Solía quedarme, ver qué pasaba, anotar e irme. Aunque cuando me iba no me sentía a gusto conmigo mismo, una parte mía quería seguir viendo. Muchas veces me hacía caso y me quedaba, más de lo que debería. Muchas veces casi me descubren, eso me causaba cierta satisfacción, una inyección de adrenalina espontanea que me ponía en frenesí instantáneo. No obstante, al estar ahí no podía moverme, ya que el más mínimo y seria descubierto. El simple hecho de ser descubierto me podría ser beneficioso de cierta manera, es lo que me permitiría adjudicarme públicamente tales obras de arte contemporáneo. Por otra parte, si llegaba al punto de ser atrapado, no me resultaría tan fácil seguir con estos hábitos, me perdería de mucha diversión...
Recuerdo perfectamente a Clarisa, hermosa chica, gran disposición al trabajar. Me acuerdo que estaba muy ansiosa, ponía todo su empeño en lo que hacía. Ella era alta, algo delgada, cabello castaño oscuro, de ojos marrones y una elegante formalidad (a destacar en ella, la pequeña pluma que siempre llevaba en el costado derecho de su cabeza)... Era simplemente exquisita en lo que hacía, ideal para el trabajo. Viene a mi memoria también este joven, al cual que fuera visitado repetidas veces por Clarisa. Era buena bajando sus ánimos, él era alguien muy exaltado... Bueno, digamos que eso también es culpa mía, ahora tengo en cuenta que debo suministrar menos dosis de LSD por taza de café. Debo confesar que me resultaba algo divertido, en todos los aspectos.
Clarisa apenas llevaba tercer año en actuación, necesitaba experiencia y rellenar lugar en su currículo, de lo cual yo tome provecho. Invente una situación, invente un "Reality", del cual ella debía ser una pieza fundamental... ¡No pudo negarse! Es más, de inmediato acepto la oferta, sin saber que esta terminaría con su vida...
Él, bueno, él no sé de dónde vino... Simplemente lo encontré, y me pareció buena carne para uno de mis experimentos. Era algo dócil, no miraba mucho el reloj ni sufría de ataques ira... Más yo veía en sus ojos una verdadera bestia, la cual deseaba desatar. Ni siquiera hizo falta decirle que hacer, lo deje en una casa, la cual podía observar cómodamente desde un cerro, ubicado en la periferia de la misma.
Le llevaba una bolsa de café todas las semanas, aunque en el último mes tuve que llevarle una cada 72 horas. En ese tiempo, Clarisa lo visitaba más a menudo, ella creía que era tan solo un programa de televisión, así que no especulaba sobre nada. Había veces que se le notaba en el rostro de que no quería ir, el chico le daba un poco de miedo, pero aun así la cosa funcionaba.
Me acuerdo de esa última noche, fue preciosa. Clarisa llego a la casa, él le dijo algo, no sé qué, pero ella respondió con una cara de miedo, la realidad es que hasta a mí me provoco pavor la espontaneidad con la que dijo eso. Él, al ver la respuesta, entro en un estado de frenesí y locura indescriptible: La agarro de un brazo y la jalo hacia el suelo bruscamente. Ella cayó al suelo y se quebró cuello, murió al instante... Por un momento pensé que había desperdiciado esos meses de mi vida, que la recompensa había sido poca compara al trabajo y el esmero puesto en la obra... ¡Pero me equivoque! Instantes después de que ella muriera él tomo un zapato de ella, este tenía un taco. Lo sostuvo por la parte delantera, y empezó a proporcionar golpes en su cráneo, lo azoto una y otra vez ¡Lo mejor de todo es que cada vez era más rápido! Era esplendoroso...Tal vehemencia me produjo una satisfacción tremendamente perversa, sentí un cosquilleo en mis pies, la piel se me erizo, se me dibujaba una sonrisa cada vez más grande... De las mejores obras que he producido. Él destruyo toda su cabeza, después tomo su cuero cabelludo y se lo coloco, un bello detalle de su parte fue guardar esa pluma gris, dejarla en ese pelo. Por ultimo llevo el cuerpo, o más bien lo que quedaba de él, a la terraza y allí lo incinero.
Tenía ganas de quedarme, pero los azules llegaron a la escena, debí marcharme prematuramente... No sé qué habrá sido de él, espero algún día poder hacerlo protagonista de otra obra...
ESTÁS LEYENDO
Carmesí
Mystery / Thriller"Era esplendoroso...Tal vehemencia me produjo una satisfacción tremendamente perversa, sentí un cosquilleo en mis pies, la piel se me erizo, se me dibujaba una sonrisa cada vez más grande... " Decía el maniático mientras observaba un asesinato... En...