Cada vez más cerca

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Una ligera brisa primaveral recorre toda la ciudad, se acerca la semana de vacaciones y las familias se preparan para pasar unos días juntos. Pero en el caso de Takeshi tener una semana de vacaciones no era motivo de alegría. Su padre se pasará el día bebiendo y gritándole, por lo que una semana para Takeshi en su casa sería como una eternidad. Por lo qur cuando llegaron las vacaciones, Takeshi pasaba mucho tiempo fuera de casa.
Cambió su rutinario paseo por el parque, ya que estaba repleto de familias comiendo bajo los árboles de cerezo y está escena hacía aflorar en Takeshi multitud de sentimientos, por un paseo por Shibuya.
Takeshi se dedicó a pasear por las callejuelas, evitando el bullicio. Caminando llegó a una calle residencial, comenzó a pasear por esa silenciosa calle cuando desde lejos oyó que alguien gritaba su nombre; Takeshi se giró y se percato de que era Akane. Ella se acercó rapidamente y lo saludó con una gran y cálida sonrisa.
"- Hola Takeshi. No esperaba verte por aquí ¿no vas a pasar el día con tu familia? -dijo ella con un tono muy amable".
"-Ohh.. hola Akane. Sólo estaba paseando y acabé aquí, no sabía que vivías en esta zona. Mmm..bueno.. yo no paso mucho tiempo en casa -dice Takeshi con una voz temblorosa".
"-Ohh vaya.. Bueno ahora iba a comer algo en casa, porque no vienes y nos acompañas -dice Akane sonriendo, esperando que Takeshi dijera Si".
"- Yo.. no creo que pueda..- dijo él".
Entonces Akane lo interrumpió, lo cogió del brazo y mientras sonreía le llevó a casa. Una vez llegaron, entraron a casa de Akane; Takeshi estaba muy nervioso no sabía que hacer ni que decir. Era una casa muy bonita, un gran contraste con la casa donde vive Takeshi; Akane guió a Takeshi hasta el jardín. Allí esperandolos estaban los padres de Akane, que saludaron a Takeshi ambos con una gran sonrisa.
"- Vaya, tu debes ser Takeshi. Soy Sayoko, la madre de Akane y este es Yoshiro mi marido -dijo ella".
" - Ohh...es un placer conocerlos -dijo Takeshi aún nervioso".
Detrás de los padres de Akane, había una mesita de jardín encima de la cuál había un montón de platos que se veían deliciosos. Todos se sentaron y comenzaron a comer, mientrss hablaban entre ellos. El tiempo paso volando y cuando Takeshi se dio cuenta ya era tarde, se levantó pidiendo disculpas y Akane lo acompañó a la puerta. Ambos se despidieron y Takeshi fue alejandose lentamente de la casa, hasta que despareció de la vista de Akane.
Mientras iba a casa Takeshi sólo podía pensar en este día, había sido un día feliz, eso hizo que las lágrimas cayeran del rostro de Takeshi. No sólo miles de recuerdos pasaron por su mente, sino que además a medida que se acercaba a su casa la dura realidad cada vez se hacía más nitida y el recuerdo del día de hoy cada vez más lejano.

Entre silenciosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora