Dos letras pérdidas... ❤

Max

Cap. 4

28 de febrero del 2017

Había terminado de dar mi discurso, todos aplaudían, me sorprende que muchos de ahí se acercaran a mi, era claro que eran solo unos completos hipócritas que solo se me acercaban para pedirme favores, no me molestaba solo que muchos o la mayoría abusaba, cuando me di la vuelta para salir ella estaba ahí caminando hacia mi, me quede helado viéndola se veía hermosa, le sonreí, creo que era lo único que mi cuerpo y rostro podrían hacer en ese momento, estaba a unos pasos de mi cuando...
Alexi me tomo el brazo y me separó de esa oportunidad, tarde unos momentos en despertar de mi trance.
-Alexi, ¿que hiciste?- dije con un tono parecido a las películas de terror cuando alguien mata a otra persona.
-¿Hacer que? Brother no te alteres, explicate no te entiendo nada - pregunto confundido y calmado.
-Que ahí estaba ella y tu me trajiste aquí - respondí.
- Lo siento enserio pero quería decirte algo, lo puedo remediar- dijo orgulloso mientras sonreía.
- ¿Cómo?- pregunte, casi queriendo matarlo, obviamente no lo aria, solo le recordaría cosas muchas cosas, o lo echaría de cabeza yo también.
-Invite a sus mejores amigos a la fiesta que organizaremos, bueno ira toda la escuela por que no iría ella- me miro con una cara astuta lo que me hizo tener otra duda.
- ¿Organizaremos ? Yo no organice nada - dije confundido.
- Bueno sera una improvisación y ya le avise a tu mama - menciono mientras guardaba su teléfono - las chicas pasaran en unos segundos por nosotros.
-¿Alexi?- pregunte.
- ¿Si?- respondió.
-¡Eres el mejor!- dije mientras tomaba su cabeza con mis brazos, frotando mis nudillos contra su cabeza, él odiaba que hiciera eso pero a mi me encantaba hacerlo. Cuando estábamos afuera Yuliza llego en su auto rojo.
-Yo manejo- dijo Alexi para empujar al otro lado del asiento a Yuliza, y detuve el puñetazo que ella le quería dar a Alexi.
-¿A donde iremos?-,pregunte a Yuliza mientras sostenía su brazo.
- Al centro comercial a comprar las cosas y luego a casa de Alexi para arreglar todo- dijo Maryan que estaba en los asientos traseros. Alexi abrió la puerta, subí y me senté junto a Maryan, ella era castaña, tenía el pelo largo y sus ojos eran de color verde entre claro y un color verde fuerte, sus labios eran rosados.
- Hola - dije sonriendo.
- Hola y felicidades Max - dijo sonriendo.
-Gracias -, iba a decirle sobre Estefany lo que Alexi no me dejo hacer cuando alcance a escuchar.
- ¡Dámelo Alexi! -, estaban peleando de nuevo.
- ¡No¡, Que lindo, Christian con corazones a los lados, me pregunto que habrá en los chats - dijo mirando a Yuliza de forma perversa, casi amenazante. En segundos Yuliza estaba roja.
- Christian ¿he?- dije cuando no tardamos en comenzar nuestra hermosa tradición de gritar el nombre de la persona que te gusta cuando nos entrábamos, solo por joder mas.
- ¡Alto, ya, ya entendí! - grito Yuliza.
Todos sonreímos y Alexi hizo andar el auto hacia la dirección del centro comercial, mientras Yuliza nos contaba como es que había conocido a Christian, quien agrego que es el mejor amigo de Estefany.
-Bien lo conocí en la universidad-, agregó Yuliza
-¿Como Max a Estefany? - preguntó Maryan
-Si, pero yo si me atreví a hablarle-, respondió Yuliza.
-Yo me- me interrumpieron mis amigos - te quedaste embobado por su belleza- dijeron al unísono, a lo que en segundos sentí como mis mejillas se llenaban con mi sangre, haciendo que me sonrojara claro esta, y a la vez me sintiera avergonzado.
- Bueno, el estaba pintando un pasadizo de árboles con un color rojizo, los pétalos caían en el camino café, se veía tan lindo, tanto el como su pintura, yo estaba pintando una playa en un atardecer-, nos contó Yuliza pero parecía que ese chico le gustaba.
- ¿Y como te acercarse para hacer una conversación con el "experta"? -, preguntó Alexi con una sonrisa y haciendo señas con los dedos aparentando unas comillas sin dejar de sostener el volante.
- Je je je sonara raro pero le pedí un poco de pintura amarilla, tenía aunque creó que se callo, por "accidente"- luego de decir eso todos movimos los dedos aparentando unas comillas repitiendo la misma palabra -"accidentalmente"- mirándonos unos a otros, a lo que en seguida nos echamos a reír a carcajadas. Mientras terminábamos de reír Yuliza nos seguía contando con una que otra carcajada.
- Él me dio pintura y, ¿saben que me dijo ?- pregunto Yuliza.
- No - respondimos los tres al unísono - por que no estábamos ahí - agregamos también al unísono, Yuliza sonrió para seguir contando.
- Si podía ver la pintura para comprobar que la obra fuera tan hermosa como la artista- en ese momento se sonrojo «Y te sonrojaste» era lo que iba a decir pero Maryan se adelanto.
- Y, ¿que paso después? - pregunto a lo que Yuliza siguió.
-Le mostré mi pintura y me dijo que le diera mi número yo le pregunte que había dicho y volvió a decir que le diera mi numero, yo no me resistí y se lo di- dijo.
-Entonces han estado saliendo, pero, ¿cuando paso eso? - pregunte.
- El 4 día de clases en la universidad- respondió Yuliza.
