Parte 2

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Mandy estaba disfrutando de las miradas rencorosas y especulativas de los ciudadanos se encontraba a su paso. Diez años antes esas mismas miradas y los murmurios que la perseguian, le habían provocado ataques de pánico y ansiedad. 

Si, es lo que tenia el ser juzgada y condenada por la opinión popular ,y tachada de zorra del pueblo a la edad de quince años. que todo deja huella. Al entrar en el super no pasó por alto lo poco que había cambiado el lugar. Dios, si cerrarlos ojos y se paseaba, no tendría ningún problema en localizar todas las cosas de su lista. Lácteos, verduras, carnes... todo en el mismo sitio que diez años antes. que poco original.

Pero sin preocuparse porque sin duda no encontrara allí ninguno de los productos por los que tenía predilección , bueno, se conformaría con lo mas parecido. Aunque ni loca se arriesgaría  con todo lo referente a su higiene personal. de eso tendría que ocuparse Amazon. 

Miraba las indicaciones nutritivas de dos marcas de muesli integral cuando escuchó una discreta tocecita detrás suyo, sonrió para sus adentros y la ignoró, la tos se repitió en tres ocasiones más, obteniendo el mismo resultado, ella acababa de dejar el muesli elegido en su carrito y se disponía a seguir su camino cuando alguien le puso la mano en el hombro. se aseguró de hacer su larga melena ondular al girar la cabeza para mirar a la persona que tenia detrás. 

- Señora Weston, buenos días, ha visto que buen sábado nos ha salido hoy?

- Así que has vuelto. - Mandy no pasó desapercibido que no le correspondió el cortés saludo, bien.

- eso parece. - Mandy no detuvo su camino, sino que sin otorgarle mayor atención, dirigió la mirada a la próxima sesión del pasillo. - le deseo un buen día señora. - ni se molestó en dirigirle la mirada.

El resto de sus compras los hizo sin nuevas interrupciones, o tal vez si, Mandy no se enteró porque se colocó los auriculares en el oído. y canturreando acabó de recorrer el supermercado. Las miradas que la seguían por todo el lugar no la intimidaron. Ya no.

Incluso le dedico una deslumbrante sonrisa al cajero, el hecho de que fuera un antiguo compañero de clase solo endulzo el momento. lo recordaba perfectamente, era uno de los que habían pintado un gran ZORRA en su taquilla. y vio con gusto como sus mejillas se coloreaban al reconocerla. No intercambiaron palabras mas allá del buenos días y el precio de la compra. luego ella haciendo un gesto a un adolescente que parecía mirar las diferentes chocolatinas del mostrador  contra la pared le hizo una señal a la compra. Ni loca cargaría con todos esos bultos. 

El muchacho se la comió con los ojos, de abajo hacia arriba, Mandy divertida incluso puso las manos en las caderas y posó para el. momento en que el chaval viéndose pillado se apresuró a agarrar varias bolsas. y salir del supermercado. Eso era algo que realmente había echado de menos, en Nueva York si le hubiera dicho por gestos a un adolescente que le llevara las compras, lo mas probable es que se riera en su cara, o que se llevara la compra a las carreras, pero allí no.  Bueno no todo era Malo, tuvo que admitir ella para si misma, después de todo había vuelto por algo. 

El chico parecía tímido y una vez fuera la siguió por el aparcamiento, cuando ella se paró al lado de su Porsche y abrió el pequeño maletero delantero , las bolsas lo llenaron completamente. luego cuando ella saco del bolsillo y le ofreció al chico un billete de 10 dolares, este se lo rechazó educadamente.

- no ha sido más que un minuto señora.- dijo mientras rodeaba el coche y se agachaba para mirar de cerca las llantas traseras.- que pasote. 

joder ! penso Mandy, su primer día de regreso a ese pueblucho perdido de la mano de Dios y con la primera persona que hablaba y resultaba ser un Guerrero, le echo un buen vistazo al chico mientras este examinaba el vehiculo,  bueno, todavia no era un guerrero, por ahora solo era un joven alto y desgabado, pero como guardiana estaba codificada para detectar a un Guerrero al escuchar su voz por primera vez. curiosamente era caaz de detectar a todos ellos, menos al suyo propio,aun así no le extrañaba que hubiera un guerrrero en el pueblo.

El chico alucinó con el coche, no por nada era una deportivo último modelo, y puede que el chico estuviera acostumbrado a ver rubias guapas y despampanantes ,pero cochazos como aquel, no abundaban en aquel lugar.

- Hala!!! vendería mi alma por conducir ese coche .

- bueno, no creo que tengamos que llegar a tanto. - sonrió ella.- tienes el carnet chico?

- si señora. me lo saqué este verano y mi hermano me deja conducir su coche a veces. dice que no lo hago mal y que todo lo que necesito es practica.- cuando el muchacho se dio cuenta los rápido y atropellado de su narrativa volvió a enrojecer y centrar su atención en el coche. 

- pues que buen hermano tienes. ¿como te llama, encanto? .

- Ty señora. 

- bien Ty, pareces un chico inteligente. ¿lo eres? - Ty asintió con la cabeza y volvió a sonrosarse. - ¿Actualmente trabajas Ty?

- No señora, trabajé durante el verano en la empresa de almacenamiento del señor Lowre pero tuve que dejarlo al empezar las clases porque el señor Lowre necesita a alguien a jornada completa y yo tengo clases por las mañanas. 

- Así que la empresa del señor Lowre ,eh? - sonrió ella- y te dio alguna recomendación? - Ty volvió a asentir- estupendo. busco un hombre para todo. acabo de volver a mudarme aquí y la casa que me he comprado parece una cuadra. Ademas si demuestras ser lo bastante listo necesitare un ayudante para mi negocio.

-Me esta ofreciendo trabajo? 

- Lo has pillado. Hablalo con tus padres y si están de acuerdo pásate a la tarde por mi casa. estaré disponible a partir de las 3. - dijo ella metiéndose en el coche. y sacando la cabeza por la ventanilla- Vivo en la antigua casa de los Donewell tchau guapo, espero verte luego. - y sonrió por la gracia de la situación. 

una guardiana empleando a un guerrero, el muchacho todavía no se había desarrollado y aparentemente era solo un adolescente mas, luego Mandy perdió la sonrisa, no seria así durante mucho mas tiempo. la rueda del destino ya estaba en marcha, tenían semanas, con suerte meses hasta que les tocara enfrentarse al gran mal que asechaba en la oscuridad esperando para atacar y devorar todo lo bueno que existía en el mundo. y ese muchacho seria parte de ello. 

Tu nombre es deseoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora