Una vez dentro de su auto, los recuerdos y las palabras azotaban su cerebro causándole más dolor del que ya sentía.

Ahora se arrepentía de haberse marchado sin dar explicación y rastro.

*FLASH BACK*

- Hola Ji Woo. Te estuve buscando por mucho tiempo. Y por fin te encuentro – comentó con una sonrisa encantadora, que era el terror para la mujer. Nunca creyó que lo volvería a ver, no después de todo lo que pasaron. – Vengo a ver a mi hijo – hizo una pequeña pausa – ¿Es varón o mujer? Muero por verlo, los extrañé muchísimo – ella tomó su cabeza un malestar hizo que perdiera por unos segundos el equilibrio – Ji Woo – llamó preocupado socorriéndola y tomándola entre sus brazos – ¿Estás bien?

- Suéltame – susurró con voz quebrantada. Alejando sus brazos que la tenían apresada, un sutil contacto que hizo que los vellos se le crisparan y sus nervios se intensificaran. Reunió fuerzas y preguntó – ¿A qué has venido? ¡¿Qué haces aquí?! – gritó exaltada.

- En primer lugar – no quería sonar frío, pero debía ser directo – A explicarte las razones del silencio de mi partida. Me desaparecí por mis padres, ellos me enviaron a estudiar a Europa y luego me casaron con alguien de su agrado. Era muy joven e inexperto sin olvidar asustadizo y estúpido así que solo los obedecí. – soltó un suspiro – En segundo, a verte a ti y a mi hijo. Muero por conocerlo, sé que no puedo recuperar el tiempo perdido pero si puedo ofrecerle los mejores próximos años de su vida. Y en tercero y más importante a pedirle perdón por dejarlo desprotegido y quitarle el amor de su padre...

- Es imposible – interrumpió. Sus ojos estaban acuosos en cualquier momento sus glándulas lacrimales se romperían.

- No seas egoísta – su voz salió más grave de lo normal por la molestia que se apoderaba de sus células. No podía creer que Ji Woo lo separaría de su hijo, sabía muy bien que erró pero no merecía tal castigo como ella le estaba imponiendo – Necesito ver a mi hijo o hija, es mi derecho. ¡Soy su padre! – reclamó

- ¡Perdiste todos tus derechos cuando nos abandonaste! – se defendió – Sin embargo, la razón es otra. – caminó decididamente hacia él – Preguntaste si fue niño o niña. Fue niña y nació muerta. – soltó con tristeza y rabia contenida dejando en desconcierto al hombre que lentamente perdía fuerzas – POR CULPA DE TU FAMILIA PERDÍ A MI HIJA ¡POR TU CULPA MI HIJA SE MURIÓ! – golpeó su pecho con puños flojos. Ambos sin notarlo después de varios segundos, estaban abrazados reconfortándose y compartiendo lágrimas. – No pude ni una vez ver sus hermosos ojos o besar sus redonditas mejillas

Ella tenía que desahogar ese dolor que tenía incrustado desde hace años en su corazón, no le estaba mintiendo al ciento por ciento porque en realidad había perdido a su hija, la hermana de Seung Hyun que nació muerta. El llanto de él siempre había sido la debilidad de ella, no obstante, no caería. No le diría que fueron mellizos y que el varoncito seguía vivo, y que era el adolescente más guapo y muy parecido a él. Era mejor evitarle ese dolor a su hijo que por tantos años sufrió por la ausencia de su padre. Sin mirarlo se apartó y caminó hacia la gran ventana de su oficina – Vete – ordenó dándole la espalda. – Lee In Sung, no debiste venir. Ya no vuelvas a aparecer delante de mí nunca más. Sigue viviendo tu vida como hasta ahora y olvida que alguna vez tuvimos algo. Desde que mi bebé se murió todos nuestros lazos fueron desatados. Ya somos libres para hacer de nuestra vida lo que queramos y sin arrepentimientos. Vete, quiero estar sola