- Y, ¿como es que no, nos has presentado?- pregunto Maryan a lo que yo estuve de acuerdo con esa pregunta.
-Pues, aun no sabia como decirles aunque llevamos 2 años- dijo Yuliza mirando a otro lado mientras acomodaba su pelo.
-¡Dos años! - sentimos como Alexi freno repentinamente mientras decíamos eso al unísono.
- Ya lo conocía pero no pensé que fuera así de largo todo eso me imagine que solo era tu amigo o algo así -, añadió Alexi.
- Pensé que eramos mejores amigos-, dije fingiendo llorar mientras giraba mi cabeza al cristal y ocultar mi rostro para que no me delatara al reír.
-Si lo somos -, dijo tratando de tocar mi hombro, no me resistí y empecé a reírme.
- Te mataría Max pero ahora no puedo - dijo un poco enfadada y casi explotando a carcajadas. Reímos un buen rato y en un dos por tres ya estábamos en el centro comercial, las chicas bajaron primero, para adelantarse y comprar cosas para la fiesta, mientras que Alexi me dio una mochila en la que habían 2 conjuntos de ropa uno para la fiesta y uno de mis conjuntos favoritos para ensuciarse o simplemente estar en la calle, me puse el segundo conjunto, que constaba con un pantalón de mezclilla azul, una camiseta azul rey que era un estilo con un poco se rojo o amarillo y mis converse azules. Cabe agregar que soy fanático a los converse y compraría miles, también usaría solamente esa marca pero no podría, me echarían del trabajo si me ven llegar con converse, en fin, baje, y al pisar el centro comercial por no se cuanta vez en mi vida, me alcanzaba a despertar un olor familiar de esas veces en las que, es tu cumpleaños, sales con tu familia y al pasar frente a la pastelería llega un olor increíble a chocolate, haciendo que se te haga agua la boca, y estaba en lo cierto ya que una señora había pasado junto a mi con un pastel en manos.
Alexi y yo nos aventuramos al pasillo de frituras en donde habíamos encontrado a las chicas con un carrito de compras, solo que esta vez Yuliza estaba manejando y Maryan estaba en el carrito pidiendo ayuda por que Yuliza la mataría en cualquier momento. Alexi y yo chocamos miradas, para luego echarnos a reír tomar las papas fritas que encontráramos, dirigirnos a el pasillo de "vinos y licores" que yo mas bien lo llamaría de chelas por decirlo de una manera Mexicana ya que era lo único que había ahí, con uno que otro ron o vino, tomamos unos cuantos paquetes, luego corrimos por el pasillo de detergentes, limpieza, juguetes, cosas para el hogar, de todo, sin faltar que varias personas nos quedaran mirando extraño, por poca decencia, y valores inculcado y algo así a lo que llamaban "comportarse". Vamos era mi ultimo día de esto, mi ultimo día de fiestas, borracheras, o de cualquier cosa que me atara a ser un adolescente, claro que eso nunca se pierde, lo que pasa es que te vuelves mas responsable y mas razonable en ciertas cosas que a nosotros nos parecía aburrido. Cuando estábamos en la cajera, a punto de pagar, adivinen quien olvido su identificación para poder pagar las cervezas, como típico adolescente, cuando es falsificada nunca sales sin ella, pero cuando ya la tienes, ni siquiera recuerdas su existencia, por suerte Maryan tenia la suya, estaba punto de hacerle una cara de perrito mojado súper tierno como agradecimiento, pero Yuliza nos empujó para que nos apartáramos y poder avanzar, con la larga fila del súper mercado de constaba de niños llorando por estar parados sin divertirse mientras que sus madres hablaban una con la otra para contarse lo que se a que haya pasado con su familia, pubertos o mas bien pre-adolescentes para que no suene tan feo con audífonos que parecían no quitarse en días y camisas negras, adolescentes casi como nosotros que compraban alcohol, cigarros y una que otra cosa para fiestas. Lo que me recordaba mas a mi eran los pequeños niños que lloraban al lado de sus madres. Recordaba esa vez en la que estábamos en el supermercado, en el área de mariscos y raramente había un estanque de langostas o lo que sean esas cosas que tuvieran tenazas muy grandes, por estar de curioso acerque mi dedo, por suerte no me hizo nada, a quien si le hizo algo fue al gerente, quien por querer retirar mi mano y una de las langostas no me lastimara, lo lastimo a el en ese momento me dio risa que termine en el suelo con un dolor de estomago. Cuando llegamos a casa mi madre se echó a reír de nuevo conmigo, tampoco le deseaba eso al pobre trabajador del supermercado pero al menos nos saco miles de carcajadas, que estuvimos recordándolo por meses y solo ambos sabíamos de eso nadie mas.
-¡Max que tomes esto!- grito Alexi.
-¿Eh?- dije despertando de lo recuerdo y tomando las bolsas para que Alexi metiera las cosas en la cajuela.
-Aun no llega Estefany y parece que esta frente tuyo - me dijo Alexi sarcásticamente.
- No, es eso es que recordé lo de la langosta - comente mientras reía un poco, a lo que ellos rieron conmigo ya que le había contado eso, uno de los días en los que estábamos aburridos echados en el pasto observando las nubes.

