Alice

Capitulo 2

Estaba caminando hacia la puerta principal, mirando a los alrededores, fascinada con la estructura antigua del lugar y observando cada pequeño detalle, desde las columnas y paredes hasta los hermosos ventanales. Cuando de repente choqué con alguien, y al mirar al frente vi a una chica un poco baja, rubia, bastante pálida y de ojos verdes, que me miraba con una expresión de desprecio seguida de otras dos chicas, una rubia también y otra castaña quienes me miraban de igual manera, cosa que realmente me fastidió un poco, por esto ni siquiera me molesté en disculparme por ir en las nubes y chocar accidentalmente con ellas.

Seguí mi camino hasta que estuve dentro de las instalaciones. Al entrar, pude notar que el lugar tenia un aire de misterio, algo que me encantó. De alguna forma sentí que tenía que descubrir cuales eran aquellos secretos ocultos tras esas antiguas paredes, sin embargo, lo ignoré y segui caminando.

Era nueva en el pueblo y me encontraba como siempre distraida observando mi alrededor, el ambiente, las personas, y no me percaté de que me encontraba hecha un completo desastre, hasta que sin querer miré mi reflejo en un cristal.

Caminé buscando un baño hasta que lo encontré y al entrar vi a dos chicas hablando en el area de los lavabos, ambas se callaron en el momento en el que me vieron entrar, y salieron de el lugar, algo tensas, diria yo. Lo ignoré, pues ya era normal que las personas me evitaran de esa manera . Procedí a arreglarme un poco y cuando por fin logré estar presentable me dirigí a mi primera clase.

El dia transcurrió bastante bien, logre conocer a algunas personas. Entre ellas a Rosie y a Beca, unas chicas bastante agradables con quienes pasé la mayor parte del día.

Al salir a la hora del almuerzo, decidi ir con ambas a un restaurante que se encontraba a unas cuadras de la universidad, fuimos y ya en el lugar ellas se encontraron con algunos de sus amigos, los invitaron a sentarse con nosotras y ellos con gusto accedieron, eran cuatro chicos, Isaac, Leo, Ethan y Samuel.

Los cuatro eran bastante divertidos y me hicieron entrar en confianza bastante rapido, después de un tiempo yo también comencé a lanzar anecdotas bastante cómicas de mi infancia y estuvimos todos aproximadamente una hora hablando mientras almorzabamos, fue un almuerzo bastante placentero en realidad y logre llevarme bastante bien con todos los que se encontraban en la mesa asi que hicimos un plan para salir a el cine esa misma tarde. Estaba bastante feliz, después de todo podria ser un buen comienzo para mi en este nuevo lugar.

Al salir de clases me encontré con mi hermana en el parqueadero, nos saludamos como siempre con un fuerte abrazo, olvidando la discusión de la mañana. Ambas nos dirigímos a nuestros vehiculos y arrancamos para el apartamento. Al llegar me cambié a una muda algo más comoda para estar en casa, preparé unos pequeños snacks para mi hermana y para mi y procedí a hacer unos trabajos que me mandaron para el día siguiente. Después de terminar fui a la habitación de Emma, ella estaba acostada viendo la tele y yo me recosté a su lado.

- ¿Que tal estuvo tu primer día Emm?- le pregunté. Ambas siempre hemos estado acostumbradas a hablar sobre nuestro dia en general la una con la otra, nos tenemos bastante confianza.

- fue bastante bueno en realidad, conocí a algunas personas que se ven bastante agradables, las clases fueron algo como una introducción a cada materia, los profesores parecen personas bastante preparadas y también se nota su amor por la alquimia, creo que este es un buen lugar para nosotras Ali.- dijo ella bastante alegre dando saltitos en la cama. -y dime, ¿que tal estuvo tu primer día? ¿ya encontraste a algún galán?- solté una ligera risa. Aveces pienso que Emma se preocupa más por mi vida amorosa que por la suya propia, aún después de el hecho de que la mía es prácticamente inexistente.

- No hermana, absolutamente ningún galán por el momento y créeme, estoy segura de que en el momento en el que aparezca, seguro serás la primera en enterarte, aunque dudo que eso pase pronto.- Emma soltó un suspiro, como si el tema fuese enserio y cambio su semblante drásticamente de uno alegre a uno apagado.