Nueve

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¿Como puedo dormir tanto y estar tan cansado?


Odiaba estar en ese lugar, repleto de cientos de adolescentes.

Adolescentes con una etapa con hormonas que intensifican los estados de ánimo, las neuronas aumentan sus conexiones, como árboles que tienen cada vez más raíces y ramas. La audiencia imaginaria, les hace pensar que todo el mundo les observa constantemente, un fallo muy común.

Tienen el desarrollo cognitivo, se supone que son capaces de reflexionar sus propios pensamientos, haciendo así, una propia opinión.
Cuando en sus cabezas, lo único que pasaba era: "SEXO".

Analicé todas las caras en el partido:
El chico que estaba al lado mío, tenía un gran problema de acné, gritaba todo lo que podía para apoyar a su equipo, (a ellos les vale una mierda que se esté desgarrando así las cuerdas vocales, no te oyen idiota).

Vestía de naranja, pantalones negros y deportivas manchadas.

Su cara expresaba concentración, oh, espera, ¿está viendo a las animadoras?

Si, lo está haciendo.

Me fijé más y estaba viendo el culo de una de ellas.
Mi mirada olvidó a el, intenté leer todos sus rasgos de la cara.

Al parecer el se dio cuenta que le miraba atentamente, me miró unos segundos por el rabillo del ojo.

Tragó lentamente, una gota de sudor caía por su frente, sus mejillas se teñían de rojo y no paraba de desviar la mirada a todas partes.
Frotó sus manos por la tela el pantalón, completamente avergonzado por haberle pillado mirando a aquella chica.

Podía imaginarme sus pensamientos: "Mierda, mierda, mierda".

Siempre me ha gustado hacer eso.
Mirar a una persona y analizarla, siempre se ponen nerviosas, como si supusieran que podía leerles la mente o algo parecido. No soportaban mi atenta mirada.

-¿No crees que es injusto?- bufó a mi lado Noah.

Su voz me distrajo y la miré, note como el chico a mi lado se relajaba un poco.

Fruncí las cejas y vi que en el campo, uno de los jugadores gritaba al arbitro.

-Es bastante difícil no ser injusto con lo que uno ama- dije y ella me miró sorprendida- es de Oscar Wilde- finalicé.

Frunció el ceño y asintió pensado en lo que había dicho.



Noah:

Cuando acabo el partido, Niall y yo caminábamos lentamente para la salida, no hablábamos de nada.

Eso me encantaba de él, no hacía falta hablar, estar en silencio también era cómodo.
Cada vez que estábamos en silencio, las palabras eran realmente innecesarias. Parecía que los dos nos hundíamos en nuestros pensamientos, ¿que estará pensando ahora?

Nunca sabía lo que pensaba, parecía que estaba ido la mayoría del tiempo, ¿que tienes en tu cabeza Horan?

Estábamos a punto de irnos del campo, cuando un grito nos distrajo.

-¡Noah!- gritó Dean sonriendo corriendo hacia nosotros- Has venido-

Estaba sudado, curiosamente no me parecía asqueroso, me parecía hasta sexy. Un mechón que caía rebelde estaba pegado a su frente, sus pómulos estaban rosados y sus ojos brillaban más de lo normal.

-Si, me trajo Niall-

Dean observó a Niall durante unos segundos, dudando de decir algo o no.

En cambio, Niall se veía relajado, desafiando con su mirada monótona a su hermanastro.

-¿Quieres venir a la fiesta?- preguntó al fin Dean mirándome.

-Estoy un poco cansada- hice una mueca.

-Bueno, podemos ir a una cafetería, dar un paseo, lo que tú quieras- se rasco la nuca- O simplemente te puedo acompañar a casa-

Mire a Niall, que seguía mirando a Dean. A lo mejor Niall tenía planes, o quería irse ya a casa.
Si me hubiera mirado, le hubiera dicho a Dean que no.

Solo necesitaba que sus ojos conectasen con los míos y que con ellos dijera: "no te vayas".

Pero no lo hizo.

Simplemente siguió con la misma postura y comenzó a caminar hacia su moto, dejándome un poco rota.

-Si, sería genial- murmuré viendo como arrancaba y desaparecía.

-Estupendo, ¿me esperas? Tengo que cambiarme- sonrió.

Asentí y me senté en un banco que había al lado.

¿Que estaba haciendo?

Definitivamente estaba teniendo cariño por Niall. Pero éramos tan diferentes...

No paso mucho tiempo cuando Dean apareció.
Tenía ropa de calle y su pelo estaba ligeramente húmedo por la ducha.

-Que rápido- dije sorprendida.
-Quería estar contigo- confesó.

(...)

Dean me acompañó a mi casa, a veces, había silencios incómodos. Él intentaba sacar conversación donde no la había, y eso lo hacía más incomodo.

-Te juro que rompería la cara del arbitro, ese chico casi lesiona a Max- bufo indignado- No es justo-

-Es bastante difícil no ser injusto con lo que uno ama- murmuré recordando a Niall.

-¿Qué?- frunció el ceño.

-Que es bastante difícil no ser injusto con lo que uno ama- dije esta vez más alto.

Levantó una ceja e hizo un movimiento extraño con la cabeza de indignación.

-Eso no tiene sentido Noah- rió negando con la cabeza.

Me encogí de hombros.

-A veces eres rara- se burlo de nuevo con una sonrisa.

El no entendía.

¿Que me has hecho Niall?







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El (NO) es mi tipo.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora