Una vez, a Paul y Topper se les ocurrió subirse al tejado del lugar donde ensayaban a disparar a unas palomas callejeras (que después resultarían ser palomas de competición), con pistolas de aire comprimido.
Un trabajador del ferrocarril británico los vio y llamó a la policía, pensando que los pistoleros eran anarquistas probando tiro con la gente que salía de los trenes.
Según palabras textuales de Paul, "Habían llamado a toda la policía, había un helicóptero encima de nosotros, ocho furgonetas de policía y el Sweeney (una especie de policía que se dedica a investigar atracos con armas) y todo lo que teníamos nosotros era una pistola de aire".
Los cargos de intento de homicidio fueron posteriormente descartados por la falta de pruebas, aunque se les multó con 30 libras cada uno y tuvieron que pagarle al dueño de las palomas de carreras 700 libras en compensación por lo ocurrido.
Y así amigos míos, surgió la idea para la canción de "Guns on the roof".