Cuando llegamos me eche en el sofá, hasta que mis amigos cometieron un crimen, una traición, una apuñalada por la espalda. Si solo me tiraron de almohadazos, pero cuenta como traición, ¿cierto?.
-Traidores - dije mientras me abalanzaba sobre ellos con una almohada.
-¡Alto!- Exclamo Maryan
-Tenemos que arreglar las cosas antes de que lleguen los invitados- nos recordó.
-Bien, pero no se quedara así - les advertí.

Cuando termine de ordenar las frituras, de acomodar la mesa con golosinas, tome un chocolate que había entre ellos, para luego ir a esconder los jarrones o lo que fuera frágil en la habitación más segura, mas bien el sótano, el cual al bajar las escaleras te encontrabas con algo a lo que yo diría que no es normal en los sótanos, ya que el nuestro era como una especie de almohadas por todas partes una alfombra azul clara que se extendía por todo el lugar, en resumen nuestro cuartel secreto. Teníamos uno por cada casa, el mio esta en proceso ya que habíamos acordado, que si no me mudaba antes del otro año lo aria ahí, si me mudaba lo aria en mi nuevo departamento.
-Chicos vengan - dije mientras me sentaba en el sofá, observando como se reunían todos, cuando ya estaban sentados frente a mi.
- Ya se como me le declarare a Estefany- les dije a todos.
-¿Como?- preguntaron al unísono.
-La citaré en un lugar especial, le prepararé algo muy lindo y se lo diré-, sonreí aunque no les proporcione mas detalles sólo les conté de como seria.

1 de marzo de 2017

La luz del sol se coló por la ventana, desperté entre cerrando mis ojos tenia el brazo con una dirección y un numero, no lograba recordar nada de lo que había pasado anoche, hasta que las imágenes pasaban por mi mente, ya recuerdo por que, mis vecinos Alejandro y Roberto estaban en el jardín de su casa, así que yo me camine a ellos. Me dieron un par de consejos en realidad ni siquiera recuerdo cuando me lo habían dicho, Alexi me ofreció una bebida que sin dudas tome y quede en el suelo en menos de 3 minutos. Y ahora tenía un dolor de cabeza horrible. No recuerdo si al menos hable con Estefany... Aclaro que eso era lo peor.