Parte 23:nuestros últimos días juntos

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Después de caer rendidos en medio del bosque por la madrugada Dipper empezó a sentir frio a pesar de estar abrazado a Bill que terminó por ultimas encima del castaño, este como pudo se lo quitó de encima

-¡hey! Bill –pronunció despacio el castaño removiendo a su contrario

-hmmm te hmmm aniquilare abuela... -balbuceaba el mencionado, Dipper contuvo su risa y rodo los ojos

-¡hey Bill compré doritos! –anunció un poco más fuerte el castaño y como si fuera por arte de magia el rubio se levantó chocando con su castaño golpeándose ambos en la cabeza –¡hag eres un imbécil! –gruño Dipper sobándose la cabeza

-¿y los doritos?-preguntó Bill

-no hay solo lo dije -

-... y tu un mentiroso... -se cruzó de brazos haciéndose el ofendido

-no seas tonto, hay que volver a tu casa o a la cabaña empieza a hacer frio –exclamó Dipper titiritando de frio

-de acuerdo –Bill con todo el ánimo del mundo (sarcásticamente) chasqueó los dedo, pero no funcionó lo intento otra vez pero tampoco –creo que me cortaron el servicio –añadió Bill

-¡idiota! Para que haces aparecer ayer los regalos eso nos hubiera ayudado a volver –reclamó Dipper –la cabaña ha de estar a unos 50 kilómetros de aquí y encontrar tu árbol nos llevará tiempo -el castaño como pudo trepó a un árbol

-pues no creo que lo mas conveniente sea convertirnos en personas salvajes que vivan en los arboles –enarcó sarcasicamente el rubio quien veía al castaño subir por las ramas

-¡se nota que eres un rubio oxigenado! por lo oxigenado que está tu cerebro –respondió Dipper, en ese momento tomó una rama que no aguantó su peso y calló y Bill lo atrapó

-¿quien tiene oxigenado el cerebro? –añadió bill mordaz teniendo a Dipper entre sus brazos

-¡bájame! –exclamó Dipper sonrojado y con ramas en el cabello

-como digas pine tree –y lo dejó caer de sentón



En el camino de regreso Dipper no le habló a bill y siempre viendo hacia delante y evitándolo cosa que exaspero a bill. Llegaron a un arrollo para descansar Dipper se mantenía en la orilla del arrollo contemplando lo cristalina que estaba y el pasar de los peces

-¿ya me hablaras pine tree? –Bill se sentó a su lado

-no quiero –respondió Dipper con puchero

-que mal, ya lo hiciste –respondió bill con una sonrisa

-aun asi –reprochó


Bill se levantó y se alejó unos pasos de Dipper esté no le tomó importancia y no se movió, cuando menos lo espero estaba empapado habia caído al arrollo y bill también entró

-¡imbecil! –gritó Dipper tratando de salir del agua pero bill lo regresaba

-¡que grosero eres pine tree! –salpicando de agua a Dipper

-¡conque asi quieres jugar! –dipper frunció el ceño y siguió el juego


Un rato estuvieron así y así se le quito lo molesto a Dipper, por ultimo pescaron algo y comieron viendo el ocaso comiendo y dejando secar sus ropas, tendrían que permanecer una noche mas en el bosque

el castigo por ser un demonioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora