Wally.

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Barry suspiro mientras empujaba el último de sus libros en su mochila, intentando evitar ser empujado por la estampida de estudiantes que se dirigían a la salida, desesperados por comenzar su fin de semana. Eddie y Iris ya habían desaparecido, queriendo Eddie comenzar rápidamente con los estudios. Sí, claro, 'estudiar'. Caitlin, Ronnie y Cisco también ya habían desaparecido, y Felicity tenía horas extras de estudio en la biblioteca mientras Wally tenía horas extras de práctica en el campo de Lacrosse con Danny. Lo cual dejaba a Barry, solo.

Técnicamente, podría esperar alrededor de una hora y conseguir un aventón por parte de Wally y Felicity, pero el que le quiten los dientes sin anestesia sería preferible ante eso. Así que, en vez de eso, se iría caminando a casa.

Tomaría al menos un par de horas.

Su pobre bebé se había roto el día anterior. El dinero extra lo había gastado en gasolina para recorrer la ciudad mientras la protegían y llevando a algún peludo donde lo necesitara, por lo que significaba que ahora no tenía dinero para las reparaciones que Roscoe necesitaba. No quería pedirle más dinero a su padre para reparaciones, por lo que se resignó a la mendicidad de pedir aventones o caminar a todas partes. Si tan solo tuviera su vieja bicicleta.

Dio un portazo a su casillero, el pasillo se encontraba casi vacío a excepción de los últimos estudiantes que iban quedando. De mala gana, se dirigió hacia la puerta principal, con la pesada bolsa sobre sus hombros. Probablemente tendría dolor de espalda al momento en que llegara a casa.

La suave luz del sol se escurría dentro de la escuela, con un caluroso aire a pesar de las persistentes nubes por encima que comenzaban a cubrir el sol. Más oscuro de lo esperado, Barry esperaba que no lloviera en su camino de vuelta, aunque, conociendo su suerte...

"¡Allen!" La voz de Wally lo llamó desde el otro lado del edificio mientras se acercaba, llevando ya su herramienta para Lacrosse aferrada en su mano. Barry ni siquiera respondió mientras Wally continuaba hablando "Tu novio está aquí para recogerte." Dijo, con una evidente burla en su voz.

Golpeado por la sorpresa de dicha oración, Barry tambaleo y tropezó en el primer paso que dio mientras se dirigía al estacionamiento, intentando apenas mantener el equilibrio, antes de terminar cayendo por las escaleras. Su corazón golpeó varias veces debido a la repentina caída, con su cerebro gritando en pánico, seguro de que había estado a punto de romper su cabeza, partirse el cuello o romper su tobillo.

Al momento en que nuevamente estaba en pie, aunque con las piernas inestables y su cerebro reordenándose, poco a poco, las palabras de Wally hicieron eco en su cabeza. Se dio la vuelta y abrió su boca para gritar algo, preguntarle a Wally qué demonios le ocurría, pero el beta ya no se encontraba a la vista.

"¿Qué?" murmuró, recorriendo los ojos por el terreno, intentando encontrar algún rostro familiar en ese océano de extraños.

"¿Estás bien?" Le preguntó una voz familiar desde atrás, con un dejo juguetón y de burla en su voz.

Con el ceño fruncido, Barry se dio la vuelta y acomodo el bolso sobre sus hombros, encontrándose cara a cara con Oliver a solo dos pasos de él, con las manos en los bolsillos de su chaqueta de cuero, y una suave sonrisa comenzando a asomarse en sus labios, además de un brillo en sus ojos.

"Sí. Apenas. Sí. ¿Qué estás haciendo aquí? No me digas que nuevamente hay duendes en la reserva. Lo juro, después de la última vez-"

"No hay duendes en la reserva." Resopló Oliver, rodando los ojos. Lo cual, hey, era una reacción completamente justificada, Barry odiaba los duendecillos." Dijiste que tu coche se averió. Te llevaré." Dijo Oliver.

"Oh, genial. Gracias." Respondió Barry, intentando desesperadamente de no pensar en lo que Wally había dicho mientras seguía a Oliver al Camaro. Sin duda se había estado burlando de Barry. Incluso si no sonara así.

Hablaría con él sobre ello más tarde.

"¿Quieres ir a Hattie?" Preguntó Oliver mientras ponía su coche en marcha, con el motor ronroneando por debajo de ellos.

Barry se quejó, con su boca babeando de solo pensar en esas deliciosas papas fritas y hamburguesa en su boca. "Amigo, sí."

Los labios de Oliver se abrieron en una gran sonrisa mientras se ponía sus lentes de sol y salía del estacionamiento de regreso a la ciudad.

Todos los pensamientos de Wally desaparecieron de la mente de Barry en cuestión de segundos.

"We're Not Dating!"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora