Hacker |PAUSADA|

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Dos minutos y medio.

Ese es el tiempo que me llevó hackear American bank. Uno de los cuatro bancos más cotizados de todo Estados Unidos.

Madre mía, no se quien fue el encargado de diseñar esa mierda de corta fuegos.

Vuestro vecino canadiense os ha dado una paliza.

Ahora que he robado el dinero del presidente de Interelectronic será mejor que lo lave.

Mi vista, que hace un momento estaba clavada en la pantalla de mi portátil, ahora está mirando la ventana.
Hace un día soleado, y desde mi inhóspita habitación, llega el ambiente de primavera.

Temperatura: 21°C

Humedad: 7%

Que asco de día.

Prefiero el invierno de Canadá, con sus cielos encapotados y la humedad tan alta que sientes que te ahogas.

Me gusta ver la nieve y la sensación de frío en mis manos.

Bueno creo que me estoy yendo por las ramas.

¿Por donde iba?

Ah si, el dinero.

¿Sabes cual es mi juego favorito? El póker, y sobretodo el póker online.

Es lo mejor para lavar el dinero. Solo necesitas tener varias cuentas, mucha destreza y dinero. Eso último es bastante obvio, pero hay gente muy tonta en este mundo y es mejor dejar las cosas claras.

Así que por si no lo has adivinado ya, usaré el dinero de Interelectronic para jugar al poker online. Utilizaré mis cuatro cuentas y repartiré esta sucia millonada en ellas.

Es una forma realmente original ¿no?

3 minutos. Tiempo suficiente para no dejar ningún rastro del dinero.

Alabemos la genialidad de los paraísos fiscales.

Después de hacer mi obra del día, creo que me merezco un descanso.

Tal vez he hablado demasiado rápido... La pantalla de mi móvil se enciende empieza a sonar una canción de Eminem.

A regañadientes agarro el móvil y respondo la llamada.

-Derek, el magnífico al habla.

Oigo un suspiro proveniente del otro lado de la línea.

-¿En serio Derek?-La dulce voz de Jannette con un tono algo despectivo.- BrainStorm ha vuelto a atacar.

-Voy ahora.-en cuanto pronuncio esas dos palabras cuelgo y me levanto de la silla giratoria.-

Camino por mi aburrida habitación y agarro mis tenis blancos. Cuando termino de atar los cordones voy hacia la puerta y tropiezo.

Debería arreglar esa tabla.

En el instante en el que salgo de mi apartamento la cabeza de mi vecina se asoma desde su puerta.

Claire. 40 años. Divorciada.

Esa mujer es una acosadora. Y no lo digo por decir.
Digamos que ella pertenece a ese grupo de personas que usan la palabra contraseña, como contraseña.

Sí, muy original.

Es una de esas mujeres despechadas que ve el perfil de facebook de su exmarido todos los días.

En mi opinión eso es acoso.

Estoy seguro de que te mueres por hacer una pregunta.

¿Como es que acabé trabajando para los que quieren detenerme?