3 6 5 [Muke]

Day 3

9 años atrás.

"Eres un tonto, Michael" El niño de ocho vio herido al rubio cuando dijo esas palabras. Toda la clase se reía de él en cuanto Luke comenzó a burlarse del pequeño. El más alto señaló a Michael. "Jamás tendrás amigos, porque eres raro y nadie quiere ser amigo de un raro"

Esas palabras quedaron tatuadas en su corazón.

Y lo marcaron de por vida.

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"Luke. Hey. Reacciona, Luke" Luke pestañeó varias veces, saliendo de su trance, y volteo a ver a quién lo había despertado de él . Se encontró con los ojos cafés de su mejor amigo, Calum, quien le sonrió.

"¿Qué pasó?" Preguntó Luke, aún confundido. Calum se encogió de hombros, y señaló a la señora Hemmings (aka. Su madre) quien miraba desaprobatoriamente a su hijo cuando notó que estaba haciendo de todo menos prestarle atención a su clase. Se sonrojó de la vergüenza. "¡Mamá!" Exclamó, con una sonrisita inocente. "Estaba...estaba pensando en cómo las fracciones pueden ser divididas de manera inversa al cuadrado" la señora Hemmings puso los ojos en blanco y se cruzó de brazos. Su hijo no tenía remedio.El resto de la clase rió, divertida por la situación.

Menos el chico que se sentaba tres puestos adelante de él, de cabellos teñidos de violeta, que intentaba mantenerse despierto en la clase y al mismo tiempo tener bien puesto el cuello del abrigo para que no se vieran los moretones en éste. Si, eran moretones.

Y no, no había tenido una noche de sexo como quizás piensen. Más bien, había intentado evitar una. Daryl casi golpea a Karen por haber echado a las prostitutas de su esposo esa noche, y su padre le había dado con el bate de béisbol justo en la tráquea por haber intentado detenerlo.

Gracias a Dios que estaba demasiado borracho como para dar un golpe lo suficientemente fuerte, porque pudo haberte roto el cuello, literalmente, y matarlo.

Aunque Michael sentía un dolor indescriptible cuando respiraba, y le temblaban los brazos tal cual un drogadicto. En las últimas 12 horas, Michael comenzó a pensar que quizás un golpe certero y asesino no habría sido tan terrible, y que quizás, solo quizás, tomaría unas cuantas dosis de su padre prestadas esa noche y se las inyectaría.

No había nadie capaz de detenerlo si decidiera hacerlo, de todas maneras.

O eso pensaba, cuando una bola de papel arrugado impactó contra su cabeza, lo cual lo despertó. Tomó la bola de papel, y observó al rededor, enfurecido. Todos estaban o durmiendo, o hablando entre sí, y alguno que otro prestándole atención a la clase. Observó a Luke, que miraba aburrido a su madre y a su explicación, pero parecía tener una sonrisita en sus labios.

Michael se sonrojó, y se dio media vuelta, observando al frente de nuevo.

¿Sería...?

Intentando no lucir demasiado emocionado, desdobló la hoja, y soltó un jadeo ansioso al ver la letra de los dos días anteriores. La felicidad fue seguida por un odio incomprensible, pero igual comenzó a leer la nota.

¿Qué tal, Michael?

Si, soy yo de nuevo.

Quería preguntarte si hoy querías almorzar con Calum y conmigo. Te he visto almorzar solo aunque estés rodeado de mucha gente, no sé si me explico.