Retos y Mas

Sin Regalo de San Valentín

La música en mis oídos era lo único que me alejaba de la clase de Filosofía en ese instante,al igual de mis preocupaciones, tarareaba la melodía de la canción en un tono bajo para que no me escucharan y ser reprendido

Pero,creo que nadie me escucha...

La maestra empezó a escribir algo en él pizarrón con él ceño fruncido,al parecer preocupada por algo,seguramente la tarea que tendríamos que hacer en casa lo que consumiría cada segundo del tiempo que tengo...Aunque en este día no me importa nada de eso.

Baje mi mirada a mi teléfono ansioso para que acabe la hora de clase y ser libre de esta sofisticada prisión de libros,sobre todo en este momento que estoy desesperado por salir.Buscaba entre tanta música una en especial,la que me lograba tranquilizar, pero más que la buscaba no la encontraba y la desesperación me estaba dominando.

Al final lo encontré,me relaje un poco en la silla deseoso por escuchar la música,presione él botón que reproducía la tan hermosa melodía;por un momento pensé que había perdido aquel tesoro que tanto adoro.

La canción que me dedico en mi cumpleaños.

Era una bonita pieza de piano llamada You Raise Me Up la composición era hermosa,cada vez que la escuchaba me transmitía una sensación de tranquilidad que era sumamente reconfortante al estar en situaciones difíciles.

Ring,Ring.

Al escuchar el ruido de la campana,atravesando la melodía e irrumpiendo en mis pensamientos,me levanté rápidamente cogiendo mi maleta corriendo hacia la puerta como si un incendio se hubiera provocado en mi asiento causando fuego en mis pantalones,después pediría a alguien la tarea de la maestra.Al llegar a la calle principal,sumamente cansado y con las piernas doliéndome por la mini carrera que hice, pedí un taxi y le dije el lugar al que quería ir.

Ya tranquilo fije mi vista hacia la ventana contemplando como las floristerías y restaurantes estaban llenos por ser San Valentín,parejas dándose chocolates cogidos de la mano,grupos de amigos saliendo y una que otra persona caminando sola con caras de cansancio y aburrimiento o al contrario felices y radiantes.

Yo pertenencia al primer grupo de personas que se encontraban solas.Nunca entendí porque se entusiasmaban con gastar todo el dinero que tenías en un sus bolsillos causando el aumento del consumismo en el país,antes sí tenía pareja en esas fechas siempre le decía que no esperara ningún obsequio de mi parte y que no la llevaría a ningún lugar pues era un día como cualquier otro. Sonreí ante tal pensamiento y note que en mi teléfono había llegado un mensaje.

-Ya está aquí,¡Ven rápido!

Me alarme completamente y escribí lo más rápido que pude un mensaje

-Gracias hermana,te veo ahí.

Con cada minuto que pasaba me sentía más desesperado por llegar y al parecer el taxista lo noto,ya que empezó a subir la velocidad.Al llegar a mi destino me baje rápidamente y pague el taxi,por supuesto dándole una buena propina por haber pasado él límite de velocidad en este momento.

Al fin había llegado al hospital...

Entre corriendo y pude ver a mi hermana sentada en la sala de espera con los brazos cruzados moviendo la pierna de un lado a otro.Cuando me vio se levantó de inmediato y corrió para abrazarme.

-Esta en la habitación 201,ve rápido-me dijo mientras rodeaba sus brazos en mi cuello para darme él abrazo más rápido que he tenido.

Ella se soltó de inmediato dándome un pequeño empujón para que avanzará, y así lo hice,salí corriendo dirigiendome a la habitación que me había dicho mi hermana sintiendo como la adrenalina fluía en mis venas.Al llegar,un poco cansado,tome aire y entré a la habitación encontrando la escena más hermosa que he visto...

Mi esposa con el bebé que acaba de dar a luz.

Tenía ganas de llorar pero me negué hacerlo en este momento.Me acerqué lentamente a la camilla y me senté en él filo.

-Al parecer papá ya llego cariño-dijo con una sonrisa viendo a la pequeña mientras la mecía.

-Aun no entiendo porque demonios me obligaste ir a la universidad si te estabas sintiendo mal.-dije entre un sollozo y la risa de ese momento.

-Fácil, porque sé que no ibas a ir si te decía y tú quieres ya graduarte para conseguir trabajo-me respondió con su dulce voz mientras me daba a la niña.

Ahora se que desde éste momento,San Valentín se volvió una fecha especial aunque pueda ser la persona más amargada del mundo haré todo lo posible para que mi familia este feliz...

Aunque Signifique abandonar mi lema de no regalar nada en San Valentín.