[XIV-II-MMXVII]
Querdio Cupido:
Te daría mil y un motivos para convencerte que nunca fui así y que en verdad merezco una segunda oportunidad.
Te diría que ella sigue en mí presente y que aún extraño su presencia conmigo.
Entonces suspiro, tomo aliento y te voy expresando cada uno de mis tristes momentos tras su partida, los lloros, la depresión e incluso las ganas de odiarla aunque significase odiarme a mí mismo.
Te contaría cada uno de nuestros dylces momentos que juntos pasamos.
Te confesaría que no veo nada más que no sea ella en cada uno de los pasos que voy dando.
Te recalcaría una y mil veces que que ella fue el único motivo por él que sonreír, y, ahora que todo cambió, es el mayor motivo por él que sufrir.
Te desvelaría cada uno de mis horribles sueños en los que la encuentro recostada a mi lado y que al cabo de los segundos, se levanta, me mira a los ojos y se va sin siquiera decir nada.
Te explicaría que la vida apenas cobra sentido en mí y que ya nada es lo mismo desde que se fue.
Sin embargo del mismo modo, me darías otras mil y un razones por las que debería olvidarla y por las que ella ya cambió y no es lo mismo que antes.
Te podría decir esto y mucho más, pero apenas serviría para nada y formaría una gran pérdida de tiempo para ti.
Ahora Cupido, estás muerto para mí...
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Recuerdos Somníferos
PoetryRelatos cortos acerca de la vida, él amor y sus consecuencias...